Mariano Narodowski, profesor investigador del Área de Educación de la Escuela de Gobierno, fue entrevistado por Luciana Vázquez en “La Repregunta” (LN+) acerca de los resultados de las Pruebas PISA 2018. 

Las PISA son evaluaciones internacionales de educación que se toman cada tres años. “Los resultados muestran un estancamiento que corrobora la sensación que tenemos todos. Las pruebas no inventan algo ni aportan mucha información, sino que confirman el problema educacional argentino. Si a la Argentina le hubiera ido bien, estaríamos altamente sorprendidos”, comentó Narodowski.

A su vez, el investigador sostuvo: “Los resultados tampoco nos sorprenden porque nuestra situación está colapsada y no nos producen ningún efecto. No se ve en los gobiernos, no hay una autocrítica ni ningún diagnóstico”.

“Lo que sí me parece interesante es que las clases medias se enteren que a sus hijos les está yendo mal. Que no es solo un tema de los pobres, que no se están salvando por tener un mayor poder adquisitivo. Los resultados de sus hijos son inferiores a las de los pobres de países como Irlanda, Portugal o Polonia. No están registrando que el dinero que invierten en escuelas caras no los está salvando", advirtió el especialista.

“Los resultados nos tienen que servir para despertarnos, para salir de la anestesia a la que estamos sometidos. (...) No hay un cambio en la estructura de la organización educacional, no reaccionamos”, señaló Narodowski. “Estamos frente una situación de colapso en donde nosotros como país estamos paralizados y estancados mientras el resto de los países más o menos parecidos al nuestro están mejor. La idea de la Argentina como faro educativo del mundo hay que olvidarla porque lamentablemente eso no existe más”, agregó.

Con respecto a las posibles soluciones, Narodowski señaló: “La Argentina tiene que salir de la grieta en temas educativos. Yo creo que sobre todo en el tema del financiamiento y en algunas cuestiones del régimen laboral docente se podría avanzar”.

Concluyó diciendo: “Realmente los niveles de pobreza en la Argentina tienen que ser mejorados con un mayor y mejor financiamiento educativo. Si vamos a esperar a que baje la pobreza para invertir en educación, estamos errados. No hay ninguna justificación ni moral, ni política, ni económica para que haya divergencias en la inversión de la educación entre regiones”.