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Open Democracy
15/07/21

Protestas en Cuba: los cubanos se vistieron de ciudadanos

Rut Diamint, profesora de las Licenciaturas en Estudios Internacionales y en Ciencia Política y Gobierno, escribió sobre los conflictos sociales en Cuba, en un artículo en colaboración con Laura Tedesco.

Por Rut Diamint y Laura Tedesco


Las protestas espontáneas de los ciudadanos cubanos del 11 de julio resumen iniciativas que surgieron hace varios años. ¿Cuáles son las causas de estas manifestaciones que reflejan las frustraciones de ciudadanas y ciudadanos cubanos, que se animaron a salir a la calle a gritar “Libertad”?

Entender qué pasa en Cuba implica mirar una serie de situaciones que han llevado a que una revolución enaltecida por los progresistas del mundo se haya convertido en una autocracia que ha fracasado en crear desarrollo económico y social.

Un primer aspecto que debe quedar claro es que no es una turba organizada. No hay una dirigencia que convoque a movilizarse. Es la expresión desesperada ante el agotamiento de una revolución malograda. Es un error creer que son opositores coordinados. La mayoría escenifica el hartazgo y no una opción política.

La llegada de internet a los móviles en diciembre de 2018 rompió el monopolio de la comunicación del régimen comunista. La apertura de las Tiendas de Monedas Libremente Convertible y la desaparición del peso cubano convertible, el CUC, a principios de 2021 desnudó la fragilidad de la economía, la necesidad de divisas, y la escasez de recursos básicos, especialmente alimentos. Asimismo, mostró la falta de ideas del gobierno para encarar la crisis económica.

Ante el COVID-19, los cubanos estaban obligados a realizar largas colas para poder comprar elementos esenciales como comida, remedios y productos de limpieza personal. Mientras tanto el gobierno continuaba divulgando que la pandemia estaba controlada y que las vacunas Soberana 1 y 2 progresaban de manera muy alentadora mientras los cubanos ridiculizaban su eficacia. Una mirada a las cifras de la Organización Mundial de la Salud confirma que los contagios y muertes por COVID 19 eran estables hasta marzo. En abril se dispararon los fallecimientos y, a partir de mayo, los contagios.

Un poquito de libertad a través de Twitter

Desde 2018, los cubanos utilizan las redes sociales para contar, muchas veces con humor, sus penurias cotidianas. Recientemente, estas penurias comenzaron a concentrar las conversaciones en las interminables colas para comprar comida o las detenciones arbitrarias.

"En lo que va del año denuncian 927 acciones represivas contra artistas y simpatizantes del Movimiento San Isidro y 27 N"

Por ejemplo, es cosa de todos los días la presencia de la Seguridad del Estado en los edificios o en las puertas de las casas impidiendo la salida de periodistas, artistas, críticos u opositores que quieran asistir a un evento. Asimismo, relatan los derrumbes de casas viejas sin mantenimiento o se burlan de los hombres del gobierno.

Hace unas semanas comenzó una escalada de detenciones. El Observatorio Cubano de Derechos Humanos registró en el mes de junio 114 detenciones arbitrarias. En lo que va del año denuncian 927 acciones represivas contra artistas y simpatizantes del Movimiento San Isidro y 27 N.

Hay que destacar que han sido muy escasas, casi nulas, las reacciones externas a la política doméstica cubana. Más allá de los cubanos americanos, los cubanos exiliados en otros países o algunos académicos, periodistas o grupos de solidaridad, las reacciones a lo que sucede en Cuba han sido mínimas. Ahora, parece haber una preocupación mayor, sin embargo, no son necesariamente veraces ante lo que está sucediendo en la Isla.

#SOS Matanzas #SOS Cuba

La primera semana de julio, Matanzas se convierte en el epicentro de la pandemia con 1327 nuevos casos en un solo día, el 7 de julio, que representaba casi la mitad de todos los reportados en el país.

Twitter se pobló con #SOSMatanzas y #SOSCuba. Los cubanos solicitaban un “corredor humanitario” y el gobierno le echaba la culpa al bloqueo, -que es en realidad un embargo-, y resaltaba que “nuestros médicos se crecen en la adversidad”.

Mientras los ciudadanos le solicitaban al gobierno que pida ayuda internacional, el gobierno seguía justificando que todas las penurias se derivan del embargo norteamericano. Si bien no pueden desconocerse las dificultades que crea, gran parte de esas dificultades derivan del fracaso de la revolución.

"La ineficiencia pertenece a un manojo de hombres (casi no existen las mujeres en los puestos de jerarquía del gobierno cubano) que se apoderaron del país"

Aquellos que conocen Cuba, que han tenido el privilegio de escuchar a comunistas, opositores, indiferentes y jóvenes ansiosos por algún cambio es probable que coincidan en que la ineficiencia económica del modelo, las desigualdades entre el Vedado, la Quinta Avenida y la Habana Vieja, la ausencia de libertad de opinión, la pobreza del pensamiento único, la imposición de candidatos, está relacionada con la ineficiencia del gobierno. De todo lo mencionado no es responsable el embargo.

La ineficiencia pertenece a un manojo de hombres (casi no existen las mujeres en los puestos de jerarquía del gobierno cubano) que se apoderaron del país, se asociaron con la Unión Soviética primero y con Hugo Chávez después para poder sobrevivir aferrados a un modelo político y económico condenado a sucumbir.

Actualmente, sin el monopolio de la comunicación, sin Fidel y sin los dólares de Chávez, el presidente Miguel Diaz Canel tuvo que transitar, sin carisma, legitimidad o dólares, el gobierno de Donald Trump y la pandemia de COVID 19 que asfixiaron al sector turismo, central para la entrada de divisas.

Causas para el 11 de julio

La llegada de internet rompió la fantasía del pensamiento único. El reordenamiento económico trajo escasez y desigualdad. La pandemia quebró el mito de un sistema de salud con niveles similares a los países más avanzados.

La escasez de productos básicos y la falta de empatía de la dirigencia que mantenía un discurso lleno de frases vacías podrían haber sido los detonantes de las manifestaciones del 11 de Julio. Por ejemplo, el programa Mesa Redonda de la televisión oficial tuvo el 30 de junio, cuando los números de contagios de COVID ya crecían, una emisión dedicada a un discurso de Fidel realizado 60 años atrás. El día 12 de julio, un día después de las protestas, ese mismo programa presenta “Cuba frente al neoplattismo, la subversión y el imperio”. Los gobernantes viven en una burbuja donde la lógica de la guerra fría sigue vigente. Los cubanos luchan cotidianamente en la vida real.

Los jóvenes que salieron espontáneamente a la calle no vivieron la revolución. No fueron seducidos por el discurso cautivador de Fidel. Muchos de ellos eran muy jóvenes cinco años atrás cuando murió el líder. Nunca se convencieron de los sacrificios por la revolución, que en 62 años no logró ni igualdad ni desarrollo. La falta de liderazgo y la torpeza comunicativa de Miguel Diaz Canel fueron cruciales para la rebelión del 11 de julio.

La falta de un proyecto y de un futuro, sin expectativas y ante un discurso viejo, repetido, estático que insiste en que la culpa siempre es de Estados Unidos, condimentaron la furia ciudadana.

En este contexto, la aparición de los jóvenes artistas del Movimiento San Isidro y del movimiento 27N fue una demostración del hartazgo. No son opositores. Piden por la libertad de expresión. Entonces, no es una sorpresa que cubanos y cubanas, el 11 de julio se lanzaran a las calles vestidos de ciudadanos enfrentando a esa vieja revolución que se niega a asumir su fracaso.