En los medios

Televisión Pública
25/10/21

Andrés Reggiani: "El gasoducto representa un peligro que podría dividir a la Unión Europea"

El profesor de las Licenciaturas en Historia y en Ciencias Sociales participó del programa Noticiero Internacional, donde habló de la relación entre Rusia y la Unión Europea.

Por Ayelén Oliva, Raúl Dellatorre y José Natanson


Andrés Reggiani, profesor del Dpto. de Estudios Históricos y Sociales, participó del programa Noticiero Internacional, donde habló de la relación entre Rusia y la Unión Europea. "Esta es otra etapa de una relación tensa que tiene una larga historia", señaló. Según el historiador, la crisis debe pensarse a partir del crimen que ocurrió en Ucrania en 2014 "que tensionó las relaciones con Occidente" y a partir de la extensión geográfica de la OTAN, "que Moscú no podía verla, sino, como un acto calculado de aislamiento de Rusia por parte de Occidente o de las potencias vinculadas a la política exterior norteamericana". 

"Estas crisis son producto de percepciones que se van acumulando a lo largo del tiempo, hay un pasado de impresiones que pueden ser erróneas o no, pero que van inclinando la balanza en favor de una confrontación", dijo, y agregó: "Hay sospechas que no terminan nunca de diluirse más allá de las visitas de los jefes de estado y, en este caso, evidentemente el gasoducto [que va de Rusia a Alemania] representa un peligro que podría dividir a la Unión Europea por su implicancia económica". Aunque no todos los países reaccionaron, Reggiani explicó que Alemania ya la ha aprobado y que no ve posibilidades de que el próximo gobierno alemán lo revea.

El rol de Alemania es central, primero, porque "necesita combustible barato que no alcanza con la energía eólica ni con los paneles solares". "La economía alemana es una economía exportadora que con la pandemia se desaceleró, y las propuestas acordadas por los tres partidos plantean la necesidad de relanzar la economía con una importante intervención del Estado para promover inversiones, ayudar a startups a avanzar y, sobre todo, en lo que tiene que ver con los sectores de punta y generadores de valor agregado", analizó. Segundo, porque la localización geográfica de Alemania tiene un rol en la relación con Rusia. Y tercero, por la historia: "Alemania tiene que tener mucho cuidado y hay que ver cómo va a resolver la relación con Polonia, lo mismo que con Rusia, donde hay una relación tensa pero que los todos los cancilleres alemanes se han esforzado por mantener". 

A la vez, Reggiani sostuvo que Rusia necesita a Alemania. Primero, para vender el gas, y segundo, porque "Moscú todavía ve en Berlín un interlocutor, una suerte de quizás caballito de Troya". "Hay una necesidad de ambos lados, inclusive teniendo en cuenta el problema de China. Rusia tiene que también tener presente que en su flanco asiático hay otro actor que podría causar problemas", señaló.

Respecto a si la nueva coalición de gobierno alemán va a seguir esta política, el historiador dijo que "el partido hegemónico en esa coalición, que es la social democracia, ya tiene una tradición de diálogo con Rusia". La posición de los verdes, en cambio, dependerá de lo que esté en juego: "El partido verde está empujando mucho el tema de cambio climático y los rusos podrían montarse en ese discurso". "Los liberales podrían, en todo caso, levantar la voz y criticar, pero es un socio menor, porque es la coalición más progresista que se podría haber esperado en el contexto actual", dijo, y agregó: "Es centrista con algunos elementos que empujan un poquito más a la izquierda y otros más hacia el centro-derecha. Me costaría haber un cambio en un cambio significativo en el futuro gobierno alemán".

Respecto a la situación de la extrema derecha, Reggiani planteó que "a nivel federal se estancó porque es un partido con muchas tendencias internas y con muchos integrantes que aspiran a ocupar la primera plana y, por ende, generan antagonismos en otros militantes". "Es un fenómeno que tiene que ver con el este, la otra Alemania que todavía espera a integrarse del todo", explicó. "Hay que aceptarlo como algo que ya está y que es producto justamente de estas sociedades en crisis y en sectores que se ven como perdedores en la globalización", señaló. "Yo creo que es mejor tener a la extrema derecha en el parlamento para poder vigilarla y aplicar la constitución, ya que Alemana tiene artículos muy claros con respecto al odio", concluyó.

La nota completa, acá: