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Chequeado.com
11/03/21

Educación en pandemia: los recursos producidos por el ministerio nacional fueron poco usados por los docentes

La profesora del Área de Educación de la Escuela de Gobierno e investigadora asociada al CEPE analizó el impacto de la suspensión de las clases escolares entre los sectores más vulnerables durante 2020.

Por Claudia Romero


En su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, se refirió a la educación durante la pandemia y dijo: “Ante la necesidad de suspender las clases presenciales, situación que también se verificó en 190 países, el Gobierno nacional y las 24 jurisdicciones desplegaron recursos educativos en soporte digital, papel, televisivo y radial para estudiantes, familias y docentes”.

Vale la pena destacar que, a diferencia de lo que pasó en otros países, la suspensión de clases presenciales en la Argentina alcanzó al ciclo lectivo completo y, si bien la mayoría de los países establecieron cuarentenas acotadas y suspensión de actividades escolares, ninguno lo hizo en plazos tan extendidos (ver más datos sobre esto acá).

Por su parte, estos recursos educativos tuvieron un bajo impacto en la educación de los chicos durante 2020. 

Los propios datos oficiales de la Evaluación Nacional del Proceso de Continuidad Pedagógica señalan que el uso de los recursos elaborados por el Ministerio de Educación de la Nación fue muy bajo. En promedio, sólo el 28% de los hogares reporta haber utilizado los recursos en papel (cuadernillos) En el nivel secundario -el que tiene mayores índices de abandono en ciclos normales-, sólo el 19% de los docentes declara haber usado los cuadernillos, el portal digital del Ministerio Nacional lo usó el 18%, el material de TV lo usó el 4% y la radio sólo el 1%. 

Por su parte, los cuadernillos fueron el recurso más extendido, con un uso máximo en el primario del 47% de los docentes. En el nivel inicial, el 35% de los maestros indicaron haberlo usado, pero en el secundario no superó la barrera del 20%. Por último, el portal digital también fue más usado por los docentes del nivel primario (35%), seguido por el nivel inicial (24%) y el secundario (18%)

Otros estudios también señalan el bajo impacto de esta política, entre ellos una investigación realizada por la Universidad Torcuato Di Tella -de próxima publicación académica internacional y dirigida por la autora de esta nota-, que se llevó a cabo en 149 escuelas públicas y privadas de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires y en donde ninguna reportó usar radio ni TV para sus clases.

En tanto, el uso de los cuadernillos alcanzó en esta muestra de escuelas a menos de un tercio de las escuelas con población vulnerable y a un 1% de los establecimientos educativos con población de baja vulnerabilidad. Las plataformas educativas oficiales, por su parte, fueron usadas en un 2% por los alumnos con menos recursos económicos y un 5% por los más favorecidos.

Este estudio muestra claramente 2 modelos de escolarización segregados según nivel socioeconómico: las “Escuelas Zoom” y las “Escuelas WhatsApp”. Las primeras, donde se ubican las escuelas con población en condiciones favorecidas, con clases remotas prácticamente diarias donde se utilizan videoconferencias sincrónicas con el docente y plataformas propias de cada escuela. Las segundas, para las poblaciones más vulnerables, con contactos más esporádicos o intermitentes que establecían conexión por WhastApp o correo electrónico con actividades y recursos producidos por los propios docentes. 

En condiciones de suspensión de la presencialidad, los recursos que poseen las familias junto a la capacidad de organización de las escuelas son los factores que parecen definir la forma que asume la escolarización.

Una explicación posible para el bajo uso de esos recursos oficiales en papel tiene que ver con su distribución. Los cuadernillos aparecieron cuando las escuelas ya estaban cerradas y, por lo tanto, no resultaba claro el circuito por el cual llegarían a los alumnos y docentes. 

En cuanto a los recursos digitales y su bajo impacto, es necesario destacar que la población no sólo de alumnos sino de docentes cuenta con recursos insuficientes para acceder a ellos. La misma evaluación oficial señala que sólo un 37% de los docentes tiene uso exclusivo de computadoras, notebook o netbook en sus hogares y sólo el 53% dispone de celular smart de uso exclusivo con datos para navegar.

En cuanto a los alumnos, según datos del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica, para 2019 el 13,3% de los hogares urbanos no poseían conexión fija a internet ni un teléfono móvil con conexión a internet. En hogares cuyos miembros son trabajadores precarizados este porcentaje asciende al 23,3%. Para el mismo año, el 48,7% de niños/as entre 5 y 17 años no tenían computadora en su vivienda ni el 47,1% servicio de conexión a internet.

Con el cierre de las escuelas, las desigualdades socioeconómicas preexistentes entre instituciones escolares, docentes y alumnos se profundizaron, la brecha digital asumió nueva relevancia y la política de producción de recursos encarada por el Ministerio se visualiza como de baja eficacia.

Claudia Romero es Doctora en Educación. Profesora de la Escuela de Gobierno e investigadora del CEPE de la Universidad Di Tella.