Paula Bruno, profesora del Dpto. de Estudios Históricos y Sociales, participó de La noche de las ideas, donde habló de las nociones de proximidad y distancia en las trayectorias biográficas. Para analizar estos conceptos, habló de la relación entre Eduardo Wilde, Pedro Goyena y José Manuel Estrada en la década de 1870, en una Buenos Aires que “mostraba ansias de “modernización, pero que estaba a mitad de camino entre una gran aldea y una ciudad cosmopolita”.

“En la república porteña de las letras predominaba un clima de conciliación de intereses que intentaba poner fin a décadas de enfrentamientos encarnizados entre bandos”, explicó la historiadora. De este modo, los eventos políticos se caracterizaban por “querellas y disputas”, mientras que en los espacios de sociabilidad cultural “las afinidades primaban sobre las tensiones”. Los “tres amigos” previamente mencionados, tenían una “proximidad estrecha y el afecto que expresaban era sincero. Eran amigos y confidentes y podían ser, en ocasiones, contrincantes cordiales”. 

Entre sus discusiones y debates, se encontraba el tópico de la poesía. “Goyena apostaba a la consolidación de la poesía en Argentina como un vehículo de definición de identidad nacional. Sostenía este argumento señalando que la poesía propiciaba el recuerdo de un pasado glorioso y ponderaba las tradiciones colectivas”, dijo, y agregó: “Para Wilde, en cambio, los poetas eran un fastidio y la poesía no reportaba beneficios para una sociedad como la argentina, en construcción. Destacaba que entre poetas e higienistas quedaba claro a quién necesitaba el país, y remataba sus impresiones señalando que era una burla a las musas escribir poesías sobre las costumbres de los gauchos”.

“En este debate Wilde y Goyena discutían con confianza a sabiendas de que, mientras esas palabras se publicaban en revistas y periódicos, ellos estarían conversando por las tardes en las trastiendas de una librería o en la redacción de un diario con José Manuel Estrada, un amigo común, que prefirió no pronunciarse sobre esta cuestión”, señaló Bruno. 

Sin embargo, las controversias se presentaron una década después, con la llegada de las reformas laicas, los proyectos de ley de separación de la Iglesia y el Estado. “José Manuel Estrada y Pedro Goyena devinieron voces relevantes del catolicismo, frente a lo que consideraban un embate estatal. Eduardo Wilde, ministro durante las presidencias de Julio Argentino Roca y Miguel Juárez Celman, fue propulsor de la separación de la Iglesia y el Estado, y se lució en las cámaras con discursos aplaudidos de pie, ovacionados y ampliamente replicados por los periódicos”, señaló. Estrada “se había convertido en un adalid de las voces católicas”, secundado por Goyena, y atacaba a Wilde que “ahora era el enemigo”. 

“Mientras Wilde le señalaba a Estrada que el mundo no era como él lo veía, o por lo menos como lo estaba mirando, Goyena le repetía una y otra vez una frase que ambos usaban para dar cuenta de la amistad que los unía: tú y yo pensamos con los mismos sesos”, relató. 

“Quienes nos ocupamos de los estudios biográficos tendemos a focalizar la atención en una vida que, en general, consideramos única, como son todas las vidas, por cierto. De este modo, el nombre propio, la fecha de nacimiento y deceso, las etapas de una trayectoria y otros elementos, recortan una vida y las dotan de peculiaridades”, explicó. Para Bruno, aquel que realiza una biografía primero “recorta una vida” y luego, en un segundo momento, explora sus “vínculos familiares, románticos, amicales, intelectuales y la sociabilidad”. La historiadora, volviendo a los “tres amigos”, se pregunta: “¿Qué habrá sido más constitutivo para la experiencia vital de Estrada en ese momento preciso? ¿Qué habrá sido más disruptivo: que Goyena le haya confesado que estaban en una sintonía completa y que sus ideas eran indistinguibles o que Wilde le haya indicado, atribuyéndose una lucidez superior a la suya para ver el mundo y captar los climas de época, que ese mundo no era como él lo estaba mirando y evaluando? ¿Cuál de estas apreciaciones habrá calado más profundamente en el devenir vital de Estrada?”. Bruno concluyó su exposición con una pregunta: “¿Que entrama de manera más intensa a una vida en su relación con otras, la distancia o la cercanía?”.

La disertación completa, acá: