En los medios

Chequeado.com
14/01/19

Claves sobre el conflicto por las escuelas nocturnas en la Ciudad

Claudia Romero, directora del Área de Educación de la Escuela de Gobierno de la UTDT, fue consultada por Chequeado sobre la decisión del Gobierno porteño de no abrir la inscripción para primer año y reducir los cursos de las escuelas nocturnas de la Capital.

Por Lucía Martínez

El Gobierno porteño decidió no abrir la inscripción para primer año y reducir cursos en instituciones a las que hoy asisten 4.400 estudiantes, y en donde trabajan 1.500 docentes. Desde los gremios docentes critican la decisión oficial y proponen alternativas. ¿Cuáles son los argumentos de ambas partes y qué datos existen?


El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires resolvió no abrir la inscripción para el primer año en 14 escuelas comerciales nocturnas y la reducción de cursos en otras nueve instituciones en donde se dictan clases de secundario para adultos. Esta decisión, publicada en el Boletín Oficial porteño el 14 de diciembre último, afecta a aproximadamente 4.400 estudiantes y 1.500 docentes, según señalaron a Chequeado desde el Ministerio de Educación e Innovación de la Ciudad. Desde los gremios docentes critican la medida y proponen alternativas. ¿Cuáles son los argumentos de ambas partes y qué datos existen?

El inicio del conflicto se dio cuando el Gobierno porteño anunció que, a partir de 2019, se cierra la inscripción para cursar el primer año en 14 secundarios comerciales nocturnos (ver el listado), que están destinados a alumnos mayores de 16 años. Además, informó que quienes ya estén estudiando en estas instituciones podrán seguir haciéndolo hasta el final del ciclo lectivo de 2022.

Las autoridades porteñas señalan que esta decisión es necesaria porque estos secundarios no son elegidos por los alumnos, el programa de estudio está desactualizado (“es de 1974”) y tienen una tasa de graduación más baja que otras alternativas de educación secundaria para adultos.

“Tienen una tasa de egreso muy baja, cercana al 36% en promedio, versus el 70, 75% que tienen otras modalidades para adultos”, indicó Soledad Acuña, ministra de Educación e Innovación de la Ciudad de Buenos Aires, en una entrevista con el periodista Nelson Castro en Radio Continental.

En ese intercambio la funcionaria añadió también que “a menos de 10 cuadras de cada una de estas escuelas hay otra oferta para terminar el secundario”. Chequeado contactó a Acuña y a su equipo para pedirle la información específica sobre la tasa de egreso y la cercanía de otras escuelas a los establecimientos que se cierran pero hasta la publicación de esta nota no recibió estos datos.

La matrícula de las escuelas comerciales nocturnas a comienzos de 2018 era de 2.382 estudiantes, mientras que a los bachilleratos de turno noche en donde se van a reducir los cursos se inscribieron otros 1.979 alumnos, según indicó el Gobierno porteño a este medio.

En tanto, los docentes afectados por esta resolución son 1.490. Los titulares tienen asegurados sus puestos dentro del sistema público de la Ciudad, según informó el Gobierno porteño. En cuanto a los suplentes e interinos, Acuña anunció que les van a seguir pagando el salario hasta el primero de mayo, para darles tiempo a que se presenten a los concursos para cubrir vacantes que se realizarán entre febrero y abril.

Por su parte, las organizaciones sindicales representantes de la comunidad docente porteña se manifestaron en contra de la medida. En los últimos días de 2018 hicieron un paro con movilización frente a la Legislatura porteña y al Ministerio de Educación de la Ciudad. Además, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) anunció que durante el verano impulsarán la inscripción en los secundarios nocturnos.

“No nos negamos a que se actualice la modalidad de estas 14 escuelas. Lo que rechazamos es su cierre. Se pueden realizar cambios curriculares o de estructura con las escuelas nocturnas funcionando e inscribiendo alumnos de primero a cuarto año”, señaló a Chequeado Eduardo López, secretario General de la UTE, y añadió: “Los equipos de conducción de esas escuelas han propuesto cambios y adaptaciones que nunca fueron escuchadas por el Ministerio de Educación porteño”.

En la actualidad para terminar el secundario en la Ciudad hay distintas opciones: las escuelas de reingreso (que tienen 1.946 estudiantes según datos oficiales a los que accedió este medio), los bachilleratos orientados nocturnos (1.979 estudiantes), los artísticos para adultos (519 estudiantes), los bachilleratos con orientación profesional (629 estudiantes) y los Centros Educativos de Nivel Secundario (12.563 estudiantes). Todos estos dictan clases presenciales en horario vespertino y nocturno.

También existe la alternativa semipresencial, con el programa Adultos 2000, que tiene 7.124 alumnos; y la totalmente virtual, a través de la iniciativa Terminá la Secundaria, con otros 14.748.

La educación para jóvenes y adultos tiene sus particularidades, vinculadas con las necesidades de sus alumnos. “Es verdad que el plan de estudios de 1974 no despierta interés en los alumnos. Pero es absurdo cerrarlo de este modo. Se podría haber hecho un cambio de plan. Tenemos alumnos que llegan corriendo desde sus trabajos y no van a poder seguir los estudios si tienen que viajar a otro colegio”, dijo al diario Clarín Carlos Betancourt, rector de la escuela comercial Enrique de Vedia -una de las afectadas-, y agregó: “Es como si uno tiene un auto viejo, del año 74: lo podés arreglar o cambiar. Pero lo que hicieron es rociarlo con nafta y prenderle fuego”.

“La cantidad de adultos con la secundaria incompleta es casi 25% en la Ciudad de Buenos Aires, una cifra enorme para el distrito más rico del país y además una gran injusticia si se tiene en cuenta que el nivel secundario es obligatorio y representa la formación básica para acceder a un empleo y a una ciudadanía plena”, señaló a este medio Claudia Romero, directora del área de Educación de la Universidad Torcuato Di Tella.

En números, en la Ciudad hay 484 mil personas de 16 años y más que no finalizaron la escuela secundaria y no asistieron a un establecimiento educativo en 2018, de acuerdo con datos de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC que analizó Leandro Bottinelli, director del Observatorio Educativo de la Universidad Pedagógica Nacional.

Entre esas personas, alrededor de 55 mil tienen entre 16 y 29 años, “una población joven que debe ser priorizada”, señaló el especialista y concluyó: “En lugar de cerrar ofertas educativas para jóvenes y adultos porque tienen pocos alumnos, se deberían enriquecer y mejorar la calidad de estas propuestas educativas, además de desarrollar una campaña de inscripción a la escuela secundaria para aquellos que no la finalizaron”.

Romero también señaló que “los anuncios de reducción de la oferta educativa para terminar la secundaria, ya sea el cierre de escuelas o de cursos, son una pésima noticia, aunque el Ministerio negocie con los gremios que se les seguirá pagando los sueldos a los docentes”. Y, además, concluyó: “Lo que se necesita es una política integral e inteligente para garantizar que todos puedan terminar la secundaria. Hay que garantizar formatos muy variados (presencial, a distancia, con mediación tecnológica y tutorías, en los lugares de trabajo, etcétera) y un verdadero compromiso de la dirigencia con este problema importante”.