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Radio Continental AM 590
16/01/20

La importancia de los conocimientos adquiridos en los primeros tres años de vida

“Los chicos que juegan con sus padres a contar, a ver si una cantidad es mucho o poco, a ordenar de grande a chiquito, es decir a razonar en abstracto, muchos años después les va mejor en el aprendizaje de la aritmética y de las fracciones”, explicó Mariano Sigman, director del Laboratorio de Neurociencia y profesor de la Escuela de Negocios UTDT, en Radio Continental.

Por María O'Donnell

Mariano Sigman, director del Laboratorio de Neurociencia y profesor de la Escuela de Negocios UTDT, habló por Radio Continental con María O´Donnell sobre la importancia de los conocimientos adquiridos durante los primeros tres años de vida de las personas, aunque luego los adultos no guarden registro de ellos.

Aunque alguna gente afirma conservar recuerdos de momentos anteriores a los tres años, Sigman aclaró qué investigaciones científicas demostraron qué esos recuerdos son ficticios. Sin embargo, aclaró qué aunque la memoria no conserva recuerdos explícitos de muchos conocimientos adquiridos hasta esa edad, eso no significa qué no hayan sido incorporados. “Vos no te acordás de qué aprendiste a caminar, pero caminás. Si no lo hubieras aprendido en ese momento, te habría costado mucho más”, ilustró.

Sigman explicó que la memoria se compone básicamente de dos partes: la “declarativa”, compuesta por aquellas cosas de la memoria qué conocemos, y la “implícita”, formada por cosas que sabemos hacer pero no cómo las aprendimos, ni sabemos explicarle a otra persona cómo hacerlo, por ejemplo, cómo caminar.

Agregó que los aprendizajes iniciales son preparatorios para otros posteriores porque abren oportunidades para nuevos aprendizajes. Por ejemplo, aprender de chico un idioma permite en la adultez leer a un escritor en su lengua original. Lo mismo ocurre con las matemáticas. “Los chicos que juegan con sus padres a contar, a ver si una cantidad es mucho o poco, a ordenar de grande a chiquito, es decir a razonar en abstracto, muchos años después les va mejor en el aprendizaje de la aritmética, de las fracciones”.

Concluyó alertando sobre la exigencia de que las intervenciones -y hasta de la política- ofrezcan consecuencias inmediatas. “En neurociencia -y esto creo que también vale para la política- hay medidas cuyas consecuencias se ven años después”, graficó, y advirtió que separarse de la inmediatez de los efectos cuesta.


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