Entrevista Eduardo Levy Yeyati, para suplementos ideas. FOTO: FABIAN MARELL

Para el economista politemático, Eduardo Levy Yeyati, los problemas en la Argentina cambian y a la vez no, una paradoja que se incrustó en el adn del país que hace que puedan existir en la historia periodos de crecimiento económico, pero no de desarrollo sostenido hacia el progreso social.

Con motivo de la presentación de su último libro “Dinosaurios & Marmotas”, el decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), que fue economista jefe y gerente de política monetaria del Banco Central en 2002, analizó la coyuntura económica y sostuvo que la única manera de evitar el colapso hacia la pobreza y la marginalidad es con la creación de un Ministerio de Inclusión Laboral que corte con la cadena de subsidios y asistencialismo estatal. La presentación virtual contó con la participación de politólogos, economistas y el exministro de Economía, Hernán Lacunza.

“Hay un derrape lento en el mercado laboral que hace que cada vez haya menos empleo formal privado, no en los últimos cinco años sino hace décadas. Eso transforma a la población porque hay mayor precarización y el precario piensa distinto, opera distinto y vota distinto”, dijo Levy Yeyati.

“El derrape laboral, social y el aumento de la marginalidad cambia los patrones de votación, y no en el sentido virtuoso. Profundiza el cortoplacismo y no digo que los votantes tienen la culpa sino que son víctimas del fracaso de nuestro estado de bienestar. Esto genera incentivos para que se mantengan lideres populistas con visión a corto plazo”, agregó el economista.

Para Levy Yeyati, en la Argentina los problemas como la inflación, el dólar, y la recesión están entrelazados y abordar el tema del desarrollo social no es una tarea sencilla que pueda recaer en un solo gobierno. Su visión es que hace muchos años que no se registra en el país un periodo de desarrollo positivo. Lo que se ve son solo momentos circunstanciales de crecimiento y mencionó como ejemplos las reformas que impulsó el exministro Domingo Cavallo durante la presidencia de Carlos Menem, que fueron ampliamente criticadas, y los años de “viento de cola” en los 2000.

“El estado está engordado sin los recursos para mantener los gastos de manera sostenible. La única salida para frenar el derrape hacia la pobreza, la indigencia y la marginalidad es la inclusión laboral y por eso necesitamos un ministerio de inclusión laboral. Es imposible pensar el desarrollo social por fuera de ello”, dijo y luego agregó: “No hay dinero para extender una red de seguridad sobre la población pobre que lamentablemente es cada vez mayor. Es un default más creer que se puede compensar la falta de progreso social con un cheque. Las áreas de desarrollo y trabajo que están aisladas cada una en su ministerio en realidad no pueden trabajar separadas”.

Según Levy Yeyati el ahorro, la moneda y las exportaciones, son tres problemas estrechamente vinculados bajo una lógica del “huevo y la gallina”. La variabilidad del tipo de cambio hace que no se generen exportaciones, la falta de dólares tiene el efecto de, que para crecer, la Argentina se tenga que sobreendeudar, lo que a la vez deriva en crisis cíclicas cada cinco años que impactan con un salto en el tipo de cambio.

“El problema del país no se resuelve con una sola salida. En la cabeza de todo argentino creemos que en algún momento estuvimos mejor, pero si lo estuvimos fue en términos relativos. El resto del mundo junto con los países vecinos avanzaron muchas más que nosotros en las últimas décadas y por eso vemos que estamos peor. No hay nada en el pasado que indique hacia donde tenemos que ir en el futuro para salir de esta trampa”, dijo.

En su intervención, Lacunza sostuvo que existe un estancamiento no solo en la economía argentina sino en el debate público. “Hay un debate saturado de presente. Lo vemos en la discusión del programa de Gobierno pre electoral. Está todo abocado a un día, el de las elecciones. Todo esta dirigido para influir en el votante y lo peor es que tienen razón porque el voto se define por una vacuna más, una vacuna menos”, dijo Lacunza y sostuvo que hay en el país una banalización de la corrupción que impide el desarrollo, y que en los debates los argumentos perdieron terreno frente a los slogans políticos.

“No se llega a los bolsos de José López sin la corrupción de los ’90. Si el Indec convalidó que vale mentir descaradamente frente al consumidor no nos sorprendamos después que el valor de la palabra en las campañas vale menos”, agregó el exministro.

A su turno Levi Yeyati coincidió con Lacunza en que hay debates en el país que se encuentran estancados. “Cada vez son más. El impuesto a las Ganancias, por ejemplo, se volvió un tema tabú porque todos los economistas sabemos que tenemos que ir para un lado y los políticos y la población suscriben a la versión contraria. En algún momento vamos a tirar la toalla y coincidir con eliminar el impuesto”, consideró el analista.