Una vez en el poder, la promesa de 3 mil jardines que prometió Cambiemos fue transformada en construir 10 mil aulas. La explicación oficial fue que, aunque los fondos para la construcción de los jardines son nacionales, las provincias y los municipios debían aportar los terrenos y cubrir los gastos de funcionamiento, por lo que se decidió en muchos casos construir nuevas aulas en jardines existentes. Sin embargo, y aunque se cambió la promesa, la alianza tampoco llegó a la nueva meta.

Con este nuevo esquema de construcción de salas, lo que se logró terminar, según información entregada en noviembre de 2019, es decir durante el mandato de Macri, fueron 1.325 salas, o el equivalente a 481 jardines, a los que se suman 755 salas que se están construyendo, que serían el equivalente a 261 jardínes, de acuerdo con datos del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología en respuesta a un pedido de acceso a la información pública presentado por Chequeado. Entre las aulas terminadas y las que aún están en construcción, la gestión de Macri dejará 2.080 salas, alrededor de un quinto de las 10 mil prometidas, o el equivalente a 742 jardines, con lo cual tampoco se llegó a la meta prometida.

En cuanto a la obligatoriedad de la sala de 3 años, hubo un proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) que se aprobó en la Cámara de Diputados en 2016, pero nunca se trató en el Senado. Aunque la sala de 3 no es obligatoria, el Estado debe asegurar vacantes. La sala de 4 se transformó en obligatoria en 2014, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

La cobertura del nivel inicial y su importancia

La asistencia al jardín de infantes varía mucho por edad: mientras a los 3 años sólo el 44% de los chicos asiste, a los 4 lo hace el 89% y a los 5, el 96%.

“La oferta se concentra fuertemente en el tramo obligatorio (4 y 5 años). La mayor falta de instituciones se evidencia en el jardín maternal y, en menor medida, en la sala de 3. Mientras que el 90% de las escuelas de nivel inicial tienen salas de 4 y/o de 5 años, solo el 50% cuenta con una sala de 3 y el 15% con oferta de jardín maternal”, señala el documento “Mapa de la educación inicial de la Argentina” publicado por Unicef y el Centro para la Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).

La asistencia al jardín de infantes ayuda a achicar la brecha entre chicos de diferentes sectores socioeconómicos. “En el jardín pueden tener estímulos cognitivos que algunos chicos no tienen en la casa, con lo que se ayuda a que se reduzcan luego las brechas sociales”, explicó a Chequeado María Luz González Gadea, doctora en neurociencia e investigadora del Conicet y del Centro para la Evaluación de Políticas basadas en Evidencia (CEPE).

Además, agregó: “La primera infancia es la preparación para la escuela; es cuando se adquieren las habilidades y nociones básicas para entrar al sistema educativo, como cuáles son las formas de acceder al conocimiento y de interactuar con otros. Para niños de niveles socioeconómicos bajos, puede ser más difícil adquirirlos si no van al jardín”.

Los jardines también son importantes para reducir las brechas laborales entre hombres y mujeres, dado que en general el cuidado de los niños recae sobre las mujeres y eso afecta sus carreras laborales. “En toda estrategia destinada a facilitar la participación de la mujer en la fuerza de trabajo, especialmente en el caso de las mujeres vulnerables, debería darse prioridad a la ampliación de las guarderías y la educación preescolar, la promoción de escuelas con horarios más amplios”, señala el Centro Internacional de Políticas para el Crecimiento Inclusivo en su documento sobre las mujeres en el trabajo.

INCUMPLIDA: la promesa tenía un plazo establecido que no se cumplió o los resultados muestran que la situación avanzó en la dirección contraria a lo previsto.