En los medios

Ñ
13/05/23

Escuelas, como faros tumbados

Marcelo Rabossi, profesor de las Especializaciones y Maestrías en Educación, reseñó el libro "La Trastienda de la Educación: políticas educativas en escena", de Claudia Romero, profesora de las Especializaciones y Maestrías del Área de Educación de la Escuela de Gobierno.

Por Marcelo Rabossi
No dudo en comenzar la reseña de un nuevo libro sobre educación afirmando que hasta aquí, las políticas educativas han fallado, sea por errores en su implementación, deficiente capacitación de los responsables o disputas ideológicas que a la larga se tornan estériles y dañinas. No existen recetas mágicas que iluminen el panorama sombrío que atravesamos como tampoco serán efectivas miradas lineales que busquen un norte educativo. Las causas del derrumbe de nuestras escuelas, otrora faros de la región, son múltiples. Y es de esa manera como lo comprende y lo aborda La Trastienda de la Educación: políticas educativas en escena, un libro revelador y a la vez esperanzador que con autoridad compila la mirada de académicos y hacedores de política.
De la mano de Claudia Romero, compiladora de los seis capítulos que conforman el texto, transitamos por senderos académicos así como por el quehacer diario que enfrentan quienes discuten y ponen en práctica las políticas educativas. Y es aquí donde esta nueva publicación exhibe su fortaleza.
El desafío de abrir puertas en torno a cómo fundamentar las políticas con conocimientos académicos, cómo generar acuerdos de política de largo plazo y sobre todo, cómo sostenerlas en el tiempo.
La introducción del libro nos sumerge en el mundo educativo luego de los efectos depandemia. Romero habla sobre deudas y desafíos. La escasez de información sobre lo que ocurre en las escuelas y la cierta debilidad técnica de los equipos de gestión son barreras que impiden gestionar con evidencia y rigurosidad.
En el primero de los tres capítulos iniciales, Claudio Suasnábar y Jorge Gorostiaga desmenuzan el vínculo entre conocimiento producido y política, y cómo esta última traduce en acciones los aportes académicos.
Paso seguido, Romero y Alejandro M. Estévez se preguntan ¿por qué fracasan las políticas educativas? Descansando en el marco formal que propone la Teoría Cultural, se busca descubrir las causas que facilitan e impiden los cambios dentro de la lógica de competencia y colaboración.
El último capítulo de esta primera parte nos conduce al futuro sin condicionantes.
Carina Lion interpela al sistema a través del desafío tecnológico. Sin siquiera presentarse, la pandemia arrojó a la educación al mundo virtual. El desafío será incluir lo digital desde la equidad, la democratización y el fortalecimiento del rol docente.
Los tres capítulos que cierran el libro son de pura política en acción. Inés Aguerrondo, exfuncionaria de amplísima trayectoria y experiencia aporta su mirada en búsqueda de respuestas a una pregunta que inquieta: ¿es posible pasar de un modelo educativo actual que se asemeja a una realidad propia del siglo XIX a uno que resuelva los dilemas de la sociedad del siglo XXI? A partir de su paso por el Congreso de la Nación, el capítulo siguiente encuentra a laexdiputada radical Brenda Austin trasladando su experiencia de legislar bajo el rigor de la pandemia y el consecuente cierre de escuelas. Ante debates que muchas veces anteponen lo ideológico, ¿cómo construir políticas de largo plazo? El cierre de este libro, que aborda la educación sin eufemismos ni banderías políticas, es reservado para un diálogo con tres Ministros de Educación en ejercicio. La experiencia de Santa Fé, Mendoza y Córdoba es expuesta de manera llana, abordando cuestiones claves de la agenda educativa.
Se devela aquí la trastienda del debate, sus tensiones, logros y obstáculos en lo que hace al diseño, la evaluación e implementación de las políticas.
En definitiva, La Trastienda de la Educación: políticas educativas en escena llena un vacío en la literatura a partir de amalgamar el rigor de lo teórico con el mundo fáctico y de la práctica. Así, su lectura resulta imprescindible tanto para académicos, funcionarios y público en general en un momento del país donde los niveles de pobreza parecen no encontrar su techo, precarización e informalidad laboral creciente, sumado a la baja productividad del trabajo que impide que la Argentina se inserte de manera competitiva en el mundo globalizado. Ante este panorama, la educación se convierte en la única herramienta apta y eficaz para escapar del pantano del atraso.