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31/01/20

Las dudas por el bono de Kicillof hicieron que en enero la brecha entre uno de los dólares alternativos y el oficial supere el 40 por ciento

Federico Furiase, profesor de la Maestría en Finanzas, habló sobre la decisión del Banco Central de bajar la tasa de referencia para reactivar la economía. Opinó que si la brecha del dólar implícito y la incertidumbre sobre la deuda siguen aumentando, el plan de contingencia del gobierno "perderá eficacia para coordinar expectativas".

Por Luis Beldi

Fuente: Infobae - Créditos: Cristian Heith


Desorientación es la palabra que define el mercado a horas de que Axel Kicillof anuncie el destino del BP21. La paridad que tiene el bono es inferior a 40% es un precio de default, aunque una parte del mercado cree que se va a pagar.

¿Si no cuál es el sentido de bajar la tasa de referencia de 50 a 48% un día antes? La decisión de Banco Central para reactivar la economía, perdería sentido si al día siguiente la principal provincia de la Argentina declara el default.

Hasta los economistas están desorientados. “Desde el punto de vista racional no veo ninguna ventaja en no pagar el bono que tiene un vencimiento relativamente bajo. Las desventajas de un default son más grandes que los beneficios que puede proporcionar para la negociación de la deuda nacional”, señaló Federico Sidi de Compass Group.



Para Federico Furiase, de la consultora EcoGo y profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, la jugada del Central “fue arriesgada. No comprendo como bajó la tasa en un contexto de presión en la brecha cambiaria, de incertidumbre en la negociación de la deuda en dólares y con tasas reales que empiezan a ser negativas contra la inflación esperada”.

“Sobre todo –agregó– cuando se pretenden rollear los fuertes vencimientos en pesos que se vienen con Letras a tasa Badlar más spread. Si la brecha sigue pasando factura frente a la baja en la tasa, la incertidumbre en torno a la deuda en dólares y los altos vencimientos en pesos, el congelamiento del dólar oficial, tarifas y combustibles pierde eficacia para coordinar expectativas hacia una nominalidad descendente”.

El valor técnico del BP21 es de default, 33,39 por ciento. “Todos los indicadores que tiene el bono indican que hay sesenta por ciento de probabilidades de que defaultee”, señaló un operador de la Bolsa. “Pero esto no quiere decir que vaya a suceder. Argentina no es el país de las probabilidades, sino el de las improbabilidades”, se atajó por si falla su pronóstico.

Lo cierto es que los mercados giraron alrededor del bono de la provincia de Buenos aires nominado en dólares con legislación Nueva York, excepto el de bonos en pesos donde hubo subas en casi todos.
“Nadie cree que la cifra de veintiséis por ciento de adhesión de la masa crítica, el ministro Martín Guzmán la haya lanzado de casualidad. Sonó a advertencia de fracaso”, dijo e mismo operador. “Esto me hace pensar que Nación y Provincia no están trabajando coordinadamente”.

Los dólares alternativos respondieron de una manera poco tranquilizadora. El contado con liquidación aumentó 77 centavos a $84,88 y el dólar Bolsa subió 75 centavos a $82,97.

La suba no solo es un mal indicador para el bono bonaerense sino para la medida de traer dólares del exterior para pagar menos impuesto a los bienes personales. Que el dólar suba después de ese anuncio señala que son pocos los dispuestos a repatriar las divisas. Otra medida anunciada que no tiene sentido si se va a ir a default.

El dólar libre continuó en $79 porque es un mercado que se achicó demasiado.
En la plaza oficial, el dólar mayorista negoció apenas USD 182 millones, de los cuales el Central compró 40 millones. De esta manera, el dólar que rige el comercio exterior quedó en $60,25. Lo mismo sucedió con el dólar para ahorristas y público en bancos y casas de cambio donde se mantuvo en $62,97.
Las reservas tuvieron su quinta baja consecutiva. Cedieron 50 millones y están en USD 45.012 millones.

El riesgo país, ante la suba del Bono del Tesoro de los Estados Unidos a 10 años que ahora rinde tan solo 1,56%, subió 12 unidades a 2.052 puntos básicos porque hubo leves bajas en los bonos más cortos y se mantuvieron equilibrados los de más largo plazo.

La Bolsa, tuvo una leve recuperación. El S&P Merval después de superar una baja de 1,30%, a las 13.00 comenzó un camino ascendente que lo llevó a finalizar con un aumento de 0,13% con moderados negocios por $588 millones. Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) fue el gran perdedor con 5,81%. Cresud fue otro de los damnificados con una baja de 4,46%. Entre las subas se destacaron Grupo Valores con 4,26% y Galicia con 1,47%.

Los ADR’s argentinos –certificados de tenencias de acciones que cotizan en dólares en Wall Street– tuvieron mejor rueda que en Buenos Aires. Lo mejor pasó por el castigado BBVA que recuperó 4,19% de lo que llevaba perdido, seguido por Galicia con 2,98%.

El viernes es el día “D”. La decisión de pagar el BP21 es lo que ata a los inversores y la que en el último tiempo ha obligado a tomar medidas indeseadas para evitar que la inflación se escape. El costo más grande de implantar esta duda en el mercado fue la suba de los dólares alternativos que alcanzó a 14,6% en el mes, es decir subió 7 veces más que la tasa de interés y la brecha con el dólar oficial mayorista alcanzó a 40%, está en el peligroso límite que puede arrastrar a las demás variables porque tienta a los inversores a eludir a mercado legal tanto en lo financiero como en lo comercial.