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Infobae.com
14/09/21

Escuelas en pandemia: los directores están agotados por lograr que todos los chicos tengan clases

Claudia Romero, profesora de las Especializaciones y Maestrías del Área de Educación de la Escuela de Gobierno, fue consultada sobre una investigación que dirigió acerca del cansancio emocional de los directivos escolares.

Por Maximiliano Fernández


Los directivos muestran señales de agotamiento (EFE)

Si hay un actor de la comunidad educativa en el que recayó el peso del cierre de las escuelas, fueron los directores. Ellos se debieron hacer cargo de organizar la continuidad pedagógica, de sostener las tareas administrativas, incluso de contener al resto de la comunidad en un contexto impensado. Un nuevo estudio de la Universidad Torcuato Di Tella refleja un impacto socioemocional profundo.

El estudio al que accedió Infobae tuvo como objetivo conocer la situación anímica de los directores al cierre del ciclo lectivo 2020. Un par de meses antes, ya una encuesta del Ministerio de Educación nacional había reportado que los directores señalaban una sobrecarga laboral a raíz del aislamiento y el cierre escolar.

La nueva encuesta muestra que el 72% de los directivos presenta riesgo alto o medio en alguna de las dimensiones de cansancio emocional, especialmente por las dificultades de asegurar el dictado de clases a todos los alumnos. Los líderes muestran señales de agotamiento, aunque también dicen estar orgullosos por el trabajo realizado en pandemia.

“La mayoría de los directivos presenta cansancio emocional (43% riesgo alto y 18% riesgo medio. Sobresalen los ítems que señalan ‘Me siento exhausta al final de la jornada escolar’ y ‘Siento que estoy trabajando demasiado’”, explicó Claudia Romero, autora de la investigación.


El estudio no pretendió ser representativo, pero encuestó a 252 directores que trabajan con 87.000 alumnos de distintas realidades. Son directivos de escuelas de los niveles inicial, primaria y secundaria, de gestión estatal y privada ubicadas en 14 provincias del país. Todos ellos respondieron preguntas como: “¿experimentan agotamiento o desgaste profesional?”, “¿en qué grado se ven afectadas sus actitudes laborales?”, “¿cuáles fueron sus principales preocupaciones profesionales?”, “¿qué necesidades profesionales expresan hacia el futuro?”.

Sus autores correlacionaron distintas variables e identificaron que, por ejemplo, los directivos de mayor edad registraban menos agotamiento, quizás por que la experiencia los ayudó a sortear el año con las escuelas cerradas. A su vez, más antigüedad como directivo en la escuela correlaciona con mayor despersonalización y escuelas con matrícula variada según nivel socioeconómico de los alumnos se vincula también a mayor cansancio emocional.

Romeró comentó que se observó un “doble fenómeno”. Hay un agotamiento profesional definido como “un síndrome de cansancio emocional, despersonalización y reducción de la realización personal que puede ocurrir entre individuos que trabajan con personas”. Pero también hay satisfacción, orgullo por cómo pudieron sobreponerse a las dificultades.

“Se observa un fenómeno doble de sobrecarga de trabajo y al mismo tiempo gran satisfacción personal. El 90% señala niveles altos o medios de realización personal. En las respuestas abiertas se hace referencia al mismo como: ‘Estuvimos cargando la escuela en la espalda, estamos agotados pero orgullosos’”, agregó la investigadora.

Ante la consulta por las principales preocupaciones durante la pandemia, los directivos tanto de gestión privada como estatal de todos los niveles coincidieron en que lo más complejo fue garantizar la continuidad pedagógica, sosteniendo ciertos estándares de calidad y luego combinar las estrategias de clases virtuales y presenciales durante la reapertura. La segunda preocupación en importancia para los directores de colegios públicos fue cumplir con exigencias burocráticas mientras que para los privados fue sostener el clima escolar atendiendo a las necesidades de alumnos y padres.