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El Economista
23/01/20

BP21: Prevén que los bonistas terminarán aceptando la propuesta

Federico Furiase, profesor de la Maestría en Finanzas de la UTDT, analizó la negociación de la deuda en un diálogo con El Economista, donde explicó que la estrategia de los gobiernos nacional y bonaerense tiene que ver con eliminar el riesgo moral y cualquier expectativa de un salvataje financiero por parte de la Nación.


Ayer fue la fecha límite para que los tenedores del bono BP21 se pronunciaran respecto a la propuesta del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, de postergar para el 1 de mayo el vencimiento de capital, el cual estaba pautado para el 26 de enero. Ante la negativa por parte de los acreedores, Kicillof decidió extender por nueve días más (hasta el 31 de enero) el plazo para que los bonistas decidan si aceptan o no su propuesta.

“Creo que a los acreedores no les va a quedar otra opción que aceptar la propuesta de Kicillof. En el fondo, no es tan extenso el plazo que les están pidiendo. Peor sería forzar el default. Lo que ocurre es que las dos partes están jugando al poker: cada uno se quiere mostrar duro porque quiere que el otro se asuste primero”, describió ante El Economista Miguel Zielonka, director asociado de la consultora Econviews.

“A ninguno de los dos les sirve entrar en default, pero en el margen me parece que los acreedores se asustan antes, al menos en esta oportunidad”, añadió el especialista, que además considera que, por el momento, el gobernador bonaerense no ofrecerá algo nuevo para destrabar la negociación.

“Creo que Kicillof no propondrá nada antes de que la Nación proponga algo, porque busca alinearse y aprovechar lo que negocie la Nación y hacer copy and paste para el caso de la provincia de Buenos Aires”, estimó Zielonka, que a la vez señaló que esta situación puede “generar ruido” a la Nación, pero que “es parte del juego”.

Por su parte, Federico Furiase, director del estudio EcoGo, señala que la estrategia de negociación de los gobiernos nacional y bonaerense tiene que ver con eliminar el riesgo moral y cualquier expectativa de un salvataje financiero por parte de la Nación, en caso de no llegar a un acuerdo, además de que, según las palabras del ministro de Economía, Martín Guzmán, no hay reservas suficientes para pagar vencimientos de capital de bonos en dólares.

“Frente a esta postura, se generó una caída muy fuerte en precios de los bonos, consistente con un aumento en la probabilidad de default implícita, que paradójicamente es lo que se requiere para que los acreedores privados frente a la probabilidad de default y la no expectativa de un auxilio financiero es lo que necesitan los acreedores para empezar a tener incentivo y tener una negociación mediante las CAC (Cláusulas de Acción Colectiva) y así evitar el default”, explicó Furiase a El Economista.

El especialista señala que por ahora hay incertidumbre, además de la atomización de los inversores. “Para que los acreedores negocien y acepten el reperfilamiento mediante las CAC, necesitan estar convencidos de que no habrá salvataje financiero si no se alcanza la negociación. Probablemente, todavía haya dudas, más allá de lo que viene ocurriendo”, destacó.

“En un escenario con un evento de crédito, donde no se alcance una negociación y no haya un auxilio financiero de la Nación, no creo que genere un evento disruptivo en términos de la negociación de la deuda soberana. Aunque sí creo que dado el monto de vencimiento (US$ 275 millones), y el eventual efecto derrame sobre la paridad de los bonos soberanos y sobre la brecha cambiarIa en un contexto de inercia inflacionaria, llegado el caso de que no se logre una negociación, se debería priorizar la contención del riesgo sistémico”. 

Ante todo este escenario, podrían abrirse dos caminos, según el especialista: “a un win/win, donde frente a la materialización del riesgo de default y el no salvataje por parte de la Nación, finalmente se alcance a un acuerdo entre la provincia de Buenos Aires y los acreedores privados mediante las CAC; o un escenario negativo, donde no se llegue a una negociación, sin salvataje, entrando en default, y ahí el efecto sistémico también va a depender de si los acreedores aceleran sus derechos respecto a la deuda que tienen con ellos”.


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