Claudia Romero, profesora de las Maestrías y Especializaciones del Área de Educación e investigadora asociada al Cepe, fue entrevistada en Veinte manzanas sobre la situación del sistema educativo. Según la experta, la situación de la educación argentina previa a la pandemia "estaba muy mal". "Hay dos problemas importantísimos que son la desigualdad educativa y la baja calidad que combinados nos llevan a estar, dentro de lo que son las evaluaciones internacionales, siempre al final de la lista", dijo. Además, explicó que "menos de la mitad, el 47%, 48% de los chicos, terminan la escuela secundaria y la mitad de la masa laboral en Argentina no ingresó nunca a la secundaria". En estas condiciones es que irrumpe la pandemia, junto "con los indicadores económicos".

Respecto a si la educación funciona como una herramienta para disminuir la desigualdad en la sociedad, Romero sostuvo que es "la herramienta". "Es lo que se construye socialmente para producir igualdad de oportunidades en todas las sociedades del mundo, es la herramienta social para producir la batalla contra las determinaciones que trae la cuna de las personas", analizó. Aún así, la experta explicó que esto se plantea idealmente y que "la educación también tiene el problema de reproducir las desigualdades". "El factor más importante que determina los logros que tiene un alumno es su nivel socioeconómico de origen, entonces la escuela todavía no le gana, y esto es en toda América Latina, al factor cuna", señaló. Romero sostuvo que "la Argentina tiene una historia de movilidad social a través de la educación, pero que ha quedado en el pasado en un sentido". 

Además, la experta hizo referencia a un artículo de hace dos años donde sostuvo que "la educación le importa básicamente a los padres y madres". "En aquel momento esto no era evidente, pero en los últimos meses los padres empezaron a cobrar una fuerza interesante y una voz que demanda educación", dijo, y agregó: "Yo aspiro a que esa demanda se vaya complejizando, sofisticando y se convierta en una demanda por la mejora. Por ahora estamos en lo básico que es que vuelva a haber clases o incluso que se garantice un cierto horizonte educativo".

Romero explicó que la educación continúa en este trayecto porque "hace ya bastantes años, diría más de una década, la sociedad tiende a resolver con estrategias individuales problemas que son sociales y públicos". Esto no se reduce a la educación: "hemos tratado de armar una salida individual a lo privado y retirar la voz de la demanda por la educación pública, la salud pública y la seguridad pública". "Hay un modo de entender que esa es una forma de garantizarle a los hijos un futuro y me parece que desde el punto de vista individual de las familias y demás es lógico. Sin embargo, eso tiene un impacto muy negativo porque retira la voz del debate público y entonces uno diría, ¿quién se ocuparía de todo lo que hay por hacer en educación?", explicó. 

Sin embargo, "el impacto de la pandemia fue sacudir un poco y despertar a esa ciudadanía que, en parte, reclama por su escuela, y ahí uno puede mirar realmente si es un comportamiento ciudadano que está en defensa de la educación o si es un comportamiento más cercano a un cliente que protesta insatisfecho por un servicio". "Por algunas cosas que vamos viendo pareciera que es una oportunidad para que ese debate no quede reducido a la protesta de un cliente", dijo, y agregó: "Si uno analiza el lo que hemos vivido en el 2020, son muy fuertes las cosas que hemos visto y el impacto que han tenido en el día a día de cada niño y de cada familia. Muchas familias descubrieron de qué se trata la escuela, es decir, cuando tuvieron que ocupar el lugar del docente, acompañar a los hijos aprendiendo determinadas cosas, descubrieron lo que es el trabajo de un maestro, y muchos directores y maestros me contaban que recibían mensajes en Whatsapp y emails agradeciéndoles". 

La entrevista completa, acá: