En los medios

El Cronista
22/05/20

Coronavirus: La aplicación de la Inteligencia artificial a la evaluación educativa

Debora Schapira, graduada de la Especialización en Políticas Educativas de la UTDT, escribió sobre la aplicación de la Inteligencia artificial a la evaluación educativa.

Por Débora Schapira



Frente a la pandemia del COVID-19,  los sistemas educativos se vieron urgidos a reconvertir sus modelos pedagógicos tradicionales implementando diversas formas de educación a distancia en las cuales las nuevas tecnologías han sido decisivas. Las cifras hablan por sí solas: 167 países y 1.500 millones de alumnos no tienen asistencia en las aulas. En este nuevo escenario, ¿estaremos también ante un cambio de paradigma en la modalidad de las evaluaciones?

Las pruebas de aprendizaje enfrentan a los pedagogos en su ejercicio profesional,   al dilema de la equidad y la justicia. ¿Dime como evalúas y te diré como enseñas  o”dime como enseñas y te diré como evalúas? La pregunta ante el nuevo paradigma es si se van a considerar los logros de los  estudiantes sólo al momento del examen,  o si se va a valorar también el desempeño de sus capacidades en el transcurso de todo el trayecto formativo.

En las  teorías de  la  evaluación didáctica avaladas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)  enfatiza en  principio que la evaluación deber ser también formativa y  se refiere a ella como  aquella que abarca todas las actividades llevadas a cabo por docentes, y/o  estudiantes, las cuales proveen información, para ser usada como retroalimentación para modificar las formas de la enseñanza y de aprendizaje. El rasgo distintivo de esta definición es la retroalimentación  ya que la información generada dentro del sistema debe tener algún efecto sobre éste.

¿Quiénes evalúan? Más allá de sus principales actores -docente-alumno-, las evaluaciones también interpelan a las instituciones. No se trata simplemente de una práctica solitaria en las organizaciones,  las prácticas pertenecen a un grupo, interpelan un clima de trabajo, un estilo de vida y sus relaciones con la comunidad. Ella debiera suministrarnos información valiosa para  producir  cambios  en pos de una mejora de  la calidad educativa.

Desde la perspectiva de la evaluación existen modelos cuantitativos orientados a medir el alcance  de los objetivos planteados y sus resultados, orientados fundamentalmente  al cumplimiento del Programa  y otros modelos cualitativos que adoptan miradas más reflexivas o interpretativas respecto de estos cambios.  Una propuesta singular  es la producción de un “Portafolio”,  instrumento que permite   registrar una colección ordenada de todas las producciones   en  los diferentes proyectos de la clase; los estudiantes seleccionan sus mejores trabajos y solo se registran  los que han sido  revisados y corregidos  por  los docentes. Esta metodología  permite  al profesor valorar la adquisición de  competencias en los alumnos,  rectificar  el proceso de enseñanza-aprendizaje y evaluar  su práctica docente.

¿Cuál es el impacto de la Inteligencia Artificial en estas valoraciones?

 En este nuevo escenario, la educación  remota ha generado   grandes volúmenes de datos    que representan  una  nueva oportunidad para avanzar en la implementación de Modelos de   Inteligencia Artificial (IA)  aplicables  al campo Educativo. Australia, India, Estados Unidos, Israel,  Brasil y México, entre otros, han aplicado estos sistemas.

¿Cómo participan estos programas inteligentes en el aula?

 Convergen en ellos  información referida a la historia académica, estilos cognitivos  de cómo aprenden los alumnos; y a partir de ello el  diseño de modelos de  enseñanza y evaluación  diferenciada y adaptada para cada uno. Los datos generados en el proceso  se organizan en   estadísticas de diagnóstico que permitirán reducir la brecha de desigualdad escolar atendiendo a indicadores de deserción y, a partir de ellos, fortalecer los programas de permanencia.

 Para el profesor, los hallazgos y  la retroalimentación generada colabora  en las tareas de planificación,  y organización de los contenidos didácticos  en función de la diversidad de cada alumno.  

 Se trata entonces de un proceso sistemático de recopilación de información para la toma de decisiones produciendo una  mayor equidad y optimizando el sistema educativo. Sin duda en esta evaluación  se juega mucho  más que una calificación escolar.