Escuela de Gobierno
En los medios
16/05/19
Ricardo Hausmann: “El peronismo fue gobierno muchas veces y debe aprender”
Ricardo Haussman, director del Centro para el Desarrollo Internacional de la Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard y socio del CEPE en un proyecto conjunto para acompañar a la Ciudad de Buenos Aires en la elaboración de su plan de desarrollo económico con vista a 2035, fue entrevistado por el diario El Cronista sobre la situación productiva en Argentina y la crisis en Venezuela.
Ricardo Hausmann, director del Centro de Desarrollo Internacional de Harvard y coordinador del equipo económico del presidente interino de Venezuela, Juan Gaudió, consideró que hay lecciones que el peronismo tiene que aprender sobre lo que es sensato en materia económica, porque fue gobierno muchas veces en la historia local.
Hausmann estuvo en Buenos Aires en el marco de una misión del Proyecto que el Centro de Internacional para el Desarrollo de Harvard y el Centro de Evaluación de Políticas basadas en la Evidencia de la Universidad Di Tella están realizando para acompañar a la Ciudad de Buenos Aires en la elaboración de su plan de desarrollo económico al 2035.
-Usted dijo que hay políticas que pueden ayudar a la igualdad interna pero que no ayudan a que “gane la Selección”, a la performance externa de la economía. ¿A qué se refería?
Hay políticas distorsivas en la economía argentina. Ustedes tienen un Impuesto a los Ingresos Brutos que es en cascada a 3% o más. Es distinto del IVA en que cuanto más larga sea la cadena, más grande es la acumulación de ese porcentaje. La forma en que lo han resuelto es eximir a las exportaciones de ese impuesto. También tienen, por ejemplo, extensión del convenio colectivo de trabajo a todas las empresas del sector. La idea es equiparar las condiciones laborales en la competencia interna. Pero de vuelta eso impone condiciones distintas a las de los países que están compitiendo con la Argentina. Eso también perjudica a la Selección nacional, a las exportaciones.
-También habló de traer know how. Pero hoy las empresas más que traer talentos, huyen de la Argentina?
La Argentina tiene que arreglar su ambiente de negocios. Hay diversos ámbitos para solucionar. La estabilidad macroeconómica es un gran reto que el país no ha sabido alcanzar. En Chile, en Perú, en México ya no se discute de macroeconomía porque son problemas ya resueltos. Existe la posibilidad de solucionar la macroeconomía, que ha asustado a la inversión. Pero después está el hecho de que el marco fiscal y el laboral son complicados. Pero el país tiene otras fortalezas. Aquí hay especialmente mucho talento y es atractivo. Buenos Aires es una ciudad muy agradable y potencialmente puede atraer mucho talento. Este podría ser el Hollywood de habla hispana.
Los Angeles es una ciudad del tamaño de Buenos Aires, pero la industria cinematográfica es gigantesca y aquí es chica todavía pero de una gran calidad. A mí me encantan las películas argentinas; me siento cerca culturalmente, aunque el idioma es un tanto parecido al español (risas).
-¿Cómo se ve desde los centros académicos del exterior a la situación económica y política argentina?
La gente en Argentina tiene un gran pesimismo sobre el país y no se ve tanto en los números. El país está pasando algo de dificultad que venía en parte de la sequía del año pasado, la caída de las exportaciones, escasez de divisas, falta de confianza en la estabilidad de la moneda. Este año hay una cosecha récord; lamentablemente el precio de la soja bajó. Pero creo que la economía tiene cómo recuperarse de una manera más sana. Las prioridades son lograr la estabilidad fiscal y aumentar sustancialmente las exportaciones. No son cosas fáciles, pero si se logran hay mucho espacio para que el país crezca.
-¿Hay temor a nivel internacional al regreso del populismo? ¿Se lo ve como causante de las crisis recurrentes que azotaron la Argentina?
El populismo en América Latina produjo crisis, y cuando más populista, mayores las crisis.
El caso extremo es el de Venezuela donde se destruyó todo. Y la Argentina muestra que la reconstrucción después del populismo no es fácil. Hay muchas cosas que arreglar y lograr los nuevos balances. En Venezuela decimos que sólo los barberos aprenden en cabeza ajena. Sería importante que los argentinos aprendieran sus lecciones. Hay alguna lección que el peronismo tiene que aprender, porque fue gobierno muchas veces. Hizo gobiernos sensatos y otros que generaron grandes distorsiones económicas. La sociedad argentina tiene que saber, independientemente de los colores de los presidentes, cuáles son las políticas que no funcionan.
-¿Cómo juegan las grandes potencias para que se resuelva o no la crisis?
La desgracia de Venezuela es que ni siquiera tienen que ser grandes. La dependencia que tiene el país respecto de Cuba es impresionante. Los servicios de inteligencia, la seguridad del presidente, la política exterior la manejan los cubanos. Cada vez que tiene un problema que resolver, Maduro viaja a La Habana para consultas. Venezuela es una colonia cubana. China juega cuasi neutral, y Rusia entiende que esto es un desastre, a sus inversiones les va mal.
-¿Cómo se desplaza al gobierno de Maduro?
El único apoyo de Maduro son las fuerzas policiales y militares. Ha generado la peor catástrofe vista en la región. A 2018 el PBI había caído 50% y para este año se espera baja de otro 25%. Los militares tienen que ponerse del lado de la Constitución. Y la región tiene que empezar a amenazarlos. El Grupo de Lima ayudó muchísimo, pero tiene un artículo que no quiere ninguna amenaza militar. Y los militares venezolanos tienen que saber que se ponen del lado de la Constitución o se ponen ellos en peligro.
-¿Con una guerra?
Una amenaza de guerra, o amenaza de intervención. Los militares hoy manejan todo. Es difícil de que vuelvan a querer ocupar sólo su rol.
Hausmann estuvo en Buenos Aires en el marco de una misión del Proyecto que el Centro de Internacional para el Desarrollo de Harvard y el Centro de Evaluación de Políticas basadas en la Evidencia de la Universidad Di Tella están realizando para acompañar a la Ciudad de Buenos Aires en la elaboración de su plan de desarrollo económico al 2035.
-Usted dijo que hay políticas que pueden ayudar a la igualdad interna pero que no ayudan a que “gane la Selección”, a la performance externa de la economía. ¿A qué se refería?
Hay políticas distorsivas en la economía argentina. Ustedes tienen un Impuesto a los Ingresos Brutos que es en cascada a 3% o más. Es distinto del IVA en que cuanto más larga sea la cadena, más grande es la acumulación de ese porcentaje. La forma en que lo han resuelto es eximir a las exportaciones de ese impuesto. También tienen, por ejemplo, extensión del convenio colectivo de trabajo a todas las empresas del sector. La idea es equiparar las condiciones laborales en la competencia interna. Pero de vuelta eso impone condiciones distintas a las de los países que están compitiendo con la Argentina. Eso también perjudica a la Selección nacional, a las exportaciones.
-También habló de traer know how. Pero hoy las empresas más que traer talentos, huyen de la Argentina?
La Argentina tiene que arreglar su ambiente de negocios. Hay diversos ámbitos para solucionar. La estabilidad macroeconómica es un gran reto que el país no ha sabido alcanzar. En Chile, en Perú, en México ya no se discute de macroeconomía porque son problemas ya resueltos. Existe la posibilidad de solucionar la macroeconomía, que ha asustado a la inversión. Pero después está el hecho de que el marco fiscal y el laboral son complicados. Pero el país tiene otras fortalezas. Aquí hay especialmente mucho talento y es atractivo. Buenos Aires es una ciudad muy agradable y potencialmente puede atraer mucho talento. Este podría ser el Hollywood de habla hispana.
Los Angeles es una ciudad del tamaño de Buenos Aires, pero la industria cinematográfica es gigantesca y aquí es chica todavía pero de una gran calidad. A mí me encantan las películas argentinas; me siento cerca culturalmente, aunque el idioma es un tanto parecido al español (risas).
-¿Cómo se ve desde los centros académicos del exterior a la situación económica y política argentina?
La gente en Argentina tiene un gran pesimismo sobre el país y no se ve tanto en los números. El país está pasando algo de dificultad que venía en parte de la sequía del año pasado, la caída de las exportaciones, escasez de divisas, falta de confianza en la estabilidad de la moneda. Este año hay una cosecha récord; lamentablemente el precio de la soja bajó. Pero creo que la economía tiene cómo recuperarse de una manera más sana. Las prioridades son lograr la estabilidad fiscal y aumentar sustancialmente las exportaciones. No son cosas fáciles, pero si se logran hay mucho espacio para que el país crezca.
-¿Hay temor a nivel internacional al regreso del populismo? ¿Se lo ve como causante de las crisis recurrentes que azotaron la Argentina?
El populismo en América Latina produjo crisis, y cuando más populista, mayores las crisis.
El caso extremo es el de Venezuela donde se destruyó todo. Y la Argentina muestra que la reconstrucción después del populismo no es fácil. Hay muchas cosas que arreglar y lograr los nuevos balances. En Venezuela decimos que sólo los barberos aprenden en cabeza ajena. Sería importante que los argentinos aprendieran sus lecciones. Hay alguna lección que el peronismo tiene que aprender, porque fue gobierno muchas veces. Hizo gobiernos sensatos y otros que generaron grandes distorsiones económicas. La sociedad argentina tiene que saber, independientemente de los colores de los presidentes, cuáles son las políticas que no funcionan.
Venezuela: “La región debe dar una amenaza de guerra”
Sobre su país, Ricardo Hausmann dio estas definiciones:-¿Cómo juegan las grandes potencias para que se resuelva o no la crisis?
La desgracia de Venezuela es que ni siquiera tienen que ser grandes. La dependencia que tiene el país respecto de Cuba es impresionante. Los servicios de inteligencia, la seguridad del presidente, la política exterior la manejan los cubanos. Cada vez que tiene un problema que resolver, Maduro viaja a La Habana para consultas. Venezuela es una colonia cubana. China juega cuasi neutral, y Rusia entiende que esto es un desastre, a sus inversiones les va mal.
-¿Cómo se desplaza al gobierno de Maduro?
El único apoyo de Maduro son las fuerzas policiales y militares. Ha generado la peor catástrofe vista en la región. A 2018 el PBI había caído 50% y para este año se espera baja de otro 25%. Los militares tienen que ponerse del lado de la Constitución. Y la región tiene que empezar a amenazarlos. El Grupo de Lima ayudó muchísimo, pero tiene un artículo que no quiere ninguna amenaza militar. Y los militares venezolanos tienen que saber que se ponen del lado de la Constitución o se ponen ellos en peligro.
-¿Con una guerra?
Una amenaza de guerra, o amenaza de intervención. Los militares hoy manejan todo. Es difícil de que vuelvan a querer ocupar sólo su rol.