En los medios

La Nación
12/10/22

Analistas aconsejan un plan de estabilización en forma de shock para bajar la inflación

Pablo Guidotti, exdirector del BCRA y profesor de la Licenciatura en Economía, participó del seminario “Estabilización económica y opciones de reforma en la Argentina”, celebrado en Washington.


Ganar la batalla contra la inflación requiere un plan de estabilización en forma de shock, pero, a su vez, para que este pueda tener éxito, se debe ganar credibilidad y crear las circunstancias que hagan improbable que un próximo gobierno se desvíe de los objetivos iniciales. Esta fue la principal conclusión de analistas que participaron del seminario “Estabilización económica y opciones de reforma en la Argentina”, celebrado en Washington, Estados Unidos.

En este encuentro, organizado por Instituto de las Américas de Georgetown y el Centro de Investigación Económica de Georgetown, expusieron sus ideas, entre otros, Guillermo Mondino, de la Universidad de Columbia; Pablo Guidotti, de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), y Mónica de Bolle, del Instituto Peterson de Economía Internacional, y Domingo Cavallo, exministro de Economía.

Para Cavallo, no hay dudas de que se necesita un plan de estabilización, al estilo del que él aplicó junto con Carlos Menem en los 90. “El plan de la Convertibilidad estuvo acompañado por la reforma del Estado y la apertura de la economía. Cuando lo implementamos y eliminamos la inflación, el Gobierno tuvo mucho apoyo político y se ganó la reelección”, recordó.

Según Cavallo, lo que deberá hacer un nuevo gobierno es estabilizar rápido la inflación para lograr el apoyo político y popular que necesitará para hacer luego las reformas necesarias. “Se necesita reducir el déficit fiscal, no evitar todos los ajustes, regularizar los precios relativos y abrir la economía”. Y agregó: “Un nuevo gobierno se va a encontrar con un clima político favorable para poder implementar estas reformas”.

Mondino coincidió con que se necesita un plan de estabilización, pero agregó que para eso se debe construir algo creíble. “La Argentina tiene una pobre reputación en cuanto a planes de estabilización. Tiene decenas de planes monetarios que no triunfaron. Hoy, cualquier plan que se anuncie en el país, incluso la dolarización, tendrá poca credibilidad porque la gente creerá que podría volver la impresión de dinero, como ocurrió en 2001″, remarcó el economista.

Su propuesta de acción consiste en un plan de estabilización en dos etapas: la primera, de shock, y la segunda, de gradualismo. “Debe fijarse una tasa de interés por sobre 100% anual, 10% por mes, hacerse una reforma fiscal profunda en la primera etapa, establecer un realineamiento de los precios relativos, asegurar la independencia del Banco Central, reducir el sobrante monetario y romper la inercia de la suba de precios con un proceso de coordinación”, detalló.

De Bolle, por su parte, opinó que lo que necesita la Argentina es enfocarse en una reforma monetaria. Y puso como el ejemplo el plan de estabilización del real que se hizo en su país, Brasil. “Fue muy distinto a los anteriores. Veníamos de 20 años de hiperinflación. Empezó con muchas reformas como las que mencionó Guillermo [Mondino] y cuando la reforma monetaria ocurrió, la innovación fue la introducción de una moneda virtual y, por otro lado, el uso de una moneda que era un valor”, relató.

Guidotti subrayó que la Argentina está entrando en una recesión que se agravará en los próximos meses, por lo que, si el Gobierno decide tacklear los problemas, tiene que producir resultados muy rápidamente. “En la actual situación, no hay espacio para el gradualismo. No es lo mismo que en 2016, y aun en ese año fue un error aplicarlo”, destacó.

Para Guidotti, lo que tiene que ocurrir es que el Banco Central vuelva a la carta orgánica de 1992, con lo que se restringiría completamente la relación con el Tesoro Nacional y quedaría limitada a reglas transparentes. “Sin la consolidación fiscal, nos movemos cada vez más en la dirección de otra crisis de deuda doméstica”, concluyó.