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15/05/20

¿El fin de la globalización?

Juan Negri, profesor del Dpto. de Ciencia Política y Estudios Internacionales, fue consultado sobre la configuración del orden internacional en el mundo pospandemia. “Veremos un mundo con un liderazgo estadounidense reducido, cooperación mundial fallida, disonancias entre las potencias y esferas de influencia china crecientes", dijo.

Por Pablo Ortega


El presidente de EEUU, Donald Trump. Crédito: Mandel Ngan (AFP)

El mundo que emergerá cuando la pandemia del Covid-19 haya quedado atrás será otro. Pero, ¿qué tan diferente? ¿Es posible vislumbrar cambios en el orden internacional que lleven a un retroceso de la globalización tal como fue leída en las últimas décadas? Es una de las hipótesis que circulan con más fuerza a la hora de bocetar el día después. Un mundo más proteccionista, en el que muchos países intentarían reducir su dependencia de otros en pos de una supuesta seguridad.

Sin ignorar la dificultad que implica proyectar escenarios hoy, APERTURA consultó a dos académicos para conocer su visión. “El mundo pos-pandemia no va a ser radicalmente diferente al mundo pre-pandemia. Hay una serie de tendencias globales que venían observándose desde antes: crisis recurrentes del capitalismo global, creciente oposición a la globalización, ascenso de China, retracción de Estados Unidos como líder global, cuestionamientos al multilateralismo y a la legitimidad del orden internacional liberal”, responde Andrea Oelsner, directora de las licenciaturas en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés. “La pandemia seguramente acelere estos procesos”, agrega.

“Veremos un mundo con un liderazgo estadounidense reducido, cooperación mundial fallida, disonancias entre las potencias y esferas de influencia china crecientes. El mundo en muchos aspectos será reconocible”, coincide Juan Negri, profesor del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Di Tella. Pero aclara: “Esto no quiere decir que no vaya a haber cambios significativos. Algunas industrias pueden estar cambiando para siempre”.

Ante el planteo de si la pos pandemia alumbrará una nueva forma de globalización, Oelsner apunta que seguramente los Estados se replanteen muchas de sus estrategias comerciales y productivas. “En un país como el nuestro, esta crisis y la fuerte retracción de la globalización va a llevar necesariamente a repensar la relación con el mundo”, evalúa.

Negri imagina un efecto disociado. Por un lado, la conectividad de los individuos se aceleró, dice, pero la globalización entendida como apertura política y económica sí verá un retroceso.

“Desde la crisis financiera mundial de 2008- 2009 y la crisis de deuda de la Eurozona 2011-2012 somos testigos de una creciente insatisfacción con el libre comercio y la inmigración. Este creciente nacionalismo y populismo, combinado con una desaceleración global en el crecimiento, llevará a una profundización de estas tendencias estado-céntricas”, imagina.

Las posibles consecuencias, para el experto de la Di Tella, serían una reversión de acuerdos comerciales existentes; un endurecimiento dramático de las reglas de viaje e inmigración; división de las instituciones globales en líneas regionales y aumento de los costos en las cadenas globales de valor debido a la suba de aranceles y barreras comerciales.

En el marco de ese avance de los Estados, los dos académicos advierten sobre los riesgos para las libertades individuales. Oelsner observa que, en el contexto de la pandemia, ciudadanos de distintos países aceptan niveles mucho más altos de control, monitoreo y restricción de libertades. “La pregunta es qué va a pasar una vez que se supere la pandemia. Sospecho que en muchos países los gobiernos van a ser reticentes a deshacerse de esas nuevas prerrogativas que les fueron cedidas consensuadamente por los ciudadanos”, alerta.

Negri concuerda y agrega un elemento: “Si los Estados autoritarios demuestran ser más efectivos en controlar la pandemia, las presiones para poder tomar decisiones ‘rápidas’ (sin consultar al Parlamento) serán mayores”. Pablo Ortega.

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