En los medios

La Voz del Interior
23/07/20

Sólo la mitad de las escuelas se contacta a diario con los alumnos en pandemia

Mariano Narodowski, profesor del Área de Educación de la Escuela de Gobierno e investigador asociado del CEPE, elaboró un informe sobre las prácticas escolares que se realizan de manera remota durante la cuarentena.

Por Mariana Otero

A distancia. La escuela debió pasar a la modalidad virtual para adaptarse a la pandemia de coronavirus. (Télam)

A distancia. La escuela debió pasar a la modalidad virtual para adaptarse a la pandemia de coronavirus. (Télam)

El 51% de las escuelas primarias estatales del país mantiene contacto diario con los alumnos durante la cuarentena. Nueve de cada diez escuelas se comunican al menos una vez por semana, según una encuesta representativa a nivel nacional realizada por el Observatorio Argentinos por la Educación, a familias de todas las provincias.

Además, en tres de cada cuatro escuelas no hay clases en vivo por videoconferencia.

Los datos surgen del informe “Frecuencia y fines del vínculo pedagógico en cuarentena” –elaborado por Mariano Narodowski, profesor del área de educación de la Universidad Torcuato Di Tella, Víctor Volman y Federico Braga, ambos de Argentinos por la Educación–, que presenta los primeros resultados de una encuesta nacional que busca relevar las prácticas escolares que se realizan de manera remota, en el contexto de la pandemia. En Argentina las clases presenciales se interrumpieron el 16 de marzo.

El documento es el primero de la serie “La educación argentina durante la pandemia de Covid-19. Un estudio sobre la situación de familias y alumnos durante el aislamiento”. Se realizó entre el 24 de junio y el 3 de julio y fue respondida por las familias en base a una muestra representativa a nivel nacional de escuelas primarias comunes de gestión estatal en ámbitos urbanos de todo el país (el universo comprendió a alumnos de 262 escuelas).

Los datos fueron recogidos en línea; es decir que los resultados son representativos de hogares con conexión a internet, aunque sea mínima o intermitente.

De acuerdo a la encuesta, una de cada dos escuelas (51%) tiene comunicación diaria con sus alumnos y nueve de cada diez, lo hacen al menos una vez por semana. En el 8,1% de las escuelas, el contacto con las familias es cada dos semanas.

“Si bien la proporción de hogares (con contacto quincenal) no es muy alta, son alumnos notoriamente perjudicados en su educación a causa del aislamiento, aun teniendo algo de conectividad”, plantea el informe.

Por otra parte, los resultados muestran que son prácticamente nulos los casos donde la escuela no se pudo comunicar con alguna familia.

En contacto

En esta muestra de hogares con conexión a internet, las familias identifican una presencia constante por parte de la escuela. El 73% reporta un mínimo de tres contactos semanales y la mitad de la población encuestada confirma contactos diarios.

“Da la impresión que el sostenimiento del vínculo y la continuidad pedagógica estuvo garantizado por la presencia cotidiana de los docentes, siendo muy bajo el porcentaje de familias que reportan nula o escasa comunicación. Es posible que la asincronía de los recursos digitales (no en vivo sino en diferido, a través del envío de material) requiera de un contacto constante para no perder un vínculo que la comunicación sincrónica parece garantizar mejor”, indican los autores del informe.

La principal razón de la comunicación entre escuelas y alumnos es proponer actividades educativas. En tres de cada cuatro escuelas (76.7%) los docentes envían tareas pedagógicas. En el 40,8% de los casos también hubo comunicación para conocer cómo estaban los alumnos e interesarse por la situación personal o familiar.

En síntesis, el motivo central de la comunicación fue pedagógico, básicamente el envío de actividades por parte de los docentes y en menor medida la devolución de esas tareas por parte de los alumnos.

“Los resultados que arroja la encuesta son interesantes para considerar el próximo escenario de presencialidad rotativa en las escuelas. En el tiempo transcurrido hubo un énfasis en el envío de tareas y se registra una interacción reducida de docentes con los niños y niñas. Esto plantea que en el retorno a la presencialidad el desafío será reponer ese ida y vuelta”, plantea Sandra Ziegler, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

Por su parte, Narodowsky considera positiva la presencia de las escuelas en los hogares conectados, con tareas y contactos personales cotidianos. “Esto es particularmente destacable en la medida que hubo que actuar sin preparación. Los datos muestran una dedicación y un compromiso destacable”, sostiene.

Cómo se enseña

Al indagar acerca de la manera de enseñar, cuatro de cada cinco escuelas (81,6%) utilizan solo actividades asincrónicas (descargar actividades y enviarlas por mail o WhatsApp o ver clases grabadas).

El 17,6% de los casos corresponde a una combinación de modos asincrónicos y sincrónicos (clases en vivo por videoconferencia por Zoom, Skype, Meet u otra plataforma). El vínculo pedagógico exclusivamente sincrónico es prácticamente nulo.

Si se profundiza acerca sobre los métodos asincrónicos, se observa que la situación más frecuente es que los docentes envíen tareas, los alumnos la completan y luego reenvíen a sus maestros (87,8%). La descarga de tareas desde una plataforma, blog o página web (17,9%) o las clases grabadas (8,4%) son estrategias que se utilizan en una menor proporción.

“El vehículo exclusivo de contacto ha sido asincrónico, seguramente por las limitaciones de dispositivos y conectividad. Los contactos sincrónicos han sido pocos y complementarios al asincrónico”, subraya Narodowsky.

¿Qué nos dicen los datos para la vuelta a las aulas?

Sandra Ziegler*

El 2020 es el año en que estamos aprendiendo a convivir con la incertidumbre y se ha acelerado la capacidad para adaptar soluciones a la medida de las demandas planteadas por la situación sanitaria.

En este contexto, la cuestión educativa cobra vital relevancia y el desafío es delinear el retorno a las aulas físicas, que asumirá formas de trabajo híbridas nunca antes exploradas. Así como el primer semestre estuvo signado por los ensayos y aprendizajes ante la suspensión de clases, el segundo planteará el ingreso en otra etapa.

Los resultados que arroja la encuesta realizada por Argentinos por la Educación agregan información valiosa para considerar el próximo escenario de presencialidad rotativa en las escuelas. En el tiempo transcurrido, hubo un énfasis en el envío de tareas y se registra una interacción reducida de docentes con los niños y las niñas. Esto plantea que en el retorno a la presencialidad, el desafío será reponer ese ida y vuelta.

Los datos muestran que en este tiempo, en las escuelas primarias estatales la forma que prevaleció fue el envío de tareas asincrónicas y los docentes mantuvieron una frecuencia estable de comunicación; por lo tanto, el tiempo en el aula física será la ocasión para maximizar la calidad de la interacción.

La vuelta a la escuela abre la oportunidad de trabajar con grupos reducidos, superar formas repetitivas y carentes de sentido. Así como se dijo que en las formas online no se podía replicar la propuesta presencial anterior, la “nueva normalidad” exige explorar otros modos de trabajo y los datos de estos estudios brindan aportes para diseñarlo. Resulta perentorio tomar las evidencias disponibles para desarrollar propuestas que permitan que la escuela, con menos, sume más.

*Directora Maestría Ciencias Sociales con orientación en Educación, Flacso