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23/04/19

Marcelo Rabossi: "Hace décadas que no discutimos nuestro modelo de desarrollo”

Marcelo Rabossi, investigador y profesor del Área de Educación de la Escuela de Gobierno UTDT, fue entrevistado por Alejandro Katz y Mariano Schuster en “El zorro y el erizo”. Analizó la importancia del modelo universitario en el crecimiento económico argentino. "Hay que cambiar aquellos ideales que dicen que si la universidad se asocia al modelo de desarrollo, entonces está perdiendo autonomía", apuntó el especialista.

Por Alejandro Katz y Mariano Schuster

A principio de año, los investigadores de la National Bureau of Economic Research, Anna Valero y John Van Reenen, publicaron una investigación titulada The economic impact of universities: Evidence from across the globe [El impacto económico de las universidades: Evidencia de alrededor del mundo].

Este estudio tuvo mucha repercusión en la región porque Argentina suele aparecer como un caso desviado. En un escenario de incertidumbre económica y estancamiento del producto bruto nacional, se siguen fundando universidades y la matrícula universitaria no baja.

Con respecto a estos puntos, Rabossi señaló: “El estudio no ha tomado en cuenta qué carreras tienen mayor impacto sobre el crecimiento. Hay algunas carreras que tienen impacto positivo y otras que tienen impacto neutro, e incluso negativo. Por ejemplo, hay un estudio interesante que plantea que hay una externalidad negativa sobre la cantidad de graduados en estudios legales o abogados y crecimiento económico”.

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“En los últimos treinta o cuarenta años, el crecimiento de las universidades y población universitaria se dio a unas tasas similares en Brasil, Chile y Argentina. A mediados de la década de 1950, la Argentina representaba 1 de cada 3 estudiantes universitarios de toda América Latina. Cuando se analiza el PBI de Brasil en 1950 contra el argentino, vemos que eran similares, pero actualmente el PBI de Brasil triplica al argentino. Por otro lado, la Argentina en los últimos 30 años aumentó un 20% el PBI per cápita, mientras que Chile lo duplicó. Sin embargo, en los tres casos la cantidad de universidades creció a una tasa similar”, apuntó el investigador de la UTDT.

Marcelo Rabossi pasó a destacar la importancia de formar profesionales en las áreas STEM (áreas que contienen conocimientos de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas). El profesor de la UTDT señaló que la baja formación de profesionales en estas áreas tiene causas múltiples: “La baja formación en conocimiento de exactas y naturales en toda la educación pre-universitaria argentina se ve en que los alumnos tienden a huirle a las carreras universitarias que tienen requerimientos de formación en exactas, pero también se ve en que los docentes tienen deficiencias en estas áreas. Se ha observado, y no solamente en el caso argentino, que los docentes en la primaria, que no están especializados en un área, sino que engloban conocimiento general, cargan el currículo de los alumnos con conocimientos humanas y sociales”.

“El modelo de graduado que tenemos debería estar asociado a un modelo productivo, sino estaríamos poniendo el carro por delante del caballo. Hay que decidir un modelo de desarrollo y formar el capital humano con respecto a esos modelos”, resaltó el investigador.

La formación de ingenieros es un elemento muy importante para el desarrollo de numerosas áreas. Con respecto a este punto, Rabossi señaló: “En Corea, se forman 28 ingenieros cada 10.000 habitantes y en Japón 13. En Argentina, estamos formando 2 ingenieros cada 10.000 habitantes. Tenemos muchas áreas de desarrollo que requieren ingenieros: en las reservas de litio de Catamarca, pero solo formamos 21 ingenieros en materiales por año; en Vaca Muerta, pero formamos 39 ingenieros en petróleo por año; en alimentos, formamos 120 ingenieros por año. Pero formamos por día 51 abogados, es decir, casi 18.000 por año”.

“Hay un elemento cultural que genera que las mujeres no se desarrollen tanto en las carreras STEM. No hay nada biológico que la mujer, por ser mujer, tenga menos habilidades cuantitativas. Es algo que se introduce culturalmente. Las cifras con respecto a este tema también son preocupantes. 80% de los estudiantes de psicología son mujeres, también el 80% de las estudiantes de educación son mujeres. Pero el 80% de ingeniería son varones. Hay también mucho trabajo que hacer para quitar ese rótulo”, sostuvo el especialista en educación. Es decir: “Hay que feminizar ciertas carreras que se las tiene como masculinas, que no tienen ningún tipo de lógica”.

Rabossi fue consultado sobre las maneras de orientar el desarrollo universitario. “La universidad tiene que estar, en parte, atada al modelo de desarrollo. Es una condición para su funcionamiento. No podemos desvincular a la universidad del modelo productivo. Hay que cambiar aquellos ideales que dicen que si la universidad se asocia al capital productivo o al modelo de desarrollo entonces está perdiendo autonomía”.

Según apuntó Rabossi, el problema es que el país no cuenta con un modelo de crecimiento y desarrollo. “Desde 1960 lo único que hemos hecho es apagar incendios preocupados por la tasa de interés, por estabilizar, por la restricción externa que significa que no tenemos divisas, etc. Hace décadas que no pensamos en el modelo de desarrollo”, señaló el experto.

Finalmente, Rabossi habló sobre la falta de inversión en investigación y desarrollo: “El Gobierno actual es un gobierno de pensamiento ilusorio. Hoy está desesperado por bajar el presupuesto fiscal y disminuye el presupuesto de investigación y desarrollo y al CONICET. La Argentina invierte solamente 0,6 puntos del PBI en investigación y desarrollo, los países más desarrollados invierten 3 puntos del producto en esta área”.

Entrevista completa: