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BAE - Buenos Aires Económico
20/12/22

La inflación ya superó el 100% para los más pobres

Desde el Departamento de Economía de la UTDT se estimó que la tasa de pobreza para el semestre comprendido entre junio y noviembre de este año fue, en promedio, del 39,9%.

Por Sebastián Premici



La variación de precios de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide los umbrales de indigencia, y la Canasta Básica Total (CBT), utilizada para establecer los niveles de pobreza, se movieron por debajo del precio de los alimentos y la inflación calculada por el IPC del Indec para noviembre. De esta manera, la CBA registró una suba del 3,1% mientras que la CBT, un 4,4%. Pero más allá de esta desaceleración en relación a octubre, si se toman los valores interanuales el panorama es otro. La canasta que mide la indigencia registró un incremento interanual del 101,8%, mientras que la alimentaria, un 97,4%. Para el departamento de economía de la Universidad Torcuato Di Tella, con estos guarismos la pobreza para el semestre comprendido entre junio y noviembre se ubicaría en el 40% de la población.

En octubre, ambas canastas habían registrado una suba del 9%, con un IPC que había aumentado un poco más de seis puntos. La explicación de esa diferencia se encontró en que los alimentos comprendidos en la CBA habían subido más que el promedio del resto de los bienes considerados por el IPC. Es decir, la inflación había pegado más fuerte en los sectores vulnerables.

“Ahora, las canastas crecieron por debajo, tanto de los alimentos y de la inflación general. Parte es corrección de lo del mes pasado, con la caída de 6,1% de las verduras en el mes. De hecho, para la CBA es la menor suba de los últimos 12 meses. No es tan así por la CBT, donde probablemente las subas de los servicios regulados hayan impactado más que los alimentos”, explicó a BAE Negocios el economista Sebastián Menescaldi, de la consultora EcoGo.

Por su parte, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) sostuvo que “los precios de las cuatro especies de hortalizas más vendidas en el Mercado Central de Buenos Aires (MCBA) mostraron en promedio una reducción de sus precios promedio ponderados de 6,4%”. Por ejemplo, la cebolla, que es el producto con mayor variación interanual, registró una reducción en noviembre del 25,3%, traccionando así a la baja el segmento de hortalizas. Para el caso del tomate, la reducción respecto al mes anterior fue de 9,6%.

“Mientras que, en el segmento minorista, el promedio ponderado de la variación de precios para las cuatro hortalizas fue una reducción de 11,8%”, agregó el CEPA. Para Menescaldi, además de la baja en el precio de las hortalizas, también incidió la baja en la carne, tal como había impactado en el IPC.

Según el Indec, la carne picada común tuvo un descenso del 3,2%, mientras que el precio de la paleta se redujo el 0,5% y el cuadril, otro 1,2%. Esta desaceleración está dada tanto por una mayor oferta –como consecuencia de que se mandaron más vacas a faena por la sequía – pero también se explica por una merma del consumo. Según los datos analizados por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (CICCRA), a octubre de este año el promedio de consumo interno por habitante arrojaba 47 kilos, cuando en el mismo período de 2019 se ubicaba en los 50 kilos.

Con estos resultados, una familia tipo necesitó 64.000 pesos para no caer bajo la línea de la indigencia y 145.948 pesos para no ser pobres. El incremento interanual de la CBA y CBT da cuenta de que el impacto de la inflación es más profundo en los sectores más vulnerables. Para la Universidad Torcuato Di Tella, la tasa de pobreza pasó del 39,7% en el promedio del semestre mayo – octubre al 39,9% para el período junio – noviembre. Es decir, 11,5 millones de personas vivirían bajo la línea de pobreza.