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26/04/21

Las causas del reconocimiento de EE.UU. del genocidio armenio

El profesor de las Licenciaturas en Ciencia Política y Gobierno y en Estudios Internacionales explicó por qué el presidente Biden reconoció el genocidio armenio.

Por Juan Pablo Artinian


El 24 de abril se conmemoró el 106º aniversario del genocidio contra los armenios perpetrado por el imperio turco-otomano a partir de 1915, en el que más de un millón de seres humanos fueron asesinados. Este año el presidente de los Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, en una declaración oficial histórica, se refirió al exterminio utilizando dos veces la palabra “genocidio”. ¿Qué elementos permiten explicar la declaración del presidente de la primera potencia?

En primer lugar, el papel de una nueva administración en la Casa Blanca que quiere revertir la política aislacionista anterior y busca volver a un papel asertivo y de liderazgo a nivel global. Los últimos años mostraron el ascenso económico de China, pero también una política exterior más audaz de Vladímir Putin. Así, se reconfiguraron las relaciones entre el poder militar de Rusia y las ambiciones de un actor regional como Turquía. Esta extraña relación entre Putin y Recep Tayyip Erdogan (calificada como amigo-enemigo) ha puesto al gobierno de Ankara bajo el escrutinio de Washington. El discurso de Biden se enmarca en un contexto de tensión por las políticas turcas, cuya adquisición de un sistema antiaéreo ruso, el S-400, generó una luz de alarma en Washington. Turquía, como miembro de la OTAN, ha tenido una política exterior agresiva en Siria, el Mediterráneo y el Cáucaso. Erdogan trató de descomprimir sus problemas internos (inestabilidad política y crisis económica) a través de una política belicista. La guerra de los 44 días el pasado año en el Cáucaso, en la que Turquía brindó su apoyo militar a Azerbaiyán para derrotar a Armenia, son prueba de ello.

El discurso de Biden impacta en la ya problemática imagen del régimen de Erdogan hacia el exterior (Turquía es hoy el segundo país con más periodistas encarcelados en el mundo) en momentos en que las medidas represivas contra las mujeres van en aumento.

El reconocimiento del genocidio por parte de Washington desnuda, aun más, las mentiras negacionistas de Ankara. Un negacionismo que se basa en los silencios de la realpolitik y se centra en un discurso autoritario que ahora está cada vez más circunscripto a Erdogan. Hoy, gran parte de la propia sociedad turca rechaza el negacionismo de la historia oficial: desde periodistas e intelectuales hasta el movimiento de mujeres de ese país muestran su solidaridad en la condena del genocidio.

La lucha por el reconocimiento y reparación en torno a este genocidio comenzó hace más de cien años gracias a los propios sobrevivientes. Hoy continúa, no solo a través de sus descendientes, repartidos en todo el planeta, sino por todas las mujeres y hombres del mundo, incluso en Turquía, que muestran su solidaridad por la búsqueda de justicia. El discurso de Biden debe enmarcarse en el contexto por las pujas de poder en un mundo en crisis. Sin embargo, la acción de miles de mujeres y hombres a lo largo de un siglo por el reconocimiento del genocidio armenio también forma parte de este giro de la historia. Son esas acciones las que generan cambios positivos para toda la humanidad.

(*) Doctor en Historia por la State University of New York at Stony Brook. Docente en el Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella.