En los medios

Diario Perfil
13/01/19

Quiénes son los gurúes que inspiran a los líderes de América

Juan Negri, profesor del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales, fue consultado sobre la estratégias comunicacionales y de campaña de los presidentes de América Latina, especialmente del nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

Por Florencia Tuchin
Con la asunción de Jair Bolsonaro en Brasil, Iván Duque en Colombia, y Sebastián Piñera en Chile se terminó de consolidar el giro a la derecha en la política latinoamericana. Los nuevos liderazgos critican el modelo socialista o de izquierda, que fue hegemónico en la región, por su despilfarro, la falta de seguridad y las políticas orientadas a reducir la desigualdad a través de impuestos e intervención estatal. En este contexto, sobresalen las propuestas políticas menos tolerantes a la diversidad, y que apelan a sentimientos nacionalistas.

“No queremos ser el día de mañana como Venezuela”, dijo Bolsonaro tras emitir su voto en la primera vuelta de las elecciones en octubre. Y él no fue el único en usar a este país como una arma en las campañas electorales.
También, ya se había visto en Estados Unidos, con Donald Trump esta lógica discursiva de lucha contra el comunismo. Pero, en realidad lo que se está marcando es un rechazo a la “ideología de género”, a los inmigrantes, a los trabajadores, los negros e indígenas.



Con más o menos ideología.

“El fenómeno de la derecha en América, incluyendo a Estados Unidos, se divide en dos grandes grupos. Por un lado, tenemos algunos países, donde el cambio a la derecha es menos ideológico. Es decir, luego de ciertos años de un gobierno más de izquierda, hay agotamiento y la sociedad tiene la necesidad de un cambio de rumbo. Entre estos casos, estarían Argentina y Chile. Por otro lado, el fenómeno que tuvo lugar en Brasil o en Estados Unidos muestra una reacción de clase al gobierno anterior. Ahí hay una mirada más ideológica de la política: tanto en el voto de la sociedad como en la actitud de las élites políticas”, explica Juan Negri, doctor en ciencia política y profesor de la Universidad Di Tella.

Bannon fue jefe de campaña de Donald Trump y uno de los hombres clave de la Casa Blanca. Si bien, ya no tiene un cargo en el gobierno, su* influencia es indiscutida. El se caracteriza por un pensamiento económico nacionalista y promueve ideas paleo-conservadoras. Algunas de sus propuestas fueron vetar la entrada en Estados Unidos a los inmigrantes musulmanes o cerrar la frontera a los refugiados sirios. Además, está asociado con el abandono del acuerdo comercial con México y Canadá. Breitbart News, su sitio de noticias se posicionó como uno de los medios favoritos de los conservadores, cargado de teorías conspirativas y un marcado tono de desilusión hacia los políticos tradicionales.

Después de dejar la Casa Blanca, Bannon ayudó a varios movimientos políticos europeos de derecha y extrema derecha. También, Jair Bolsonaro mostró su interés por las ideas del estratega. De hecho, su hijo Eduardo se reunió con él y en noviembre del año pasado tuiteó: “Bannon es un icono en el combate del marxismo cultural”.

Por otro lado, en Estados Unidos, el joven Stephen Miller, uno de los pocos sobrevivientes del círculo original de Donald Trump, fue identificado como el impulsor de la política de cero tolerancia, que tiene que ver con la propuesta de separar a los niños inmigrantes de sus familias en la frontera entre Estados Unidos y México. Se convirtió en una figura clave para definir la posición de la Casa Blanca sobre la política de inmigración estadounidense.

Marketing político. El resto de los líderes de la región no parecen contar con figuras con ideologías tan profundas, sino que eligen ser aconsejados por estrategas más pragmáticos. Por ejemplo, el asesor personal de Mauricio Macri, Jaime Duran Barba es un consultor de imagen, un publicista y asesor político, de origen ecuatoriano. Cuenta entre sus clientes con importantes figuras de la región. La influencia que tiene sobre el mandatario argentino se relaciona con que él lo ayudó a ocupar el poder en el país, cuando las encuestas presidenciales en 2015 no lo veían como ganador.

En Chile, se dice que todo pasa por Cristián Larroulet. El cumple un rol clave en las nominaciones del aparato público y logró una capacidad de articulación e influencia muy por encima que la que tenía en la administración anterior. El jefe de asesores del gobierno de Sebastián Piñera tiene a su cargo un verdadero think tank con la misión de llevar a puerto el programa presidencial.

Luigi Echeverri acompañó al presidente de Colombia Iván Duque desde que comenzó su campaña. El incide en temas estratégicos y orientó a Duque en las agendas y en los discursos. Su trayectoria no tiene que ver con la política, sino que fue empresario privado, intermediario comercial, consultor independiente en negocios internacionales, y directivo de la Cámara de Comercio Colombo-Americana.

En Perú, el presidente del Consejo de Ministros, César Villanueva es una de las personas que más influyen en las decisiones del presidente Martín Vizcarra. Fue gobernador regional de San Martín entre el 2007 y el 2013 y presidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales en 2012.

A la izquierda.

De las últimas elecciones presidenciales en América Latina, la única excepción a la oleada de candidatos liberales fue la de Andrés Manuel López Obrador, que ganó en julio en México. “Este país no fue parte del giro a la izquierda de la década del 2000. Allí permaneció un gobierno de derecha. Recién ahora parecen estar dispuestos a cambiar de rumbo”, señala Negri.

En Bolivia y Uruguay permanecen dos partidos muy de base, como el Movimiento al Socialismo y el Frente Amplio. “Tienen un amplio consenso”, destaca Negri. De hecho, Álvaro García Linera, vicepresidente boliviano, ocupó el cargo durante el primero, segundo y tercero gobierno del presidente Evo Morales Ayma. Se caracteriza por transmitir su corriente ideológica, el llamado marxismo comunal. 

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