El paquete de asistencia desplegado por el Gobierno para paliar la coronacrisis logró evitar un aumento de la desigualdad en el tercer trimestre, según los datos publicados por el Indec. Su informe de Distribución del Ingreso mostró que el coeficiente de Gini, un indicador que mide el nivel de inequidad entre los extremos de la pirámide social, se mantuvo prácticamente estable respecto de la prepandemia. Sin embargo, en el marco de una caída generalizada de los ingresos laborales y de una importante destrucción de empleos, la pobreza siguió en alza durante ese período: los especialistas estiman, en base a datos oficiales, que en el "semestre móvil" comprendido por el segundo y el tercer trimestre alcanzó el 43,5%.

Los datos oficiales mostraron que la distancia entre el decil más rico de la población, que concentró el 32,1% de los ingresos totales, y el más pobre fue de 22 veces en el período julio-septiembre. En los dos trimestres impares previos, que también contabilizan el aguinaldo, había sido de 23 veces. El Gini dio 0,443, una milésima menos que en el primer semestre, una distancia que los analistas consideran estadísticamente no significativa, y seis menos que un año atrás.

La clave para eso fue que los ingresos no laborales aumentaron más que los laborales: 38,7% contra 14,6% interanual en términos nominales. Entre los primeros, explicó el Indec, se incluye la AUH, el IFE y la Tarjeta Alimentaria, que impactaron más en los sectores más bajos. Por caso, en el decil 1 los ingresos no laborales representaron el 71,1% del total, mientras que en el más alto, apenas el 19,8%. El recorte en el gasto Covid -con la suspensión del IFE como gran ejemplo- de los últimos meses, en el marco de la negociación con el FMI, hará que pierda peso en el cuarto trimestre.

Con todo, las condiciones de vida continuaron su deterioro pese a la progresiva reapertura. Leopoldo Tornarolli, investigador del Cedlas, estimó en base a la distribución del ingreso que la pobreza se ubicó en 39,7% en el tercer trimestre. Si bien fue 7,5 puntos menor al pico del segundo trimestre, en el momento más duro de la cuarentena, el hecho de que en los trimestres impares haya aguinaldo le agrega estacionalidad al dato. Contra el primer trimestre, implicaría una suba de 6,7 puntos, lo que equivale a 3 millones de nuevos pobres.

El resultado: pobreza del 43,5% en el semestre móvil abril-septiembre, un dato que el Indec no publica. La próxima tasa oficial de pobreza será la del segundo semestre calendario. El econometrista de la UTDT, Martín Rozada, proyectó que será "algo más alta" que el 40,9% indormado por la entidad que dirige Marco Lavagna para la primera mitad de 2020.

Consultado por BAE Negocios, Rozada explicó: "La tasa del segundo semestre es el promedio del tercer trimestre y el cuarto. En el tercero, estaba alrededor del 40%. En el cuarto, la EPH no captura el aguinaldo y en un año normal suelen ser más altas que los trimestres impares. Además, en los últimos meses la canasta básica total aumentó por encima de la inflación. Eso sugiere que la tasa del cuarto trimestre va a ser un poco más alta que la del tercero. Con eso, ya es similar a la del primer semestre y yo espero que dé un poquito más, 41% aproximadamente. Un poco más abajo del pico de 43,5%".

Luego de dos años consecutivos de desplome salarial durante el Gobierno de Cambiemos al que se sumó un 2020 también de pérdida en el marco de la coronacrisis, la pobreza acumula un salto de más de 15 puntos desde fines de 2017. En otras palabras, casi 7 millones de argentinos pasaron a ser pobres. La posibilidad de empezar a revertir la tendencia en la pospandemia dependerá del inicio de un sendero de recuperación real de los ingresos de los trabajadores.