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4/09/20

Celeste Braga Beatove: “Hablamos de licuar el poder de los jueces pero una democracia saludable no quiere jueces con poder licuado”

La profesora de la Escuela de Derecho fue entrevistada en el programa "Café con Pepe", donde opinó sobre el proyecto de reforma judicial.

Por Pepe Gil Vidal


Celeste Braga Beatove, profesora de la Escuela de Derecho, fue entrevistada en el programa "Café con Pepe" donde elaboró sobre el proyecto de reforma judicial. Sostuvo que “el propio proyecto pone sobre la mesa algunos problemas que tiene la justicia y que no se ve con claridad de qué forma éste los resuelve”. El proyecto dice, explicó, que el problema de la justicia federal penal es la concentración en pocas manos de causas de relevancia pública –lo que las politiza– y , a la vez, su incapacidad de avanzar e investigar en estas causas. “La respuesta a esos problemas es la unificación de los fueros federales y la creación de una multiplicidad de nuevos juzgados”, señaló. 

“Un objetivo posible que tiene la reforma es la implementación del Nuevo Código Procesal Penal de la Nación”, dijo, y agregó: “Poniéndolo bajo su mejor luz uno puede suponer que lo que está haciendo el gobierno es dotar de recursos al Poder Judicial para implementar este nuevo código. Pero esto tiene algunos problemas porque la pregunta que uno se tiene que hacer es qué implica en términos de recursos implementar este nuevo código”. Estos recursos son monetarios y humanos, estos últimos pensando en “qué tipo de destrezas tienen que tener los nuevos funcionarios y cómo debieran ser designados”. “El gran problema es que la aceptación de la independencia judicial tiene su origen en la forma en que los jueces son designados, controlados o removidos en sus funciones, y eso sucede en el Consejo de la Magistratura. Entonces acá se nos está pidiendo que confiemos en esta receta sin tener mucha claridad de si las reglas acerca de la designación, control y remoción de jueves van a seguir siendo las mismas o van a cambiar”.

La profesora agregó que en este debate nadie está mirando al Poder Judicial. “El Poder Judicial no ha producido data empírica para que nosotros tengamos alguna certeza de cuáles son los problemas y cuál es la dotación de recursos que necesita. No tenemos información de cómo está constituido, qué cantidad de gente trabaja ahí, cuál es el caudal de causas, qué tipo de perfiles profesionales tiene cada juzgado, etc.”, analizó. Braga Beatove mencionó que dirigió un proyecto que se llama “Proyecto Inocencia” que trabajaba en causas de condena cerrada, a partir del cual sacó algunas conclusiones. “La justicia penal en las causas de máxima relevancia pública no nos muestra resultados. Del 83 hasta hoy los ciudadanos no sabemos lo que ha pasado en las causas de mayor relevancia en Argentina desde atentados hasta la muerte de un fiscal hasta las causas de corrupción. Pasan los años y no hay resultados”, dijo.

Aún así, explicó en la justicia penal sí se presentan condenas. Por esto mismo es que la profesora se dedicaba a analizar expedientes para ver “dónde el sistema falla”. “Hablamos de licuar el poder de los jueces pero una democracia saludable no quiere jueces con poder licuado. Quiere jueces muy serios con poder democrático que tengan capacidad de controlar a los otros poderes del gobierno. Eso es lo que necesitamos”, acotó. 

Respecto al sistema penal: “Yo me encontré en el desierto. La Argentina no tiene reglas de tratamiento de una escena del crimen, de custodia en evidencia salvo casos y avances puntuales y no hay reglas de cadena de custodia y conservación de evidencia”. A la par, el Poder Judicial tiene “serios déficits en materia probatoria”, es decir, “no ha desarrollado estándares probatorios sobre qué prueba es necesaria y suficiente para imputar o someter a alguien a un proceso penal y eventualmente para condenarlo”. “Por eso nunca tenemos claridad cuando alguien está preso porque es culpable y cuando alguien lo está porque está siendo sometido a un proceso. Nadie tiene muy claro qué está sucediendo ahí. Y eso también hay que reclamárselo al poder judicial, no a la política”, concluyó.