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iProfesional
21/09/20

Para Ricardo Dessy, director del Citi, el desdoblamiento o más controles serían una anestesia de corto plazo

Ricardo Dessy, profesor de la Maestría en Finanzas, fue consultado sobre la evolución de las principales variables de la economía argentina y su perspectiva para 2021.

Por Leandro Gabin
Para Ricardo Dessy, director del Citi, el desdoblamiento o más controles serían una anestesia de corto plazo

Ricardo Dessy es director de Citi para el cono sur de América Latina, responsable de las áreas de Economía, Asuntos Públicos y Gubernamentales. Trabaja en la entidad desde 1996 donde se inició en proyectos estratégicos globales y se ha desempeñado en diversos roles en la institución, entre ellos CFO para Cono Sur y asignaciones internacionales para Citibank Londres y Nueva York. Es magíster en Finanzas del CEMA, posgrado en Estrategia de Wharton School, University of Pennsylvania. 

En diálogo con iProfesional, el economista (surgido de la Universidad de La Plata) y profesor (de la UNLP y la Di Tella) dijo que la caída de reservas tiene una salida virtuosa que es generar confianza. Pero cree que terminará en medidas de más restricciones que funcionarán en el corto plazo pero que no se podrán mantener. Como siempre, la falta de un sendero fiscal es la principal razón de esa desconfianza a pesar de que el canje de deuda y el nuevo acuerdo con el FMI podría ayudar a que se regenere un cambio de expectativa.

-Despejados los vencimientos de deuda de los próximos años luego del canje de deuda, e iniciada la negociación con el FMI (se supone que también habrá roll over), ¿cuáles serán los drivers que movilizarán a los inversores mirando hacia el año que viene?

-Los drivers que motivan inversiones son y serán los mismo que en el resto del mundo, reglas claras y sostenidas con instituciones fuertes, que permitan vislumbrar y entender un horizonte temporal hacia adelante, que ayude a decidir si hoy desembolso dinero para recuperarlo en los próximos años. Esa es la razón por la que los inversores huyen de economías frágiles y vulnerables cuya prosperidad depende mucho del resto del mundo, sus resultados están más expuestos a variables exógenas que endógenas. En léxico de "liderazgo" podríamos decir que el inversor huye de economías "víctimas" para elegir economías "protagonistas". Esto ocurre porque los eventos inesperados impactan de forma más violenta en los mercados frágiles y eso los lleva a improvisar y modificar reglas todo el tiempo, bajo la impronta de "la emergencia para sortear crisis".

Es cierto que habiendo alcanzado un acuerdo por la deuda, una parte de esa imprevisibilidad que nos caracteriza ha sido solucionada, pero las distintas reacciones del mercado global para con Ecuador y Argentina, habiendo sorteado situaciones muy similares, revelan que aún persiste mucha preocupación para proyectar con mínima confianza un flujo de fondos hacia adelante. Y esta poca atracción al capital de la que gozamos, se refuerza porque llevamos décadas en esta dinámica de prosperidad dependiente de la generosidad o humor de los demás.

Dessy cree que

Dessy afirma que en economía la expectativa es todo y que todavía el país no genera confianza


No es problema de un Gobierno, comienza a ser percibido globalmente como una dificultad socioeconómica cultural muy nuestra y eso no se resuelve en el corto plazo ni con un plan macroeconómico. Es cierto que hay una dosis de optimismo en términos de que el diagnóstico y accionar del Gobierno ha sido el acertado para seguir insertos en el mundo y los mercados globales, así como un acuerdo con el FMI puede ser percibido por algunos analistas como que el margen de incertidumbre y volatilidad será menor, como ocurrió en otros países "vulnerables" a los shocks y que se han alejado del club de las crisis recurrentes haciéndose más dueños y protagonistas de la prosperidad de sus naciones.

Es interesante observar la dinámica de las deudas. Mucha gente pregunta si ahora post acuerdo alcanzamos la "deuda sostenible" o solo se postergaron pagos. El profesor Sebastián Edwards, de UCLA, afirma que "la deuda sostenible es aquella que no se paga, pero por decisión del acreedor…". Las grandes multinacionales o bancos globales tienen pasivos cuantiosos, pero que usualmente se "renuevan al vencimiento y muchas veces por tasas de interés más bajas. Es un tema de confianza, no de montos ni de ratios. El país más endeudado de la tierra es Japón con un ratio Deuda/PBI de 230% pero paga menos de 1% por su deuda y sus acreedores la renuevan una y otra vez. Nuestro ratio de Deuda/PBI es un tercio del de Japón pero nos cobran 12 veces más caro.

En economía, confianza y expectativas superan a la aritmética y los hechos. Resumiendo, es muy bueno lo que ocurrió con los bonistas y un acuerdo con el Fondo podría reducir márgenes de incertidumbre dado que soy optimista en cómo quedará Argentina posicionada luego de esta crisis global, aunque aún queda mucho por hacer.

-Una de las dudas que tenía el mercado y que adelantó el ministro Guzmán fue el déficit primario de 4,5% del PBI para el 2021. Pasado los efectos de la pandemia, ¿la Argentina puede ir hacia un equilibrio fiscal relativamente rápido?

-Por empezar es positivo que se aporte luz hacia adelante, que comiencen a surgir más certezas que dudas, porque más allá que el número nos parezca alto o bajo, para un inversor "incierto es peor que malo". A una situación que pueda no ser de nuestro conveniencia le podemos poner un plan de acción, pensar una solución o una corrección, en cambio la incerteza o poca claridad lleva a la quietud, a moverse lo menos posible, a no decidir.

El salto esperado en el déficit fiscal primario para 2020, que terminará entre 6% y 7% del PBI se explica tanto por una baja en la recaudación como por una suba del gasto lógica y asociada a la pandemia, que es un fenómeno global. Aquí lo importante para solucionar el salto del déficit fiscal primario en 2020 es entender si las dinámicas mencionadas de recaudación y gasto serán temporarias o permanentes. Todo indicaría que la recaudación debería recuperarse cuando la actividad se normalice, pero por el lado del gasto, habiendo crecido tanto la pobreza sugiere que llevará más tiempo reducirlo a los niveles previos a la crisis. Sin embargo, debemos siempre recordar que el déficit fiscal alto y sostenido es la principal razón de nuestra fragilidad para generar confianza.

Porque como aprendimos con los años, las correcciones fiscales las produce luego inevitablemente la realidad con devaluaciones e inflación, perjudicando mayormente a los estratos económicos más bajos. "El gasto es inflexible a la baja hasta que baja", decía un viejo profesor de la Universidad de La Plata. Y ya sabemos como baja.

No obstante, entiendo que estamos a tiempo para mostrar un sendero de previsibilidad. Un buen plan fiscal con "pruebas" de viabilidad real en el corto plazo y auditores en los que confían los mercados, puede ayudar mucho a reconstruir la confianza. Como dije, en economía, la expectativa "mata" realidad.

El Citi dice que

El Citi calcula que la economía argentina caerá 11% este año y que rebotará solo 6% en 2021


-Algunos creen que si las cosas "se hacen bien", la economía el año que viene podría rebotar fuertemente (si bien, quizás, no recuperar la caída de este año). ¿Cómo cree que será el 2021?

-Nosotros creemos que este año la caída del PBI rondará el 11%, similar a México y Perú y esperamos aquí para 2021 un recupero de la actividad del orden del 6%. Hay países de la región que recuperarán el año próximo el 100% de sus caídas, pero son los casos de países con macroeconomías más ordenadas y por ende inflaciones muy bajas, lo que les da mayor margen de acción para utilizar la política monetaria como herramienta expansiva. Con inflación anual esperada para 2020 del 1% como en el caso de Perú o del 2% para Chile, Colombia o Brasil, es mucho más eficaz la política monetaria que posee efectos inmediatos, ideal para estas crisis inesperadas.

En cambio en los países con mayor inflación, la demanda por más pesos, aun siendo un efecto extraordinario, es muy baja o nula, con los cual la expansión monetaria se diluye vía inflación y devaluación como herramientas de "hedge" o cobertura del poder adquisitivo. Es como el cuento del lobo, la utilización de recursos extraordinarios como la emisión, para resolver situaciones ordinarias y recurrentes, torna a estos instrumentos en estériles, cuando son realmente necesarios. Esto es, hay variables que están lejos de su equilibrio por el exceso de pesos y este temor a fogonazos nominales, en tiempo y magnitud, erosiona el vigor de la recuperación esperada.

-Uno de los problemas crónicos de la Argentina es la escasez de dólares. El Gobierno se debate entre esperar los beneficios de un canje exitoso o restringir más el cepo para evitar que las reservas del BCRA sigan cayendo. ¿Cómo cree que se saldará ese debate?

-Nadie lo sabe ya que dentro del Gobierno y el Banco Central, como ocurre en todo el mundo, hay distintas posturas. Usted me preguntan por la escasez de dólares, pero no es así. En el mundo hay excedente de dólares, por eso la tasa de interés real es casi negativa. Lo que sí hay es un exceso de pesos. Entonces, ¿es malo este exceso de pesos en una emergencia? No, para nada, lo tienen todas las economías avanzadas. La objeción surge en su no aceptación. La gente ya aprendió que si los guarda, mañana comprará menos bienes.¿Porque digo esto? porque hay una salida virtuosa sin cepo ni regulaciones que afectan al nivel de actividad (Argentina importa maquinaria y bienes de capital, necesarios para producir), que es regenerar la confianza y volver a crecer. Si ocurre, hará que la actual demanda de dinero (no sostenible) por "motivo precaución" se transforme en demanda de pesos por motivos transaccionales aceitando los mecanismos de una mayor actividad y esto atenuará la huida de los pesos.

Pero, por lo pronto, para los analistas esto último sugiere ser el escenario menos probable. Por lo tanto, para frenar la caída de reservas solo quedan en lo inmediato, acciones todas subóptimas como un desdoblamiento o múltiples tipos de cambio con regulaciones severas. Como sabemos, puede funcionar solo en el muy corto plazo atenuando el dolor, pero es solo anestesia, la infección se resuelve de otra forma, generando confianza y expectativas.  

El director del Citi dice que la forma de salir de las restricciones es generando confianza
El director del Citi dice que la forma de salir de las restricciones es generando confianza
 

Ante una oportunidad histórica, otra vez

 -Algunos creen que la Argentina podría aprovechar el "viento de cola" con liquidez mundial, tasas por el piso, dólar debilitado en el mundo y cierta recuperación de las commodities. ¿Estamos ante una nueva oportunidad? ¿Cómo podría aprovecharse y no "perdernos este tren"?

-Entiendo que Argentina quedará en una situación con oportunidades en la economía post pandemia. Nuestro equipo de Research Global acaba de emitir un reporte donde afirma que de los 3 factores que hacen al crecimiento (tecnología o capital, mano de obra y productividad), los dos últimos serán los protagonistas en generar el futuro crecimiento, mientras que el factor capital perderá relevancia. Esto, por empezar no es una buena noticia para economías productoras de tecnología y maquinarias pero si lo es para aquellas con mucho capital humano y competitividad, que exportan alimentos, servicios y conocimiento.

Por otro lado, venimos de muchos años de recesión, con lo cual la capacidad ociosa es alta y para una economía sin ahorro interno, el contexto de liquidez mundial y tasa cero ayudará. También, en un mundo que se torna confuso y los conflictos comerciales y arancelarios sugieren perdurar, no es menor destacar que Argentina posee todos los recursos naturales con lo cual la exposición o vulnerabilidad a la provisión de insumos básicos o intermedios aquí será menor.

Otro aspecto que se mira post pandemia son las pirámides poblacionales de los países. Tanto en términos de riesgos sanitarios y riesgo previsional así como en su capacidad de absorber el fortísimo shock tecnológico para aumentar la competitividad. Esto es, países con pirámides etarias achatadas quedan en mayor situación de riesgo, mientras que países con mayor población joven se perfilan estratégicamente más atractivos, no solo porque el riesgo fiscal y sanitario es menor, sino por su habilidad para capturar "la renta tecnológica" que se acelera y abarata.

En síntesis, una vez más, en Argentina tenemos otra oportunidad para abandonar nuestra fragilidad y convertirnos en protagonistas. Poseemos todos los recursos naturales, capital humano y talento (Argentina es el único país de América Latina con tres premios Nobel en ciencias, graduados en la universidad pública y hay muchos argentinos liderando con brillantez organizaciones por el mundo), población joven, alta capacidad ociosa, recursos vírgenes, un Brasil con mejores perspectivas económicas y un mundo con exceso de liquidez, configuran un escenario inigualable para que entre todos los que tomamos decisiones, nos pongamos de acuerdo en recuperar nuestra historia de protagonismo. Un 50% de niños viviendo en la pobreza nos espera.