En los medios

La Nación
12/06/22

La Repregunta. Gerardo della Paolera: “La primera presidencia de Menem fue la mejor de la historia argentina”

Gerardo della Paolera, rector fundador y profesor de las Licenciaturas en Historia, en Ciencias Sociales y en Economía, fue entrevistado por Luciana Vázquez para el programa "La Repregunta".

Por Luciana Vázquez



“Lo que produce mayor pobreza es que los gobiernos impidan que circule la moneda argentina, que es el dólar norteamericano”, sostiene. “Alberto Fernández, y también Mauricio Macri, se perdieron de reconocer que la moneda que han elegido los argentinos es el dólar norteamericano y que en ese sentido, hay mucha liquidez de los argentinos para la inversión”, argumenta. “La primera presidencia de Menem fue la mejor de la historia argentina. Al revés de lo que se piensa, el boom más importante del menemismo fue el de las exportaciones de origen manufacturero”, dice. “El kirchnerismo se devoró esa mezcla de país capitalizado con aumentos términos de intercambio pos Convertibilidad. Néstor Kirchner fue extractivista y rentístico”, define. “La estabilidad de la moneda es tan importante como la ley, como la justicia”, plantea y agrega: “No hay nada más importante para una sociedad democrática que la estabilidad para cualquier estrato social”. “El modelo argentino, la aspiración del kirchnerismo es transformarse en un modelo a la Rusia de Putin, un modelo autocrático”, explica. “El capitalismo es el sistema económico más exitoso en la historia de la humanidad para la movilidad social, para el progreso, para sacar las personas de la pobreza”, afirma. “En Argentina, siempre está la idea de buscar en las bolsas de plata de los demás porque hay un régimen estatal que asfixia al sector privado y que es infinanciable”, advierte. “Roca dejó una estructura económica de una estabilidad muy importante que va a llegar hasta la creación del Banco Central, hasta 1935″, analiza. “Imposible decir que Yrigoyen fue populista. Tuvo una conducta fiscal intachable y un apego muy fuerte por la estabilidad monetaria y por no aislarse del resto del mundo”, reflexiona. “Argentina fue la primera potencia industrial de América Latina hasta 1940. Esa potencia industrial empezó en 1870, no es que empieza con la sustitución de importaciones como dicen los manuales de la secundaria”, desafía. “Cristina Kirchner es la política más brillante que ha generado la Argentina en los últimos 25 años pero, lamentablemente, con una concepción equivocada de lo que es la sociedad global”, cuestiona. “Perón cerró la economía y generó un proteccionismo absurdamente caro”, sintetiza.

El economista Gerardo della Paolera estuvo en La Repregunta. Della Paolera es doctor en Economía por la Universidad de Chicago. Su foco es la historia de la economía Argentina y latinoamericana. Es autor de Tensando el ancla. La caja de conversión argentina y la búsqueda de la estabilidad macroeconómica, 1880-1935, entre otros títulos.

Es profesor de la Universidad Di Tella y director ejecutivo de la Fundación Bunge y Born que todos los años entrega el Premio Fundación Bunge y Born a científicos destacados de la Argentina y el Premio Estímulo a la Escritura, junto con Fundación La Nación y Fundación Proa. Fue profesor en la London School of Economics y en la Universidad de Oxford, entre otras universidades.

¿Cuánto pesa el legado del peronismo de peronismo histórico en el presente kirchnerista? ¿Cuán bueno o malo fue el legado del menemismo? ¿Cuán capitalista o comunista es la Argentina, tal como se discutió en el encuentro de la Asociación de Empresarios Argentinos (AEA)? ¿Cuál es el rol del dólar en la salida de la crisis argentina?

Aquí, la entrevista completa.

-El dueño de La Anónima, Federico Braun, causó incomodidad con sus declaraciones sobre remarcación e inflación en la reunión de AEA la semana pasada. También habló de una Argentina que debe decidirse por el capitalismo y debe alejarse del comunismo. ¿Hay algún momento de la historia argentina en la que el comunismo haya sido un horizonte y un riesgo, en el que la Argentina se haya acercado a una concepción económica comunista?

-No, para nada. Probablemente se trata de malinterpretar lo que la Argentina es: la Argentina es una sociedad fascista o bloqueada. Estuvo siempre mucho más cerca de un sistema corporativista en donde, básicamente, hay una coalición entre el Estado y grandes conglomerados del sector privado. Ya en el corte que representa 1943 o 1945, con el advenimiento de Juan Perón, empieza a darse una sociedad o un sistema socioeconómico radicalmente diferente del que hubo previo a la Segunda Guerra Mundial. Es allí cuando la sociedad se empieza a bloquear. En la Argentina nunca hubo ninguna chance de transformarse en un país comunista; sí en un país autocrático. El modelo argentino, la aspiración del kirchnerismo es transformarse en un modelo a la rusa, un modelo autocrático.



Argentina, ¿entre el corporativismo y el capitalismo de amigos?

-Un modelo a la rusa no comunista.

-Claro. Braun posiblemente esté hablando de Rusia como un modelo autocrático. En la Rusia actual es donde no hay absolutamente ninguna separación de poderes y la oposición está asfixiada.

-Y en términos económicos, ¿el modelo sería este capitalismo de amigos que define a la economía rusa con Putin y sus oligarcas? Porque el señalamiento de Braun es que el Estado tiene los medios de producción. En ese modelo del capitalismo ruso a la Putin, ¿hay algo de eso?

-Hay algo de eso pero… ¿qué es lo que pasa cuando se cae la Unión Soviética? Se da lo que se llama una “privatización instantánea” de bienes de manera muy desordenada. Los amigos del poder se hacen de grandes conglomerados y por lo tanto, queda esa estructura. Rusia es un país importante simplemente porque es potencia nuclear y porque están en un enclave geopolítico importante pero es un país con un PBI realmente muy bajo.

-Pero claramente no es un sistema comunista sino un capitalismo de amigos.

-Bueno, la Argentina ni siquiera es capitalismo. Ha sido un cocoliche. Ha habido algunos grupos, que tampoco florecieron demasiado, en connivencia con el Estado e intereses creados, un sistema realmente corporativista: está el grupo de los sindicalistas, el de los empresarios, el del sector público. Es una sociedad bloqueada.

-¿Qué quiere decir “sociedad bloqueada”, que es un concepto que ya mencionó varias veces?

-Una sociedad bloqueada en el sentido de Juan Carlos Portantiero que hablaba de un empate hegemónico. El capitalismo ha quedado asfixiado, lo que sucede ahora. El capitalismo es el sistema económico más exitoso en la historia de la humanidad para la movilidad social, para el progreso, para sacar las personas de la pobreza. No hay ninguna duda.



Gerardo Della Paolera: "La inversión en la modernización de la Argentina en la década de la Convertibilidad fue la más importante del siglo XX". Hernan Zenteno - LA NACION.


-¿El problema de la matriz económica kirchnerista, la que se ha sostenido la mayor parte del tiempo desde el regreso de la democracia, es que no es un modelo capitalista virtuoso?

-Cuando Kirchner asume, yo le decía a un colega economista muy optimista que Kirchner iba a hacer exactamente la misma política que sabe hacer y que hizo en Santa Cruz: va a ser rentista, va a extraer lo que hay, no va a generar riqueza.

-Extraer no sólo en términos de recursos naturales sino en términos de recaudación impositiva…

-Luego de los 10 años de Convertibilidad, a pesar de la crisis política de 2001, que luego devino en crisis económica, si hay algo que quedó como legado fue un país fenomenalmente capitalizado porque la inversión en la modernización de la Argentina en la década de la Convertibilidad fue la más importante del siglo XX. Y encima coincidió con la entrada de China al comercio mundial. Se dio entonces un shock positivo que aumenta los términos de intercambio. El kirchnerismo se devoró esa mezcla de país capitalizado con aumento de términos de intercambio. Así se devoró las regalías petroleras. Le dije a un amigo que Néstor kirchner no se iba a poner a estudiar inglés y a cambiar su parecer de manera racional. “Va a ser extractivista y rentístico”, le dije.

-Está esta noción de “instituciones extractivistas”, como las define el economista…

-Acemoglu. Daron Acemoglu y James Robinson tienen ese concepto. Por ejemplo, ¿cuándo un país como Gran Bretaña, que fue potencia mundial, resuelve el problema de la discrecionalidad de las instituciones? En la Revolución Gloriosa de 1688. A mis alumnos siempre les digo que la Argentina todavía no tuvo su 1688.

-¿Qué pasó en 1688?

-Hubo una revolución, la Revolución Gloriosa. Se pasó de una monarquía absolutista a una monarquía constitucional y se crearon instituciones que están hoy en día en Gran Bretaña: el Primer Ministro; el Banco de Inglaterra independiente y la prohibición de que le anticipe fondos a la corona; el control de gastos de la corona por parte del Congreso y la sanción de la estabilidad perenne de la libra esterlina. Además, se afirmaron los derechos de propiedad. También. la Corte Suprema de Justicia independiente. Esos vectores generaron en Inglaterra un montón de cosas: derecho de propiedad, importantísimo para las invención en la Revolución Industrial; evitar impuestos arbitrarios, importantísimo para la generación de mercado de capitales; eliminación de impuestos arbitrarios que hacía la corona, importantísimo para el desarrollo de la riqueza. Acá, en cambio, estamos en un mundo pre hobbesiano. Esto es un caos institucional.

-En ese sentido, cuando Acemoglu habla de economías y sociedades extractivistas, no sólo se está refiriendo a las que viven de la extracción de recursos naturales sino que tienen un sistema institucional que pone en riesgo la propiedad privada, por ejemplo.

-Absolutamente. Acá en Argentina, si sos racional, no se puede progresar: la clase media no puede progresar y lo sabe, por eso se consume todo el salario en comprarse zapatillas. Hay un aumento en el consumo de estos bienes menores.

-Se ahorra gastando. Le gana a la inflación de esa manera.

-Se ahorra gastando porque no hay futuro. ¿Por qué no ahorrar? Porque cada vez que los argentinos ahorraron, finalmente el Estado se lo confiscó. Eso es importante. Hay siempre una idea de buscar en las bolsas de plata de los demás porque hay un régimen estatal que asfixia al sector privado y que es infinanciable.


Menemismo, ¿entre la inflación cero y el aumento del desempleo?

-Acaba de dar varias definiciones interesantes. Definió al menemismo como el proceso de modernización más importante que tuvo la Argentina. Hizo referencia a la economía de fines del siglo XIX que influye con su legado incluso hasta antes del peronismo y el cambio de rumbo que implica 1944. Todo eso es parte de un paper de su autoría, “Passing the buck. Monetary and fiscal policies” (Pasando la pelota. Políticas fiscales y monetarias), escrito junto con María Alejandra Irigoin y Carlos Bozzoli en 2003. En los argumentos iniciales, hay una noción muy interesante: que las economías presentes son procesos dinámicos, que de alguna manera heredan los efectos colaterales de lo que sucedió antes en términos económicos y generan consecuencias hacia adelante, conceptos de Tom Sargent…

-Sí, y Robert Barro.

-En ese paper, usted dice que el menemismo como el mejor gobierno de la historia argentina.

-La primera presidencia de Menem. La segunda es bastante inferior.

-¿Por qué? La reivindicación del menemismo está muy instalada a partir de la mayor exposición que están teniendo las ideas de Javier Milei, que vuelve sobre el menemismo y cita también este paper.

-Es un paper científico. Bastante sofisticado. Limpia la herencia que recibe una administración y calcula qué herencia le deja a la próxima administración. Calcula indicadores de presión macroeconómica o indicadores de conducta fiscal. De ahí surge que la mejor presidencia es la primera presidencia de Menem.

-¿Cuáles son esos indicadores tan clave?

-Uno es el índice de presión macroeconómica clásica, es decir, qué se hizo con la inflación, qué pasó con la tasa de interés, qué pasó con la inversión. Luego, los indicadores de presión fiscal: cómo se manejó la deuda, la deuda interna y la externa; como se manejó el déficit o el superávit fiscal. En índice macroeconómico clásico, también está la tasa de crecimiento económico, las exportaciones

-¿Cuánto fue en ese primer gobierno de Menem?

-Había un acumulado de casi el 50%. Pero lo más importante de la primera presidencia de menem, además de la estabilidad y de que se terminó con la inflación con la Convertibilidad, tiene que ver con esta pregunta: ¿qué implica eso para el empresario o qué le dice al agente económico? Que esto viene en serio: en ese caso, el empresario puede decidir o bien vender su empresa o bien se decide a invertir en tecnología moderna. Al revés de lo que se suele decir, desde el punto de vista del grado de apertura de la economía, es el boom más importante de las exportaciones de origen manufacturero: el boom más grande de Menem es la diversificación de las exportaciones. Cualquier colega piensa exactamente al revés porque no ve los números: dice que en la época de Menem hubo una primarización y una destrucción de la industria. Al contrario, en los datos oficiales se ve una modernización y una apertura de la economía fenomenal justamente porque no hay nada más importante para una sociedad democrática que la estabilidad para cualquier estrato social. La estabilidad de la moneda es tan importante como la ley, como la justicia.

-¿Las exportaciones se comportaron también al alza?

-Sí y eso en un momento en que Menem no tenía términos de intercambio tan bueno como los que tuvo Duhalde. Lo de De la Rúa, peor aún, uno de los peores de la historia. En el primer año de menemismo, yo era rector de la Universidad Di Tella y sentía cómo ese capital humano que se iba formando, encontraba su lugar; se necesitaba la demanda de skills; la demanda de educación era importantísima en ese momento.

-Hoy, la reivindicación del menemismo se da en un contexto inflacionario porque es, como los economistas sostienen, el único período de las últimas décadas en el que se logró una inflación cero. Ahora, en esta idea de que una gestión económica deja un legado hacia adelante, el menemismo tiene un problema con su legado que se comprueba enseguida, en la siguiente gestión, que es su segunda presidencia que, según usted señaló, fue inferior. En 1995, la desocupación llegó al 17,5 por ciento: ¿no se tiene en cuenta para analizar ese legado?

-Cuando se hace un cambio estructural tan fenomenal, no se puedes hacer sin errores porque si no, serías infalible. En la presidencia de Menem, se cometieron dos errores. Uno es que se subestimó con qué facilidad se podía tener una reasignación del mercado laboral, de la gente que había estado en Entel, por ejemplo, hacia un sector más productivo que estaba creciendo. Como había una externalidad negativa, tendría que haber habido una oficina del Estado para recapacitar a las personas.

-Claro, porque en 1989, en los últimos meses del gobierno de Alfonsín, la desocupación llegaba al 7,6 % y en 1995, al 17,5 % y terminan 1999 con 14,3 % de desempleo.

-Una sociedad puede ser estática como la India de Gandhi donde la tasa de desempleo era del 3% pero el 50% se moría de hambre. Es decir, si hay mucho cambio tecnológico, la tasa de desempleo muy baja o alta no es el único lugar que hay que cambiar. Una tasa de desempleo puede ser mucho más alta pero puede haber mucha rotación, la gente no se queda clavada en esa condición. Durante el “milagro español”, ¿cuál era la tasa de desempleo de Felipe González en todos esos años? Era del 20 %. ¿Qué quiere decir? Que no son siempre las mismas personas que están desempleadas.

-Es un stock que se sostiene en el 20% pero dentro de ese margen, hay recambio de personas.

-Claro, hay destrucción y creación de empleo. En España, como estaba atada a la Unión Europea, había un sistema seguro desempleo. Menem indemnizó a la gente que, como dice Eduardo Levy Yeyatti en su libro, se la gastó en comprarse el Logan para remis. El segundo problema con la reforma del sistema de pensiones: fue excepcional pero Menem subestimó el agujero fiscal que dejó al descalzar todas las personas que aportaban al sistema. Todo eso le dejó un contingente fiscal grande. Y por último, en relación a la segunda presidencia, como todos los presidentes argentinos, Menem se engolosinó con la re reelección. Allí fue cuando se empezó a tirar tiros en el pie de la propia Convertibilidad porque empezó a hacer adelantos transitorios a las provincias, es decir, empezó a aumentar el gasto público que no sé condice con la estabilidad monetaria porque la otra cara de la moneda desde tener moneda y de la estabilidad monetaria es la conducta fiscal. Hay que pensar esto en equilibrio general, o sea, la moneda es un pasivo del Estado vis a vis los ciudadanos. Eso quiere decir que hay que tener conducta fiscal. Cuando se ve que no hay conducta fiscal, la moneda se va a empezar a depreciar.


Bimonetarismo legal y offshore

-Hoy se vuelve a hablar si dolarización sí o no, si mejor bimonetarización. ¿Eso no podría producir una mayor consolidación de la pobreza y un desempleo mayor tal como sucedió en el menemismo?

-Al contrario, lo que produce mayor pobreza es que este gobierno o los gobiernos impidan circular a la moneda argentina, que es el dólar norteamericano. La moneda argentina es el dólar norteamericano. Esa prohibición es el cepo

-¿Pero a qué valor tendría que circular el dólar?

-Alberto Fernández, y también Mauricio Macri, se perdió de una manera increíble de reconocer que la moneda que han elegido los argentinos es el dólar norteamericano y que hay mucha liquidez de los argentinos en ese sentido. El cepo va achicando la economía, minimizando la inversión, produciendo más restricciones de divisas para el Estado. Si se establece un sistema bien monetario con dólares de orígenes legales y legítimos, habría realmente muchísima más transacciones, mucha más fluidez, más inversiones. El cepo es como si Francia prohibiese la circulación el euro.

-¿Pero el valor del dólar debería ser el valor del dólar blue o del oficial?

-Una cosa es la dolarización y otra cosa es el sistema bimonetario.

-¿Cuál es la diferencia? En un sistema bimonetario, voy a la verdulería y uso los dólares para pagar.

-Ahora, en el fondo, hay un sistema bimonetario pero hay que jugar a las escondidas. Ese sistema bimonetario es transaccional. ¿Qué quiere decir “transaccional”? Que algunas transacciones en el mercado secundario de autos medio en negro, en la economía informal, se hacen en dólares. Sacás los dólares de debajo del colchón y te comprás el auto usado. En la economía argentina, existen un montón de transacciones en dólares. Sancionar por ley que se pueden hacer transacciones legales en dólares significa que sí, que el almacén que podrías contratar alquileres en dólares.

-¿Pero a qué precio me van a tomar el dólar?

-Para tener un sistema bimonetario, no puede haber cepo. Tiene que ser el dólar del mercado libre como es en Uruguay o en Perú, donde podés pagar en cualquiera de las dos monedas. Pero en realidad creo que hay que ir más allá: hay que ir a un sistema bimonetario que no sea solo transaccional. Tiene que existir un sistema financiero que canalice los dólares de los argentinos que sea un sistema offshore, un sistema que no está bajo la ley argentina porque nadie cree en Argentina. ¿Cuántas veces nos quemamos acá trayendo dólares? Cualquier gobierno, no importa si macrista o populista, acepta que los bonos argentinos caen bajo la ley de Nueva York o de Londres. ¿Por qué no podemos tener un sistema financiero offshore, separado del sistema doméstico, en dólares para inversiones en el territorio argentino pero que quede fuera de las garras de la clase política.

-Una manera de garantizarles a esos inversores que vengan, traigan sus dólares, que hay un sistema legal que los ampara.

-Hay un sistema legal pero es offshore. Si con los bonos que constituyen la deuda soberana, aceptamos que se rijan por una ley de afuera, mucho más importante es generar un vehículo que pueda canalizar la inversión. El capital es escaso en Argentina pero el capital es abundante en los países ricos. En los países ricos, los rendimientos son del 3 o 4%. En Argentina, tendrías rendimiento genuino del 8 o 9 %para la pyme en Santa Feo para la Pampa gringa. ¿A vos te parece que si hay seguridad jurídica, yo, como argentino, no me gustaría invertir en mi propio país? Esto significa que el sistema bimonetario indirectamente le pone presión a una cierta conducta en la política monetaria.

-Le pone un límite.

-Le pone un límite y eso al político no le gusta y a algunos empresarios tampoco les gusta.


De Roca a Perón y los legados económicos en pugna

-En este paper tan interesante, otra de las presidencias que señala como interesantes y significativas a la hora del legado que dejaron es la de Roca en el siglo XIX. Ese siglo XIX que se empieza a constituir con la Generación del Ochenta, con esas presidencias tan interesantes que ponen los cimientos fundacionales de la Argentina, usted señalaba que se detiene de alguna manera en 1944. ¿Por qué la presidencia de Roca es tan importante y qué pasa en ese 1944 que frena ese camino?

-Bueno, hay dos presidencias de Roca. Una es la que va de 1880 a 1886, después viene Juárez Celman que produce la famosa crisis de Baring. Y luego el Roca que lanza la primera convertibilidad fuerte de Argentina, que aguanta 14 años, que es la famosa Ley de Conversión del 1899. Roca una sabe canalizar la entrada de capitales, sabe canalizar la inversión en ferrocarriles, en alumbrado, en puertos. Roca asegura la Patagonia para la República Argentina.

-¿Pero en términos económicos?

-En términos económicos, deja toda una estructura económica de una estabilidad muy importante que va a llegar hasta la creación del Banco Central, hasta 1935. ¿Qué es lo que ocurre después? Hay un cambio institucional que es la ley Sáenz Peña, que significa el advenimiento de un nuevo partido, la Unión Cívica Radical, que incluye a muchos inmigrantes que ya son argentinos. Se llega al voto obligatorio masculino.

-¿Está acercándose al tema del “Yrigoyen populista”, como dijo Macri?

-Imposible considerarlo populista a Yrigoyen. Tiene una conducta fiscal intachable. Le toca estar en medio de la Primera Guerra Mundial con la caja de conversión cerrada, como a todo el mundo, porque estábamos en plena guerra y era una medida transitoria. Yrigoyen tiene un apego por la estabilidad monetaria muy fuerte, un apego muy fuerte por no aislarse del resto del mundo. Juan B. justo, como Yrigoyen, cuando leés algunos de sus escritos monetarios, parece Milton Fridman aunque es socialista oorque tanto los socialistas como los radicales eran absolutamente fanático del patrón oro: garantizaba estabilidad de precios, decir, el poder adquisitivo de los obreros y la clase media estaba garantizado. Roca es muy importante y la Argentina va a tener la moneda más fuerte del mundo, en medio de países beligerantes que tienen hiperinflaciones en Europa, desde 1892 hasta 1935. En los años ‘20, había un dicho en francés, “riche comme un argentin”, rico como un argentino, porque los argentinos iban a París y pegaban los Francos en el techo de los subtes. O “tenés la tenés la vaca atada”, porque las clases pudientes argentinas iban a París con su vaca lechera. En Europa se consideraba que el país con mayor futuro, con mayor generación de prosperidad era la Argentina y era cierto. ¿Por qué cambian? Cambian en 1914 porque un shock importante para Argentina es la caída del Gran Bretaña como hegemonía mundial y entra Estados Unidos, y con Estados Unidos tenemos algunos problemas por Estados Unidos tiene tiene ventaja comparativa con la Argentina. Es un gran granero del mundo Estados Unidos y es una es una una nación que le cuesta mucho, hasta Woodrow Wilson, tomar el liderazgo internacional. A Gran Bretaña, la Pax Britannica le venía al dedillo.

-Dejó claro que Yrigoyen no tuvo una política económica populista.

-Al contrario, diría que fue mucho más una continuidad que un cambio.

-¿Una continuidad de ese final del siglo XIX?

-La continuidad de una visión. Ojo, ya los argentinos estaban viendo que el mundo no era igual pero de todas maneras los ‘20 fueron una década dónde más hubo un boom fenomenal de la industria argentina. Argentina es la primera potencia industrial de América Latina hasta 1940. Esa potencia industrial empieza en 1870, no es que empieza con la sustitución de importaciones como dicen los manuales de la secundaria.

-¿Y el gran cambio de 1944 cuál es? ¿Es esta concepción corporativa que explicaba al principio?

-Con la Segunda Guerra Mundial, Europa pasa a tener un sistema capitalista mixto. Como Europa está destruida, hay intervención del Estado, por ejemplo, Francia estatiza los bancos, pero para enseguida llevarlos a la privatización. Adhieren a Breton Woods para que se restablezca el comercio multilateral. Juan Domingo Perón, que era una persona brillante, Para ampliar su base de poder, que era con los sindicatos, los trabajadores estaban en la en la industria, entonces, protegiendo la industria, mantenía su base poder.

-¿Cuál fue el consejo equivocado?

-El consejo equivocado fue cerrar la economía. No adherirse a Breton Woods. Argentina no fue parte de la creación del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Va a un sistema autárquico o de bilateralismo. Empieza a poner un impuesto a los sectores de ventaja comparativa que era la ganadería y la agricultura. Genera un proteccionismo absurdamente caro

-¿Esa visión sigue pesando hoy en el kirchnerismo como legado?

-El kirchnerismo es una colección de opiniones pragmáticas absolutamente deshilachadas. No hay ningún pensamiento coherente en el kirchnerismo. No sabe nada de economía. Cristina Kirchner es la política más brillante que ha generado la Argentina en los últimos 25 años pero lamentablemente con una concepción equivocada de lo que es la sociedad global.