En épocas de crisis se vuelve más intensa para los religiosos y para los agnósticos o tibios, generalmente también. Un estudio demostró que el mes de marzo fue récord en búsquedas de Google de la palabra plegaria. Uno en sus búsquedas nunca miente, es un buen barómetro para medir el humor de una sociedad.

En momentos de incertidumbre, para mucha gente, las religiones dan certezas.

Todas las religiones, es un componente tal vez intrínseco de la humanidad, operan entre los que están adentro y afuera, los partícipes y los excluidos. Ahí muchas veces, también motivado por conflictos políticos o geográficos, las religiones pasan a ser un componente central en las divisiones dentro de países y entre países.

RP.- ¿Qué pasa con los agnósticos?

El ateo rechaza la existencia de un Dios o una verdad superior. El creyente cree. El agnóstico es la persona para la cual las preguntas sobre si hay un sentido absoluto a nuestras vidas, más allá del que encontramos en nuestro día a día, y si hay un más allá son centrales de nuestra humanidad. Como agnóstico, creo que hay pocas cosas para saber más importantes que qué pasa cuando nos morimos. Obviamente, de esas preguntas no tengo las respuestas.

Otro tema es que, el ateo y el creyente, por más que están en polos opuestos, tienen algo en común: como tienen certezas se encierran en ellas. Una característica del agnóstico es la apertura, estar dispuesto siempre a escuchar las opiniones, argumentos, vivencias religiosas o no de otras personas. Al no tener certezas e interesarle la pregunta, está en búsqueda constante y quiere escuchar todo el universo de alternativas posibles.

RP.- Una vez habló de incoherencias internas en algunas religiones. ¿Estas incoherencias son de tipo biológico, moral o ambos?

Yo estudié en la universidad y se estudia como cualquier otra cosa, con la misma mirada crítica y despiadada, a veces, con la que se pueden estudiar ciencias políticas. Cuando lo hacés de esa manera, algo que te das cuenta es que las religiones son construcciones del ser humano. Tal vez hay una base de revelación, pero desde la academia son productos de nuestra humanidad.

Obviamente, religiones que tienen miles de años de crecimiento, idas y vueltas, no son homogéneas, hay tensiones internas, peleas. Los textos sagrados, que para el creyente son revelación divina, se sabe hoy son recopilaciones que se dieron a través de cientos de años. Incluso académicos creen que el Corán se arma como texto tiempo después de la muerte de Mahoma y probablemente circulaban distintas versiones hasta llegar a la que hoy conocemos. Lo mismo para la biblia cristiana, hay muchísimos evangelios, otros relatos de la vida, la importancia y el significado de Jesús, que no llegaron a nuestra biblia, por tensiones políticas, controversias y posturas que ganaron sobre otras. Tiene cuatro evangelios, San Marcos, San Lucas, San Juan y San Mateo. En San Juan, Jesús muere un día distinto al de los otros, por ejemplo.

Las religiones dan certezas, pero muchas veces lo que pasa es que el estudio académico te llena de incertidumbre. (www.REALPOLITIK.com.ar)