En los medios

El Mercurio de Chile
25/06/19

La fórmula Macri y la dupla Fernández se disputan las lealtades de los caudillos locales

El desempeño del oficialismo en las elecciones proviniciales no ha sido positivo, pero el apoyo de los gobernadores es necesario para ganar cualquier elección. Carlos Gervasoni, profesor del Dpto. de Ciencia Política y Estudios Internacionales UTDT, fue consultado por El Mercurio acerca de la calidad democrática de las provincias y cómo esta se ve afectada por la coparticipación de impuestos.

Por Alberto Millán

El desempeño del oficialismo en las elecciones provinciales no ha sido positivo, pero la fragmentación en el peronismo y la inclusión del senador peronista Miguel Pichetto en la fórmula electoral del mandatario podrían atraer a algunos gobernadores.

Resultado de imagen para elecciones argentina 2019

Si hay un antecedente crítico para el intento de Mauricio Macri de reelegirse, además de la delicada situación económica, son los comicios regionales. En lo que va del año, 14 de las 23 provincias argentinas han tenido elecciones de gobernador, con un solo triunfo del oficialismo en Jujuy. Los que sí han tenido varias victorias son los peronistas, que, sin embargo afrontan las presidenciales de octubre en tres fórmulas distintas, incluida la macrista. Es una fragmentación mayor a la acostumbrada, que abre una disputa por las lealtades de los líderes locales, que pueden "mover el voto° y que podría ser el factor clave en la estrecha carrera a la Casa Rosada, oficialmente lanzada ayer con la inscripción de las candidaturas.

Es que en la Patagonia, en la precordillera o en las orillas del río Paraguay, son esos caudillos, y no el "círculo rojo' (las élites influyentes, según Macri), los que pesan. La mayoría de ellos son miembros del Partido Justicialista (PJ, peronista).

Eso está en los cálculos del mandatario centroderechista, quien aprovechando los contactos de su nominado a vicepresidente, el exjefe de los senadores peronistas Miguel Pichetto, intenta mejorar los vínculos con gobernadores opositores. Por ahora son más los que han mostrado apoyo a la candidatura que rivaliza con Macri en los sondeos, y que tiene el respaldo oficial del PJ: la del exjefe de gabinete de Cristina Fernández, Alberto Fernández, que lleva a la exmandataria izquierdista de vicepresidenta. Mientras, el exministro de Economía Roberto Lavagna trata de captar al peronismo no kirchnerista.


Dependencia

El poder de los caudillos locales se explica en muchos casos porque gran parte de la población depende del Estado. Según datos del Ministerio del Trabajo recogidos por La Nación, en el país el empleo público alcanza el 35%, pero en lugares como Formosa o Catamarca bordea el 70%.

"El sistema de coparticipación federal argentino recauda la mayor parte de los impuestos en las provincias más pobladas y desarrolladas, pero los distribuye en favor de las demográficamente más pequeñas (...). Así, en Catamarca, Formosa, La Rioja, Santiago del Estero y Santa Cruz, entre otras provincias, existen o han existido 'caudillos' o 'señores feudales' que prácticamente hegemonizan la política locar, explicó a este diario el politólogo Carlos Gervasoni, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, que ha investigado la calidad democrática de las provincias. El académico añade que la mayoría de las provincias "rentísticas" están -bajo el dominio de políticos del PJ", Este año, la disputa por conseguir el respaldo de los líderes provinciales puede ser clave para la carrera presidencial, porque los gobernadores justicialistas no están alineados. En total, el peronismo (el PJ más grupos afines) controla 16 provincias, considerando la derrota de hace una semana de la gobernadora justicialista Rosana Bertone en Tierra del Fuego, y la victoria del senador Ornar Perotti en Santa Fe, que desbancó al socialismo.

El propio Perotti es uno de los seis líderes locales peronistas que tienen discrepancias con Cristina, envuelta en varias causas judiciales. Su triunfo en Santa Fe, la tercera provincia con más electores, hizo que Alberto Fernández y Pichetto salieran raudos a felicitarlo. Algo parecido ha pasado con los gobernadores reelectos en Entre Ríos, Gustavo Bordet, y San Juan, Sergio Uñac. Según Infobae, ambos muestran buena disposición a Alberto Fernández.

En Salta gobierna el compañero de fórmula de Lavagna, Juan Manuel Urtubey; mientras que en Misiones, el gobernador Hugo Passalacqua —que no es miembro del PJ, pero sí de un partido peronista local— se ha mostrado proclive a Macri.

Pero el apoyo más codiciado de todos es el de Juan Schiaretti, gobernador de Córdoba, la segunda provincia más poblada. Hasta ahora, el líder de la extinta Alternativa Federal (que agrupaba al peronismo no kirchnerista, con líderes como Pichetto y Sergio Massa) ha dicho que no apoyará a ningún candidato, ni siquiera a Lavagna.

En contraste con Schiaretti y compañía están los peronistas que sí respaldan la llamada fórmula Fernández-Fernández. Son 10 gobernadores, aunque ninguno de alguna provincia con gran peso electoral. Entre ellos, la hermana del fallecido Néstor Kirchner, Alicia Kirchner, en el bastión K de Santa Cruz; Mariano Arcioni de Chubut, que seguirá a su socio Massa apoyando a Rodríguez Saá.

Boleta corta

En el macrismo solo cuentan con cuatro gobernadores, tres de ellos del tradicional partido Unión Cívica Radical: Alfredo Cornejo, en Mendoza; Gustavo Valdés, en Corrientes, y el reelegido en Jujuy, Gerardo Morales.

La gobernadora restante es del PRO de Macri y rige en Buenos Aires, la provincia más grande y el principal botín electoral del país. María Eugenia Vidal, quien antes sonó para ser candidata en vez del mandatario. El jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez, también es del PRO. Además de ellos, Mach espera apoyo de gobiernos de partidos locales en Río Negro y Neuquén, y del peronista de Misiones.

Y de Schiaretti ya ha recibido algunas señales: en Córdoba, por decisión del ejecutivo local, las elecciones serán con "boleta corta', es decir, las listas parlamentarias no van en una misma papeleta con el candidato a presidente, y, según es consenso de los expertos electorales, eso evita un arrastre de votos. Lo mismo pasará en Río Negro, Neuquén, Misiones, así como en Chubut, manteniendo la autonomía de la coalición de Arcioni.

Según la directora de la consultora Managment & Fit, Mariel Fomoni, la buena disposición de varios gobernadores, incluso peronistas, de favorecer a Mach tiene que ver con su gestión hacia las provincias respecto de la del kirchnerismo. "Al recibir lo que correspondía de la coparticipación federal —distribución de impuestos—, las provincias hoy están en una mejor situación que la nación porque son todas superavitarias", comentó a "El Mercurio'.

El 11 de agosto serán las primarias, y el 27 de octubre la primera vuelta. Aún 7 provincias tendrán comicios a gobernador este año, 3 de ellas, incluida Buenos Aires, el día de la presidencial.