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La Nación
19/10/19

Lo que no hay que hacer: nueve personajes que pueden costarle la carrera a un ejecutivo

Los profesores de la Escuela de Negocios UTDT analizan ciertas cualidades personales que pueden aparecer en el ámbito laboral, a partir de los ejemplos aportados por personajes famosos de libros y películas. Según los especialistas, "ciertos arquetipos pueden retrasar la carrera y llegar hasta el extremo de costarle el puesto de trabajo".

Por Eugenio Andrés Marchiori y Andrés Hatum

"Indiana, te lo sigo diciendo, ¡si escucharas más, vivirías más!", le decía uno de los personajes al Dr. Jones en una escena de El templo de la perdición. Alguien considerado un Indiana Jones es un aventurero que no duda en correr riesgos para satisfacer su curiosidad; un Drácula es una persona que "chupa la sangre" de otros con tal de conseguir sus objetivos; se llama Hércules a quien posee enorme fuerza y espíritu guerrero; Sherlock Holmes es sinónimo de perspicacia e inteligencia... Los ejemplos de arquetipos abundan.

Un personaje arquetípico posee una serie de características y conductas consideradas universales. Para Platón (arquetipo del filósofo) eran modelos ideales y perfectos en los que se inspiraban los objetos de la realidad.


La arrogancia es uno de los defectos más comunes de los ejecutivos. (Crédito: Shutterstock)

Por su parte, el psicólogo austríaco Karl Jung los relacionaba con los sueños y con las religiones. De hecho, hay infinidad de arquetipos basados en la religión griega y en otras.

Si los volcamos al mundo del trabajo, tener cualidades semejantes a ciertos arquetipos puede retrasar la carrera y llegar hasta el extremo de costar el puesto. Veamos algunos ejemplos.

Cenicienta representaba a la mujer oprimida, cuya única esperanza de salvación era la llegada de un príncipe azul que las rescate. El caso es muy común en el mundo del trabajo. Adoptar una actitud pasiva a la espera de reconocimiento de otros puede llevar a "perder el tren" de la carrera. Ver cómo un colega avanza mientras se permanece estancado es una de las experiencias profesionales más frustrantes y dolorosas que se pueden vivir. Este arquetipo es especialmente común entre aquellas personas de temperamento introvertido. Cuando no se es capaz de hacer nada al respecto por sí solo, un buen psicólogo o coach es recomendable para destrabar.

Pinocho era un muñeco de madera que deseaba transformarse en un niño real. Cada vez que mentía, le crecía la nariz, por lo que se convirtió en el modelo del mentiroso que es descubierto. Mentir puede terminar convirtiéndose en una manera infalible de hacerse echar. Incluso un pequeño "tuneo" del CV puede terminar en un despiste en el ámbito laboral. A la larga, el mercado laboral local termina resultando chico y las mentiras tienen patas cortas cuando se piden referencias del candidato.

Cándido era un personaje del Voltaire, célebre por su optimismo e inocencia. Cándido vivía en "el mejor de los mundos posibles", más allá de lo que le mostrara la realidad. El sesgo del optimismo lleva a subestimar el riesgo y adoptar una actitud de "todo va a estar bien", por lo que puede hacer fallar la preparación frente a los imprevistos. Las nuevas generaciones tienen que tener muy en cuenta a este personaje. El dejar que "todo fluya" alegremente puede generar que no podamos anticipar problemas ni tomar oportunidades a tiempo.

Mujer Maravilla es la más famosa de las amazonas, las célebres mujeres guerreras. Su nombre deriva del privativo "a" (sin) y de "mazos" (pecho), es decir que amazona significa "sin pecho". La leyenda dice que ellas se cortaban o quemaban el pecho derecho para manejar el arco y la flecha con mayor libertad. Aunque parezca algo de fantasía, la tenista rumana Simona Halep, ex número uno del mundo y ganadora de dos Grand Slams, se sometió a una cirugía de reducción de mamas para poder manejar mejor la raqueta. El problema es cuando las personas comunes (casi todos nosotros) se sienten capaces de emular a las amazonas y cercenan gran parte de su vida personal por la profesional. En la mayoría de los casos, la estrategia se convierte en un bumerán y el burnout termina por arruinar a las personas.

Mentor era el amigo de Odiseo que se encargó de educar a su hijo mientras él se consagraba a sus aventuras y a "ser seducido" por las más hermosas diosas, según cuenta la mitología griega. Son raros los casos de directivos exitosos que no hayan contado con los consejos de uno más mentores a lo largo de la carrera. Conseguir un mentor es un desafío mayor para las mujeres, ya que los puestos altos dirección siguen siendo dominados por hombres. Por prejuicios culturales, es mucho más difícil para ellas relacionarse con un superior en el lugar de trabajo. Lo cierto es que, sin un mentor, será muy difícil alcanzar posiciones de influencia.

Narciso era un joven hermoso que rechazaba a todas las doncellas que se enamoraban de él. Para castigarlo por su arrogancia, la diosa de la venganza hizo que se enamorara de su propia imagen. Un típico Narciso es alguien que "se la cree", una persona ególatra que "no puede ver más allá de su ombligo", lo que la aleja de sus colegas hasta que se queda sola y aislada. Esta forma de ser puso punto final a muchas carreras promisorias. Un líder narcisista es la peor de las posibilidades ya que no puede armar equipos de alto desempeño, no genera empatía y no reconoce el trabajo del otro. El narcisista solo puede mirarse a sí mismo y, al hacer eso, desprecia a todo lo que lo rodea.

Shylock es un prestamista de El Mercader de Venecia, la obra de William Shakespeare. A Shylock le interesaba el dinero por sobre todo lo demás, de allí que se lo recuerde como el prototipo del avaro. A pesar de su indudable importancia, priorizar el dinero sobre el aprendizaje -en especial al comienzo de la carrera- puede llevar a perderse oportunidades irrecuperables. Cambiar de trabajo motivado por el dinero como factor más relevante es de un cortoplacismo riesgoso para hacer carrera directiva. Este tipo de comportamientos profesional no terminan siendo el mejor camino para asentar las bases de una carrera exitosa.

Chidi es un profesor de filosofía moral, personaje de la serie The Good Place. Como supone el ideal popular del filósofo, Chidi dudaba y se cuestionaba todo, por lo que era incapaz de tomar decisiones. Hasta un cierto punto, dudar y analizar una decisión es algo positivo y necesario, pero cuando la duda inmoviliza, otros podrían aprovechar alternativas que -en un principio- estaban destinadas para nosotros. La parálisis por análisis hace a la persona incapaz de accionar y de reaccionar a tiempo.

Romeo se enamoró de la hija de la familia enemiga para convertirse en el arquetipo de quien elige el amor prohibido y termina mal. De más está decir que enamorarse de un jefe o de una jefa puede retumbar como un sismo en la oficina y envenenar la carrera de cualquiera.

Más allá de que su empleo pueda resultar simpático, los arquetipos contienen enseñanzas serias. En cada uno se trasmite el conocimiento y la experiencia de muchas generaciones. Son símbolos que señalan lo que una sociedad aprecia y rechaza. Tenerlos en cuenta puede ayudar a evitar muchos traspiés en la carrera.

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