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BAE - Buenos Aires Económico
24/07/20

Tras el leve rebote, la confianza del consumidor volvió a caer 3,3% en julio

El Índice de Confianza del Consumidor, elaborado por el CIF, arrojó para julio una baja de 3,3% respecto a junio, mientras que en la comparación interanual la caída fue de 13,6%.

Por Mariano Cúparo Ortiz


Si los indicadores de consumo venían dando mejoras muy lentas en mayo y junio, en julio eso se interrumpiría de la mano del endurecimiento de la cuarentena en el AMBA. Así, aunque con el mes no terminado aún no hay números oficiales, ni de privados, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) publicado por la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) cayó 3,3% en julio. Además, en comparación con junio, se deterioró 6,7% la expectativa sobre la situación personal para el próximo año.

El consumo venía recuperando más lento que la oferta en mayo y junio. Mientras la producción sectorial mostró repuntes importantes tras el brutal desplome de abril, en mayo rebotó apenas 2% y en junio 9%, según la Fundación Germán Abdala (FGA). Según los números del Indec, la ventas de los supermercados treparon 5,1% interanual en mayo. Pero, como contrapartida, las de los shopping se volvieron a desplomar 95,6%. De hecho, los supermercados muestran datos extraordinarios respecto al resto de los comercios: en mayo, según el Emae del Indec, el sector cayó 20,9% interanual (con todo, implicó una desaceleración respecto al 27,5% de abril).

Si bien CAME no publica variaciones mensuales desestacionalizadas, según sus mediciones en junio el consumo minorista registró una baja interanual de 34,8%. Eso implicó una desaceleración importante respecto a las caídas de 50,8% en mayo y de 57,6% en abril. Una dinámica de lento rebote, dentro del pozo.

Pese a la mejora interanual en sus ventas, los supermercados despidieron empleados en mayo. El empleo en el rubro sufrió una contracción de 2,7% interanual y de 1,1% respecto a abril. Pero además los salarios cayeron 7,3% nominal en la comparación con abril, lo que implicó una baja real de 8,6%.

La caída de 4,9% del salario del total de los trabajadores estables (Ripte) entre febrero y mayo, la fuerte baja del empleo, la incertidumbre por la economía y el propio miedo frente a la pandemia, explican que el consumo vaya más lento.

Según los datos de movilidad registrados por Google al 19 de julio, en una provincia como Catamarca, el movimiento en lugares de trabajo ya está 2% por encima de los niveles prepandemia. En cambio, en locales no esenciales sigue 58% por debajo. Con todo, pese a la diferencia de velocidades en la recuperación, ese número es mucho mejor que el 70% de contracción que había registraron la movilidad a no esenciales durante la cuarentena más rígida en la provincia.

Esa dinámica se repite en otras como Formosa, Corrientes, Mendoza, Entre Ríos, La Pampa y más. A nivel nacional, la caída de la movilidad a lugares de trabajo es de 16%. A locales no esenciales, en cambio, es de 65%. Pero incluso esa mejora más lenta del consumo respecto a la oferta podría interrumpirse a partir de julio, por el endurecimiento en AMBA.

Según la encuesta del ICC, realizada por la UTDT en la primera quincena del mes, en comparación con las respuestas de los consumidores en junio, la incertidumbre es creciente. Empeoró 6,7% lo que los encuestados esperan para su economía personal en el próximo año. Para la macro, empeora 9,8%.

Un informe publicado por el Observatorio de Coyuntura Económica y Políticas Públicas (Ocepp) destacó: "No alcanzará con la apertura para volver a los niveles pre-Covid. Los condicionantes para la recuperación, además de todo lo asociado a la pandemia, son la caída del salario real, el mayor desempleo y el cierre de empresas".


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