En los medios

La Nación
24/11/22

Quién es la tucumana que acompañó a Barack Obama en un programa del prime time estadounidense

Inés Palacios, graduada de la Licenciatura en Ciencia Política y Gobierno, ganó una beca de la Fundación Obama y hoy trabaja por la igualdad económica de las mujeres y los derechos indígenas.

Por Delfina Celichini

Inés Palacios tiene 30 años y es de San Miguel de Tucumán.


Inés Palacios se define así misma como “politóloga y feminista marrona”, una síntesis asertiva de lo que hoy representa esta joven de 30 años de San Miguel de Tucumán, que el jueves pasado estuvo en el programa “The Daily Show” con el expresidente demócrata, Barack Obama. Su aparición en pleno prime time estadounidense fue después de obtener una beca para cursar un programa de liderazgo de nueve meses en la Fundación Obama, que realizó durante 2021. Su vida, marcada por tensiones que la definieron y la impulsaron a destacarse, hoy es parte de su narrativa y agenda política.

“En el 2019 elegí hacer un parate en mi carrera y prepararme para hacer un posgrado en Estados Unidos. Me postulé a ocho programas internacionales, de los cuales me aceptaron en seis, pero que en tres me dieron muy buena beca, uno de ellos en la Fundación Obama”, detalló Palacios a LA NACION desde Nueva York, lugar en el que se encuentra desde hace una semana, invitada por la Fundación Obama para participar del Foro de la Democracia.

A pesar del abanico de opciones que se le presentó, la joven tucumana finalmente se decidió por el programa de formación y liderazgo auspiciado por el expresidente estadounidense y la exprimera dama, Barack y Michelle Obama. De 2000 personas postulantes, solo 11 fueron las elegidas para realizar el plan de estudios que se enfoca en que los becarios puedan reconocer las herramientas personales para dar un salto en su vida profesional, o llegar al next level. “Che, si esto está pasando es porque hay que aprovecharlo”, recordó razonar Palacios.



Inés Palacios junto a otros becarios de la Fundación Obama durante el programa "The Daily Show" conducido por Noah Trevor, y del que participó el expresidente estadounidense Barack Obama.

Para ese entonces, ella se había recibido de politóloga en la Universidad Torcuato Di Tella, había sido becada por esa misma casa de estudios para realizar un programa de intercambio en Washington D.C., trabajaba en la provincia de Buenos Aires con el legislador del PRO Emmanuel Ferrario, y ya había probado que podía destacarse si le daban el espacio.

“Lo normal de una persona joven es preguntar ‘¿Qué tengo que hacer para ganarme una beca?’, cuando en realidad lo principal es saber qué querés, dedicarte a lo que te apasiona y demostrar que sos una buena tomadora de decisiones. Cuando decidí postularme para ingresar a la Fundación Obama, yo ya trabajaba en entender cuáles eran las fibras sensibles de mi vida, y como esas fibras habían determinado mis pasiones o los temas a los que me quería dedicar”, indicó Palacios sobre la forma en que se preparó para ser seleccionada.


“Vos sos marrona”

La desigualdad económica de las mujeres y los derechos indígenas serían sus motores y componentes principales de su agenda. Su camino hasta llegar a ellos, no obstante, no fue lineal. Uno de los disparadores de su búsqueda fue un interrogante que desconcertó a Palacios, pero que le despertó una necesidad: dejar de negar sus raíces indígenas. “Estuve revisando tu Facebook y vi que tus hermanas son blancas, tus amigas son blancas, y vos sos marrona, ¿Cómo vivís eso?”, indagó una de sus compañeras del programa de intercambio en Washington DC.



Inés Palacios junto a su familia en San Miguel de Tucumán.

“A mis 21 años fue la primera vez que alguien me preguntaba eso y ahí arranqué todo un proceso personal en el que me di cuenta de que esa pregunta había estado en tensión en mi desde siempre. Y que, de hecho, fue mi combustible para destacarme”, se sinceró Palacios, quien explicó que si bien siempre supo sobre sus raíces por el testimonio de su abuelo, lo negaba.

“Me daba vergüenza decirlo porque me sentía inferior, principalmente por la cantidad de comentarios que escuchaba que me indicaba eso, como la chica que me cuidaba que me decía negra fiera”, detalló.

No obstante, cuando comenzó a poner en palabras y asimilar sus orígenes, las personas se lo cuestionaban. “Que te hacés la indígena si hablas en inglés y usás iPhone”, fueron las primeras reacciones que Inés Palacios escuchó.

“Empecé a entender que yo tenía que tener una respuesta para eso, porque está el prejuicio de que para ser indígena tenés que usar poncho. Tuve que integrar todo esto y prepararme para explicar ese tema. Fue un proceso que arrancó a los 22 y lo terminé de resolver a los 26″, contó la joven, que hoy forma parte del colectivo Identidad Marrón.

Su activismo y trabajo político en la agenda feminista también tiene que ver con su historia personal, que hoy transformó en colectivo. “Nací en una familia en la que había mucha desigualdad de género, donde mi papá ejercía violencia económica con mi mamá, y eso me marcó un montón”, dijo Palacios.

“Eso que le pasaba a mi mamá, y que a mis hermanas y a mí nos tocó acompañar, se podía convertir en una política pública porque era la realidad de un montón de argentinas”, dijo.


Sus proyectos

A partir de la oportunidad que le ofreció el programa de liderazgo de la Fundación Obama, Palacios pudo concretar ese “próximo paso” en su carrera, generar una síntesis de sus agendas y ordenarlas en dos frentes: el de formulación de políticas; y el de narrativa o storytelling.

El primero tiene que ver con dos proyectos: el de becas de programación para jóvenes en su provincia; y el proyecto llamado “Chaka”. El programa de becas para estudiar programación es lo que Palacios comentó en el programa televisivo junto a Barack Obama, conducido por Trevor Noah. Tiene que ver con fomentar este tipo de formación, actualmente muy demandada en el mundo del trabajo. “Empezamos con 24 becas y hoy estamos con 1100″, detalló Palacios.

Chaka, por otro lado, es un proyecto que tiene como objetivo que “en cada rincón de la Argentina existan empresas gerenciadas por mujeres provenientes de contextos de vulnerabilidad”. Sobre la premisa de que en la Argentina la pobreza es principalmente indígena-descendiente, y con una impronta muy territorial, enfocado en el Valle Calchaquí, el proyecto trabaja con familias que producen artesanías con técnicas ancestrales para que puedan potenciar sus productos y expandirse a otros mercados a través de un plan de negocios, un plan de marketing y plan de logística.

En segundo frente, en tanto, surgió a partir de una inquietud personal que pudo despejar con el mismísimo expresidente de los Estados Unidos. Durante el programa de liderazgo, los becarios tuvieron la oportunidad de compartir una charla con Barack Obama y hacerle preguntas. Ella eligió indagar en la manera en que él había podido unir opuestos y construir narrativa a partir de de su historia personal como hijo de una madre blanca y un padre negro, y en cómo se podía realizar lo mismo en un país como la Argentina. “Tenes que conocer la narrativa mainstream [principal], amigarte, y romperla”, fue su respuesta.

“En la Argentina, la narrativa mainstream es que venimos de los barcos”, precisó Palacios, haciendo alusión a la frase que el presidente Alberto Fernández mencionó durante una conferencia con su par español, Pedro Sánchez.



Palacios junto a Obama, cuando pudo indagar en la manera en que él había podido unir los opuestos y construir narrativa a partir de su historia personal, como hijo de una madre blanca y un padre negro.

Al respecto, la politóloga dijo: “Las estadísticas antropológicas indican que el 75% de los argentinos tenemos ADN indígena. No obstante, según los datos del censo del 2010, solo el 4% dijo que tenía raíces indígenas. Hay un nivel de negación asociado a la construcción del Estado Nación, que se erigió como un país de europeos, pero que también tiene que ver con que decidimos negarlo”.

El programa de entrevistas a personalidades destacadas de Tucumán, llamado Panchilata, y su inmersión en el mundo de la música, con covers de canciones como “Hasta la raíz”, de la artista mexicana Natalia Lafourcade, es parte de este frente que tiene que ver con la construcción de un relato alternativo.

“El propósito de Panchilata es que los tucumanos saboreen el potencial tucumano. En un momento en que la identidad tucumana está tan en decadencia, porque ser tucumano significa ser ladrón, sucio, malo, o pobre, entrevistamos a tucumanos destacados para resaltar su potencial y despertar el optimismo de la provincia”, destacó Palacios.