En los medios

Clarín
9/06/19

Un discípulo del filósofo Carlos Nino

Roberto Gargarella, profesor de la Escuela de Derecho UTDT, fue entrevistado por Clarín. “Me interesa pensar sobre cuestiones que son de relevancia pública, con una perspectiva más contextualizada, histórica y teórica”, comentó.

Roberto Gargarella pasa parte del año fuera del país, “dando clase o haciendo investigación”, en países como Estados Unidos, Inglaterra, España y Noruega. Se referencia como discípulo del filósofo y jurista Carlos Nino, quien participó activamente de la transición democrática alfonsinista y falleció en 1993. Durante una década, Gargarella participó del “seminario de los viernes” de Nino, en el Instituto Gioja de la Facultad de Derecho (UBA), en el que “un grupo pequeño nos juntábamos religiosamente cada viernes a leer textos complicadísimos”, dice Gargarella. Y agrega que nada de lo que aprendió en otros países superó lo de “esas tardes de discusiones, tomando la merienda con mis colegas y con Carlos Nino”.
De esa época recuerda la “fisura” que tenía, por sus estudios de sociología en la UBA, que combinaba con los de abogacía, cuando estaba terminando la dictadura militar.



Le sorprendía que el profesor de Derecho se paraba sobre un altar y daba cátedra desde varios escalones por encima de sus cabezas; mientras que el sociólogo, en el mismo espacio, retiraba una silla y se ponía al mismo nivel que los alumnos. Además, “la carrera de Sociología se dictaba en las catacumbas de la Facultad de Derecho. Tanto por los contenidos, como por las formas, eso fue explosivo, una gran ruptura”, dice Gargarella. El modelo de “intelectual público”, comprometido con los debates de su época, es uno de los legados que le dejó Nino, además de haber integrado el Consejo para la Consolidación de la Democracia, que coordinó su referente intelectual.

Nino fue asesor en temas de derechos humanos del entonces presidente Raúl Alfonsín y participó activamente en el diseño del Juicio a las Juntas. Fue el jurista que encontró la forma de anular la Ley de Autoamnistía que habían dictado los militares, al elaborar la teoría que distingue entre las normas democráticas y las de facto. Gargarella también participó en el equipo de jóvenes investigadores del Centro de Estudios Institucionales, fundado por Nino, quien fue su primer vicepresidente ejecutivo.
Y escribió el prólogo de uno de sus libros clásicos, “Un país al margen de la ley”. “Me interesa pensar sobre cuestiones que son de relevancia pública, con una perspectiva más contextualizada, histórica y teórica”, plantea el sociólogo y constitucionalista. Y menciona un grupo de intelectuales con los que se vincula ahora en la Argentina, como Marcelo Alegre, Marcela Rodríguez, Rubén Lo Vuolo y Maristella Svampa, entre otros.

Desde hace 20 años coordina un seminario sobre Teoría Constitucional y Derecho Político, que lo ha ido trasladando por distintos espacios y que ahora está en la UBA. “Leemos y discutimos textos que nos ayuden a renovar el pensamiento”, explica Gargarella.

Es que, a su entender, en la Facultad de Derecho de la UBA faltan profesores a tiempo completo.
“Muchos son abogados que litigan y enseñan lo que hacen, así que reproducen su propia práctica, que es una práctica adocenada y dócil, porque no puede ser crítica de los jueces, que luego le pueden fallar en contra. Es un sistema de mutuo elogio, de falta de pensamiento crítico. El peor escenario posible”, concluye Gargarella.

ITINERARIO

Roberto Gargarella nació en Buenos Aires en 1964. Estudió en el Colegio Marín y el Nacional de San Isidro. Cursó abogacía en la Facultad de Derecho (UBA) y la carrera de sociología en la misma Facultad, graduándose en 1985 y 1987, respectivamente. Hizo un doctorado en Derecho (UBA), otro en Jurisprudencia (Universidad de Chicago) y un postdoctorado en Oxford. Fue becado por la Fundación Antorchas, el British Council y la Fundación Guggenheim. Escribió más de 20 libros.
Es profesor en universidades de la Argentina, Estados Unidos, España y Noruega e investigador principal del CONICET.

Al toque

Un proyecto Repensar la historia constitucional americana.
Un líder Ninguno, nunca. Un presidente podría decir Salvador Allende.
Un prócer Ninguno, ni prócer ni líder.
Una comida No respondo sobre pautas de consumo personal.
Una bebida Pautas de consumo no.
Un postre Tampoco.
Una sociedad que admire Admiro personas, no sociedades. Una enorme admiración por la generación de inmigrantes italianos de mis padres.
Un recuerdo La Italia campesina que conocí cuando tenía 4 años.
Un placer Estar con amigos y la gente que quiero.
Un sueño La utopía política de una comunidad de iguales.
Una película El espíritu de la colmena, de Víctor Erice.
Una serie No digo pautas de consumo.
Un libro Lo último que leí, que me gustó mucho, fue La plaza del diamante, de la autora catalana Merce Rodoreda.
 

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