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19/07/20

¿Viento de cola o de frente?: cuál será el escenario para la Argentina luego del pico de la pandemia

Pablo Guidotti, profesor de la Escuela de Gobierno, analizó las particularidades del contexto económico global y el caso de la Argentina.

Por Martín Kanenguiser

El agro será uno de los menos afectados en una economía que caerá en forma estrepitosa este año, al igual que en el resto del mundo (Reuters)

Lejos del escenario que imaginaron el ministro Martín Guzmán y su mentor, Joseph Stiglitz, los países emergentes no se encaminan hacia un default masivo y, por el contrario, se observa que, aunque este sea un muy mal año, experimentarán un rebote por la recuperación de China en 2021.

En este contexto, la Argentina debe resolver por completo su situación de deuda en default y podrá aprovechar –al menos sus provincias y empresas- el ciclo de alta liquidez de los mercados globales. Por lo tanto, el escenario podría parecerse más al de un “viento de cola” -por las bajas tasas de interés y la recuperación del gigante asiático, aunque en un mundo que sufrirá este año su peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial- que a un “viento de frente”, como ocurrió en otros períodos en las últimas décadas.

En diálogo con Infobae, los economistas Pablo Guidotti (ex viceministro de Economía y profesor de la UTDT), Gabriel Sánchez (economista del BID en la Argentina), Ricardo Carciofi (IIEP, Económicas de la UBA) y Marcelo Elizondo (consultora DNI y ex titular de Export-Ar), trazaron un panorama acerca de estas cuestiones.

- El pronóstico de default masivos en los países emergentes de Jeffrey Sachs y Joseph Stiglitz, entre otros:

Pablo Guidotti: “Es muy improbable que se revierta el ciclo de bajas tasas internacionales en el mediano plazo. Las declaraciones de Stiglitz y Sachs tenían una carga política anti-Wall Street y se sirvieron del caso argentino para hacer su argumentación. Sus predicciones sobre la inminencia de muchos defaults no se cumplieron y dudo que se cumplan a menos que se produzca un recrudecimiento fuerte en la pandemia y la recesión global se prolongue mucho más de lo anticipado. A la Argentina no le sirve promover acciones como la carta firmada por Sachs y Stiglitz y otros economistas, muchos de los cuales firmaron desconociendo la situación económica del país. Son acciones publicitarias que tratan de influenciar negociaciones en curso llevadas a cabo por individuos que tienen una agenda política muy definida en los Estados Unidos y no tienen mucha credibilidad en los mercados”.

Ricardo Carciofi: “Hasta ahora, no se ha materializado una oleada de defaults en los países emergentes. Es más, Ecuador acaba de renegociar su deuda. A su vez, para los países más pobres se han dispuesto herramientas excepcionales -moratorias y programas de emergencia. Esto no significa que la situación haya sido superada y que no merezca atención. Por lo apuntado arriba el riesgo mayor no viene de la mano de alzas abruptas de tasas sino, nuevamente, de los factores atados al impacto de la pandemia”.

Y agregó: “Un incremento repentino de contagios que llevara a revertir el proceso del levantamiento del lockdown, sería una mala noticia. De otro lado, varias de las economías emergentes han sido impactadas negativamente por el precio de las commodities y sus principales productos de exportación. Esto podría traer aparejado casos donde la sostenibilidad de la deuda comienza a ponerse en duda. Aunque no necesariamente estas situaciones deberían ser coincidentes en el tiempo”.


El escenario de una oleada de default soberanos en los países emergentes que pronosticó Joseph Stiglitz, mentor del ministro Martín Guzmán, por ahora está lejos de materializarse (Reuters)

- El contexto global para la economía argentina, con una situación de mucha liquidez que convive con una recesión global:

Guidotti: “Luego de una fuerte salida de capitales desde los mercados emergentes ocurrida al inicio de la pandemia, en marzo y abril, el contexto mundial ha mejorado mucho y la salida de capitales se ha revertido. También, ha habido una fuerte recuperación en los mercados, en particular en los Estados Unidos, apuntalado por una fuerte respuesta a la crisis por parte de los gobiernos, de la Reserva Federal y de otros bancos centrales. En la región, esto ha permitido que varios países hayan podido emitir deuda en los mercados internacionales a bajas tasas de interés y plazos largos. Por ejemplo, Brasil, México, Paraguay, Perú, Chile, Colombia, Guatemala y Panamá han emitido bonos con madurez entre 5 y 36 años de plazo”.

Pero agregó: “Sin embargo, esta fuerte recuperación contrasta con una profundización en la recesión global esperada, y con datos preocupantes sobre una segunda ola importante de contagios en algunos estados de los Estados Unidos. Esto simplemente indica que la incertidumbre es todavía muy alta, por lo que muchos observadores tienen dudas acerca de si el mercado ha reaccionado en forma excesiva en su recuperación. La Argentina por ahora está aislada, con un problema de deuda no resuelto aún, y sin claridad con respecto a su política económica y como sigue la relación con el FMI. Aún si se resuelve satisfactoriamente el tema deuda, la Argentina necesita recuperar su acceso al mercado internacional de capitales”.

El ex viceministro de Economía completó su visión: “con una tasa de ahorro de las más bajas del mundo y una deuda de USD 44.000 millones con el FMI, será muy difícil imaginar una recuperación de la inversión sin financiamiento externo, sin un mercado de capitales doméstico y con un sistema financiero muy chico que principalmente invierte en títulos públicos. El desafío es muy grande y excede largamente la renegociación de la deuda. Salir del default es condición necesaria pero no suficiente para que la economía recupere cierta normalidad”.


La suba en los mercados financieros se sostiene sobre la gran liquidez mundial, pero contrasta con los pésimos indicadores de la economía real en todo el mundo (EFE)

Carciofi: “Las respuestas de los gobiernos a la crisis han transitado carriles similares: inyecciones de liquidez, reducción de las tasas de interés y paquetes fiscales de diversas características y magnitud. Las diferencias radican en los márgenes fiscales y las capacidades relativas de la política monetaria en uno y otro contexto. En comparación con la crisis de 2008 los paquetes de ayuda han sido mayores y se aplicaron más aceleradamente. Además, en el caso europeo debe destacarse la puesta en práctica de un programa de recuperación innovador, con la intervención del Banco Central Europeo y también del presupuesto de la Comisión Europea. Hay pasos hacia cierta integración fiscal. El acuerdo de Alemania y Francia al respecto ha sido crucial. Se trata asimismo de un programa de mediano plazo y no tan sólo de una respuesta coyuntural. Mirando hacia el horizonte próximo, todo parece indicar la continuidad de estas políticas y el despliegue de todos estos instrumentos”.

Retomando, “la liquidez y las bajas tasas de interés habrán de mantenerse, lo cual define un mejor contexto para Argentina. También resultará de ayuda, si se materializa la recuperación de China y del Asia-Pacífico en general, que son mercados de destino de buena parte de nuestras exportaciones de agroindustria. Sin embargo, el mayor desafío habrá de continuar: la economía global habrá de moverse a ritmo vacilante hasta que la pandemia no se encuentre bajo control. El primer paso de esa respuesta es la disponibilidad de la vacuna o de una terapia farmacológica eficaz. Tan pronto se alcancen esos hallazgos se podrá delinear más claramente el sendero de recuperación global”.

Gabriel Sánchez: “La gran inyección de liquidez ha contribuido a amortiguar el impacto de la pandemia, pero igualmente la economía global va a caer fuerte este año (4,9% según las proyecciones del FMI). Esto por la caída de actividad asociada a los confinamientos y los shocks permanentes sobre empresas, empleos y sectores desplazados por el distanciamiento social, junto con el impacto que estos ajustes tendrán sobre la productividad. Esto puede dar lugar a que se estén acumulando money overhangs que en algún momento requieran un quantitative tightening, pero ese escenario no parece estar cercano aún”.

Marcelo Elizondo: “Lamentablemente la hiper liquidez no la podemos aprovechar para financiamiento por la situación del default actual. Creo que uno de los errores de la negociación, más allá de cómo termine, es la extensión; todo este tiempo en default virtual implicó que accediéramos a financiamiento. No sólo el sector público, sino también para las empresas y la verdad es que, además de arreglar la deuda, hay que hacerlo a tiempo. Y mientras muchos países emiten a tasas del 2% al 4% anual, nosotros no accedemos a ese dinero, ni a ciertos fondos de organismos multilaterales. Al tener que acudir a la emisión monetaria por estar en default para ayudar a las empresas, esa emisión nos va a generar una mochila más adelante. De todos modos, la gran liquidez mundial lo que podría hacer es mantener altos los precios internacionales y esa es una buena noticia”.

-Viento de cola o de frente:

Guidotti: “La Argentina tendrá este año una caída dramática en su PBI. Estimo que la contracción de la economía en 2020 estará en el orden del 15% con respecto a 2019. Aún así, esta proyección asume que existirá cierta recuperación una vez que se levanten las medidas de aislamiento obligatorio. Hoy existen sectores, como hoteles, restaurantes, y la construcción que han caído más del 80% en comparación interanual. En este contexto, va a haber una recuperación porque existe capacidad instalada. Pero si la Argentina no avanza rápidamente en salir del default y negociar un nuevo acuerdo con el FMI le será imposible aprovechar el viento de cola que se produzca en 2021 si la economía se recupera como se espera. Argentina debería seguir el ejemplo de Ecuador, que en 3 meses alcanzó un acuerdo de deuda con los mismos acreedores sin caer en default y manteniendo vigente su programa con el FMI”.

Carciofi: “Los pronósticos económicos para 2021 son muy inciertos. La reciente actualización del informe de perspectivas económicas del FMI es muy ilustrativa al respecto: ahora estima una caída global de -4,9%, mientras a fines de abril proyectaba un descenso de -3%. La razón se vincula con lo señalado arriba: el COVID-19 no está controlado. La así llamada inmunidad de rebaño está lejos de haberse alcanzado y no hay tratamientos disponibles. Un contexto externo favorable para Argentina es aquél donde continúen las bajas tasas de interés, los mercados financieros continúen accesibles, el comercio internacional siga fluyendo y se recuperen nuestros socios comerciales. Al respecto, el caso de Brasil merece atención”.

Elizondo: “Creo que el problema de la Argentina es interno, de demanda, no de oferta: no es seductora para recibir inversión extranjera, ni de los argentinos que tienen el dinero afuera, ni atractiva por sus productos. Exportamos todo lo que tenemos. Con un dólar más barato en el mundo es posible que el país pueda tener mejores precios, pero eso no significa que haya mejores productos exportables, porque tenemos problemas de producción, tanto por las dificultades macroeconómicas como por las expectativas. Por lo tanto, lo que hay que arreglar son estas cuestiones, más allá del contexto. De hecho, conviene que el mundo se normalice y cuanto antes mejor, pero si uno observa los resultados de lo que el país vende al resto del mundo, los resultados, aún en plena pandemia, andan bien, porque son productos agropecuarios. Lo que funciona mal son las exportaciones industriales, porque van a Brasil. Lamento que no tengamos más capacidad de generación de oferta exportable, porque podríamos vender más. Sobre todo, porque vamos a un mundo con más conflicto geopolítico y su derivación al abastecimiento mundial. En suma, lo importante es arreglar lo de adentro y mejorar expectativas, que es un factor que en general no se valoran, pero tienen una importancia muy relevante.

-El efecto de la recuperación china:

Sánchez: “Una recuperación de China sin duda generaría una gran tracción por el lado comercial, especialmente en el caso de los países de América del Sur, que tienen mayores vínculos con China tanto por el lado de las exportaciones de las exportaciones. Para tomar un poco de perspectiva, en el primer cuatrimestre del año, las ventas a China de América Latina disminuyeron alrededor del 6%, y las principales regiones de China a las que exporta el bloque fueron las que peor desempeño relativo durante este período. Beijing y Shandong, que representan el 35% de las importaciones totales de China desde América latina, estuvieron entre las que más redujeron sus compras desde la región en el primer cuatrimestre de 2020 (25,1% y 30,7% interanual, respectivamente)”.

Y agregó: “La consolidación de la recuperación china, incluyendo recuperación de inversión para producción y exportaciones de bienes durables, traccionaría fuertemente por el lado de volúmenes y precios de las exportaciones de commodities de la región, especialmente para los países exportadores de minerales y energía, que son los que más han sentido el shock. Una cuestión para monitorear es si hay el descalce temporal en recuperaciones de Europa, Estados Unidos y China, y pone más presión sobre proteccionismo industrial, deteriorando el escenario global. Las exportaciones manufactureras chinas van a volver a Europa antes de que se haya recuperado la producción industrial en estos países, aumentando la demanda de protección industrial europea”.


Gabriel Sánchez: "Una cuestión para monitorear es si hay el descalce temporal en recuperaciones de Europa, Estados Unidos y China, y pone más presión sobre proteccionismo industrial, deteriorando el escenario global" (Reuters)

Elizondo: “La recuperación de China es sostenible en el corto plazo; en el mediano plazo, nadie sabe nada sobre el mundo que viene. Estos días se ven problemas entre China y Australia, Japón lanzó un subsidio para que sus empresas dependan menos de los chinos; la India, además de haber tenido problemas en sus fronteras, manifestó su oposición a que China avance con la nueva ruta de la seda en Pakistán; y está el problema entre China y Canadá en torno de Huawei. En suma, creo que vamos a un mundo de bloques, con más conflictos con China, en un contexto en el que lo de Hong Kong no es gratuito. Todo eso puede afectar los flujos de comercio y financieros, pero, en el corto plazo, sí, China va a recuperar lo que tenía antes de la pandemia.

- Comparación con la “Década perdida”, de los 80

Sánchez: “La crisis de los 80 resultó de endeudamientos acelerados a fines de los 70 por la colocación de petrodólares en países latinoamericanos, en un contexto de tasas bajas en Estados Unidos. Cuando la Fed elevó las tasas para contener la aceleración inflacionaria a fines de los 70 los petrodólares salen de la región llevando al default de México y a las crisis de deuda del resto de los países. La persistencia de tasas altas en Estados Unidos por un buen tiempo junto con déficits fiscales elevados y términos de intercambio poco favorables ponen a la mayoría de los países en una trampa de bajo crecimiento con necesidad de ajuste externo permanente hasta el Plan Brady”.

Y completó: “Hoy algunos países arrancaban con posiciones fiscales sólidas, algunos incluso con fondos anticíclicos, y consiguen financiamiento externo barato para sus paquetes de estímulo, y otros como Brasil que tenían déficits más altos igualmente mantienen acceso al financiamiento en el mercado doméstico. En la medida en que el escenario global sea de una recuperación sostenida, aun cuando lenta, y no se produzca un quantitative tightening brusco que produzca un sudden stop, los países de la región podrán ir revirtiendo sus programas de estímulo, aliviando su necesidad de financiamiento externo y reducir su vulnerabilidad”.