Marcelo Rabossi, profesor del Área de Educación de la Escuela de Gobierno, fue entrevistado en el programa "Encendidos en la tarde" sobre la desmotivación de los universitarios argentinos para quedarse a trabajar en el país. “El caso de Argentina no está atravesado por ningún fenómeno migratorio, sino por una cuestión económica”, sostuvo. Según el profesor, “el país puso el freno de mano los últimos diez años y no crece”. “De 2015 a 2020 la población creció en 5 millones de personas, es decir, hay más personas con el mismo producto”, dijo, y agregó: “A su vez, el mercado no está creando empleos de calidad, sino que lo que se ha generado en el último tiempo ha sido a través del Estado, planes o subsidios”. 

“El trabajo que se está generando es de baja productividad y bastante politizado. Es muy difícil retener a los jóvenes con este panorama”, explicó. Además, opinó que “hay una especie de pesimismo que se transmite generacionalmente”. “La Argentina no tiene un plan estratégico de crecimiento y de generación de empleos de calidad”, señaló. Esto se debe, según Rabossi, a que en Argentina “se sigue formando en profesiones que no son las que requiere el mercado, a pesar de que ser un mercado que se achica”. Como ejemplo, manifestó que “hoy se reciben por año 18 mil abogados y solamente 7 mil ingenieros y 500 matemáticos”, mientras que “el 50% de la demanda de trabajo requiere uso de habilidades tecnológicas y de sistemas” y “7 de cada 10 empresas encontraron dificultad para conseguir ingenieros”. “Es un mercado laboral que viene sufriendo cambios muy grandes en cuanto a las competencias que le requiere a la futura mano de obra, pero ni los estudiantes ni las universidades terminan de perseguir estos cambios”, desarrolló.

Respecto a cómo solucionar el problema, Rabossi sostuvo que “las administraciones o el gobierno de turno, generen las condiciones para que aumente la tasa de inversión”. “Hoy invertimos menos del 15% del PBI, es decir, que no solo no crece el stock de capital fijo, sino que además lo estamos destruyendo”, sostuvo, y agregó: “La Argentina necesitaría invertir 35 mil millones de dólares adicionales todos los años para comenzar a crecer. Esto desalienta a los jóvenes y no se puede evitar que busquen trabajos en el exterior”. “La universidad debe acoplarse a un modelo de desarrollo que tiene que ser generado a partir del gobierno en concordancia con las industrias y dichas universidades”, explicó.