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La Nación
11/03/20

Polémica por las críticas de Puiggrós a las evaluaciones educativas

"Las evaluaciones estandarizadas, nacionales e internacionales, se hacen en todos los países que mejoran. Pero pueden estar bien hechas o no y pueden usarse para mejorar o no”, opinó Claudia Romero, directora del Área de Educación, a propósito de la polémica sobre rol de la evaluación en el proceso educativo.

Por Federico Acosta Rainis

Fuente: La Nación


El exministro de Educación nacional Alejandro Finocchiaro cuestionó las recientes declaraciones de la actual viceministra de la cartera, Adriana Puiggrós, sobre el rol de la evaluación en el proceso educativo y defendió el sistema de evaluaciones implementado durante el gobierno de Mauricio Macri. “Puiggrós atrasa mucho, esta discusión la dimos hace diez años”, opinó el exfuncionario.

En una entrevista publicada el domingo por El Cohete en la Luna, Puiggrós, doctora en pedagogía con una abundante producción escrita sobre temáticas educativas, consideró que “evaluar no es un elemento de la enseñanza”, sino “un instrumento de control y de selección y está pensado desde una lógica empresarial” que busca “reducir cantidad de alumnos, de docentes, desde una idea meritocrática”.

La viceministra se refirió así al “modelo de evaluaciones estandarizadas” del macrismo, durante el que se implementaron a nivel nacional las pruebas Aprender y la Argentina volvió a ser admitida en los exámenes internacionales PISA. “La idea es que la evaluación es un elemento posterior del proceso enseñanza- aprendizaje. Lo que tenemos que hacer ahora es enseñar, dialogar con los actores, con las provincias, con los docentes. Es la directiva del ministro [Nicolás Trotta]”, dijo Puiggrós en la entrevista.

Sin embargo, Trotta tomó distancia de los dichos de Puiggrós. El ministro de Educación aclaró que los alumnos argentinos continuarán formando parte de los exámenes internacionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Unesco para evaluar su rendimiento escolar.

“La viceministra resucita el mito del carácter punitivo de la política de evaluación que implemento nuestra administración y agita los fantasmas de la reducción del plantel docente en función de los resultados”, opinó Finocchiaro en diálogo con la nación. “No se despidió a ningún docente. Lo que se detectaron fueron falencias dentro de las instituciones, que con capacitación fueron mejorando”, agregó.

“No hay ningún tipo de control porque las evaluaciones son anónimas y lo que hacen es proporcionar información fidedigna para hacer políticas públicas -detalló Finocchiaro-. Evaluar es enfrentar los discursos con la evidencia, aceptar la verdad”.

Y justificó el uso de pruebas estandarizadas por la cantidad de chicos que se evalúan y la necesidad de obtener resultados rápidos. “Si uno hace una evaluación este año y los resultados están en 2025, no sirven”, dijo.

“Gracias a las Aprender de 2016, tomamos las 3500 escuelas con mayor vulnerabilidad educativa y pusimos todos los recursos del Estado en ellas. Las llamamos Escuelas Faro. Y en la evaluación de 2018, esas escuelas estuvieron por encima del promedio nacional”, puntualizó el ex funcionario.

Finocchiaro cargó también contra lo que llamó el "mito de las empresas”, que según él agitan algunos referentes del oficialismo. “Puiggrós dice que las pruebas se hacen para las empresas. Y el trabajo también es parte de la vida. Estos chicos van a ir a trabajar al sector privado o como emprendedores y van a crear riqueza. Si no se generan inversiones y empleos, un país no puede avanzar”, sostuvo.

Reacciones

Desde la Unión de Docentes Argentinos (UDA), el sindicato docente más antiguo del país y miembro de la CGT, se distanciaron de la idea de la evaluación como una “lógica empresarial”, pero consideraron que los exámenes estandarizados no son útiles como método de diagnóstico.

“Nosotros no compartimos el pensamiento de la viceministra, es erróneo. Las evaluaciones no son una lógica empresarial, son un elemento del proceso de enseñanza- aprendizaje. Ese proceso se evalúa para tener un diagnóstico y a partir de eso poder generar estrategias educativas”, explicó Sergio Romero, secretario general de la UDA.

Para el sindicalista, de todas formas, las evaluaciones “tienen que tener otro tipo de ordenamiento que el actual”, porque “no es lo mismo evaluar a un alumno de la Capital que a uno de Chaco, Misiones o Jujuy”. Según Romero, las pruebas estandarizadas no reflejan las diferentes condiciones en que estudian los alumnos y por lo tanto “no colaboran en nada” a la hora de realizar un diagnóstico. “Hay que corregir ese aspecto, pero hay que seguir evaluando”, indicó.

Por su parte, la doctora Claudia Romero, directora del Área de Educación de la Universidad Torcuato Di Tella, señaló a La Nación: “Hay que diferenciar las cosas. La evaluación que hacen los docentes en el aula tiene un sentido formativo y la evaluación del sistema educativo sirve para tomar decisiones de política pública. Las evaluaciones estandarizadas, nacionales e internacionales, se hacen en todos los países que mejoran. Pero pueden estar bien hechas o no y pueden usarse para mejorar o no”.

“Hay que seguir participando de las evaluaciones internacionales y pedir devoluciones detalladas y ajustadas al contexto del país. Y es necesario que la Argentina mejore el sistema nacional de evaluación actual, en sus aspectos técnicos, y que haya independencia del poder de turno sobre la evaluación. Una vez que se tenga información confiable y válida, hay que saber usarla para mejorar el sistema educativo”, concluyó la especialista.

Alieto Guadagni, director del Centro de Estudios de la Educación Argentina de la Universidad de Belgrano, opinó: “Toda aquella persona progresista que quiera mejorar la educación debe hacerlo sobre evidencia. Y las pruebas Aprender dieron aportes considerables. Pusieron en evidencia problemas muy serios; por ejemplo, que el rendimiento escolar depende de la situación económica de los padres. Entonces, son herramientas para diseñar políticas progresistas para apuntalar a ciertos alumnos”.

Gustavo Iaies, director de la Escuela de Gestión Educativa del Instituto Eseade, también cuestionó los dichos de Puiggrós. “Son equivocados. Hay que pensar las pruebas como prácticas educativas, siempre que uno le devuelva los resultados al director y los docentes para trabajar. Además, le dan al país un panorama de la situación en distintos lugares, dónde están mejoro peor”, dijo.

Y agregó: “Por último, y no menos importante, creo que pensar que el mérito es algo con lo que no queremos convivir es una idea muy peligrosa. Estamos en una sociedad en la que hay que preparar a los chicos para serlos mejores”.