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Río Negro online
22/06/20

Federico Furiase: "El desenlace de la reestructuración depende de una decisión política"

Federico Furiase, profesor de la Escuela de Negocios, fue consultado sobre el impacto de la pandemia en la economía argentina y en el manejo de la deuda.

Por Diego Penizzotto



La pandemia no da tregua, y el complejo momento que atraviesa la economía nacional, se agrava con cada día en que se mantienen los controles y las restricciones. En el inicio de la Expo EFI, en la que Diario Río Negro es media partner, PULSO dialogó con el economista Federico Furiase, quien es panelista del evento en la segunda jornada.

PREGUNTA: ¿Como evalúa el impacto de la pandemia en términos económicos?
RESPUESTA: Realmente es un shock de oferta muy fuerte. Buena parte de la población global está en cuarentena, con lo cual hay una disrrupción en el canal de la oferta. Eso además genera pánico en los mercados financieros, y un alto riesgo de que ese shock de oferta termine mutando en un shock de demanda, porque se cortan los canales de producción, los ingresos, y eso le mete un problema al pago de salarios. Existe también una diversidad en los espacios que tiene cada economía para tratar cortar ese circuito de derrumbe. Tenés por un lado a la Reserva Federal de los EEUU con una capacidad ilimitada de emisión monetaria y de incrementar el déficit fiscal financiándose a tasas muy bajas. Argentina en cambio, no tiene ahorro previo, no tenemos una moneda como reserva de valor, con lo cual la capacidad de emisión monetaria es limitada y el riesgo de inflación es alto, y además no tiene el mercado de deuda abierto, como si lo tiene Chile, Brasil o Paraguay.

P: ¿Ha sido adecuado el abordaje del gobierno ante la pandemia?

R: Se apostó por una cuarentena fuerte, y en términos sanitarios creo que es correcto. Pero eso requiere el complemento de una asistencia económica muy fuerte. En este sentido, y teniendo en cuenta el diagnóstico acerca de como está la economía, creo que el gobierno está haciendo lo que puede. La dirección es la correcta, pero hay un problema de potencia y de velocidad en esa red de contención, que no está en línea con la magnitud de la restricción sanitaria y el impacto económico que eso genera. Esto último, está íntimamente relacionado a los problemas de financiamiento. Por ello es tan importante que el gobierno avance en la negociación de la deuda.

P: ¿Cuál será la foto en la pos cuarentena?

R: Lo que va a quedar es un agujero fiscal muy grande. Se cae la recaudación por la recesión de la economía. Hay una caída pro cíclica de la recaudación. Y a la vez hay un aumento contra cíclico del gasto público por la red de contención que está haciendo el gobierno. El cierre de la negociación de la deuda es condición necesaria pero no suficiente para lograr la recuperación económica. La caída acumulada en la economía que se va a registrar entre el primer trimestre de 2018 y el segundo trimestre de 2020, será muy similar a la que existió entre 1998 y 2002. Un 20% acumulado. Pero la salida es muy diferente porque las condiciones macro económicas son muy distintas.

P: ¿Cómo analiza la propuesta argentina a los bonistas?

R: La negociación se ha demorado más de lo que se esperaba. Esa incertidumbre en relación a la negociación y a los pagos que se realizaron con reservas de los vencimientos que operaron hasta el mes de abril, le puso una presión fuerte a la política monetaria. La incertidumbre en el riesgo país, se vio reflejada en la brecha cambairia. Eso limitó mucho el margen de acción del Banco Central. Pareciera que las puntas se están acercando. La primer oferta argentina era un VPN del 40%. Hoy pareciera ubicarse en 50% más algún endulzante. Los acreedores esperan 55%. El gobierno sabe que está en un contexto muy favorable para lograr un acuerdo, si es que en verdad tiene la voluntad política de hacerlo. Creo que lo que se perdería en ahorro de capital e intereses por conceder los puntos que faltan de VPN, se recuperaría con creces si resuelve el capítulo de la deuda exitosamente y a eso le anexa un programa económico creíble, que muestre como va a resolver el déficit fiscal y la emisión monetaria pos pandemia. El mundo que viene es uno de altísima liquidez y tasas negativas.

P: ¿Qué opina del tipo de cambio?

R: Cuando uno compara el tipo de cambio oficial históricamente en términos reales, equivale a $1,89 de diciembre de 2001. Es decir que el dólar oficial de hoy es 89% más alto que a findes de 2001, e inclusive es mejor que a la salida del cepo en 2016, que estaba en torno a $1,4. Es un dólar que le da aire al sector externo aun tomando el oficial. El problema es que con el dólar de la brecha en $110, hay un problema, porque el exportador neto de retenciones recibe $45. No hay incentivos a exportar. Y el importador tiene todos los incentivos a tomar pesos a tasa negativa y llevarse lo que pueda al dólar oficial. Eso genera un cuello de botella en el nivel de reservas del Banco Central y presión sobre la cotización, licuando el superávirt comercial. Lo que se necesita por un lado es bajar la brecha. Pero además hay un desequilibrio monetario-cambiario. Si uno toma la cantidad de pesos que hay en circulación, base monetaria más pasivos remunerados del Banco Central, y lo divide por las Reservas, da $100. En septiembre del año pasado ese número era $50. Esa evolución da cuenta de la enorme emisión que está existiendo para financiar el agujero fiscal que deja la pandemia.

PERFIL

Federico Furiase es Licenciado en Economía (UBA), Master en Finanzas (Universidad Torcuato Di Tella), Profesor de la Maestría en Finanzas (UTDT).

Desde septiembre de 2008, se desempeña en el Estudio Bein & Asociados en el análisis de la coyuntura económica nacional e internacional y de los mercados financieros globales.

Es asesor de estrategia financiera, análisis de cobertura de riesgo de cartera y valuación de proyectos de inversión. Es autor de columnas en medios de opinión locales e internacionales.