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La Prensa
16/12/18

Pablo Guidotti: "Arrancaremos en el primer trimestre"

"La economía puede dar una sorpresa y empezar a crecer en 2019", asegura el economista y profesor de la Escuela de Gobierno UTDT. También se refirió a las elecciones presidenciales del próximo año: "Si las elecciones son entre modelos muy antagónicos habrá ruido", sostuvo Guidotti.

Por Gustavo García
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Pese a que los especialistas del mundo de las finanzas pronostican nubarrones negros para 2019, y aunque la actividad económica de la Argentina no deja de hilvanar números en rojo, al economista Pablo Guidotti, profesor plenario de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella, lo recorre una sensación de optimismo de cara al futuro cercano.

Su argumento, enraizado en la estabilidad cambiaria que el Gobierno supo conseguir a un alto precio, hace foco en la posibilidad de que el campo lubrique con dólares genuinos buena parte del sistema, y que poco a poco se pueda dejar atrás la recesión que tan duramente ha golpeado a la economía.

-¿Qué expectativas hay en términos financieros para la Argentina con vistas a 2019?
-El escenario internacional ha estado muy volátil, en parte por los aumentos que ya se preveían en las tasas de interés de los Estados Unidos, pero luego ha habido mucha incertidumbre con respecto a los conflictos comerciales, especialmente entre Estados Unidos y China. Países como la Argentina han quedado relativamente al margen de medidas proteccionistas directas. De hecho, las discusiones con respecto al sector del acero se resolvieron positivamente para Argentina Pero igual los conflictos comerciales en la medida en que se acentúan entre Estados Unidos y China contribuyen a una desaceleración de la economía global.

-Es un ruido que interfiere en los mercados todos los días.
-Totalmente. Y además en este momento comienzan a verse síntomas de que la economía americana quizás, que durante la primera parte del gobierno de Trump había crecido de manera rápida, se esté desacelerando.
Eso es lo que estamos viendo en los índices accionarios de Wall Street, con una caída significativa de más del 10% en las últimas semanas. Pero también de un aumento de la volatilidad de ese índice.

-¿Esta desaceleración de la economía norteamericana podría llevar a que la Fed replantee su hoja de ruta en materia de tasas y que eso nos termine beneficiando?
-Es posible Creo qué hay incluso algunos miembros de la Reserva Federal que están sugiriendo que quizás el ritmo de normalización de la política monetaria o de aumento en las tasas de interés tenga que retrasarse un poco. Daría la impresión que el último aumento que tienen previsto para este año lo van a concretar de todas maneras, pero es perfectamente posible que si se empieza a materializar un escenario más recesivo en los Estados Unidos la Reserva Federal desacelere su ritmo de aumento en las tasas de interés.

-¿Qué logros debe alcanzar Argentina para volver a abrazar los mercados a mediano plazo?
-El problema de la Argentina es que durante los primeros años del gobierno realmente requirió mucho financiamiento externo y de alguna manera los grandes inversores institucionales están repletos de riesgo argentino, de papeles argentinos, y por lo tanto tienen poca capacidad de aumentar o de seguir financiando al país. Esto ocurre aunque las políticas económicas locales vayan mejorando. La expectativa que tenemos es que la situación paira Argentina durante el próximo año seguirá siendo de poco acceso al mercado de capitales externos. Eso no es un problema en principio porque está el acuerdo con el Fondo que brinda un paraguas, pero lo que esto implica es que tal vez la prima de riesgo país no caiga muy rápidamente. Quizás caiga en forma lenta.

-¿Qué implica esto para el ritmo de recuperación de la economía argentina?
-No soy muy pesimista. Creo que en términos de actividad la Argentina va a terminar 2018 mejor que las previsiones del Fondo. Vamos a estar en una caída del orden del 1,8% del Producto y creo que hay buenas chances de que en la medida en que continúe esta estabilidad financiera que se ha logrado empiece una recuperación en el primer trimestre del año próximo. Si esto es así, Argentina puede tener crecimiento positivo durante 2019.

-Algunos especialistas aseguran que la economía tendrá señales de reactivación a partir del segundo trimestre del año próximo.
-Es probable que en el segundo trimestre se manifieste más, pero también hay chances de que ocurra en el primero y arranquemos. Las condiciones financieras, al menos en el componente local, claramente han mejorado. Luego van a comenzar a verse resultados que no tienen nada que ver con lo financiero. Por ejemplo la mejora del campo.

-¿Arrancará la economía real?
-La economía real, lo que es el campo, tendrá un efecto positivo muy fuerte sobre la actividad, simplemente porque en 2018 tuvimos una sequía fenomenal. Independientemente de las condiciones financieras ese va a ser un componente muy positivo para la economía. Podría Podríamos perfectamente entrar el año próximo en el primer trimestre en una etapa de recuperación.

-¿Se puede considerar consolidada la estabilidad alcanzada?
-Creo que el gobierno ha sido rápido en recurrir al Fondo Monetario y de alguna manera en reconocer que había que hacer algo. Y también hay que destacar que el Fondo Monetario fue muy contundente en el apoyo a la Argentina, cosa que no era tan obvia. No había una experiencia previa con mercados emergentes y toda la experiencia anterior con Grecia y Ucrania era algo que generaba dudas. El Fondo Monetario fue muy contundente en su apoyo a la Argentina y creo que los cambios que se han implementado a partir del segundo programa, con un nuevo marco monetario y un ajuste fiscal más rápido del que estaba previsto originalmente, han sido clave. Creo que eso debiera ser suficiente para restablecer una calma financiera y sentar las bases para que la economía comience a dejar atrás este año que ha sido muy mal.

-¿Cómo se baja el riesgo país?
-En este momento la situación de los mercados de capitales es que están expuestos de manera significativa al riesgo argentino. Y puede ser que muchos de ellos tengan una visión más optimista en cuanto al futuro, sin embargo el nivel de exposición que tienen les impide comprar más. Es una situación transitoria, pero es lo que de alguna medida explica porqué el precio de las acciones y los bonos un día suben y otro día bajan. No terminan de recuperarse. Eso posiblemente sea algo que veremos gradualmente durante 2019. También comenzará a tallar muy fuerte el riesgo político.

-¿Qué interferencias pueden generar las elecciones presidenciales?
-Es un tema fundamental porque lamentablemente en la Argentina las elecciones presidenciales siempre se plantean como modelos económicos muy contrapuestos. Eso a los inversores no les gusta. Obviamente que si la elección es peleada, y peleada entre modelos muy antagónicos, eso va a generar ruido. Creo que desde el punto de vista de la oposición, que hoy está bastante desorganizada, es muy importante plantearse la necesidad de dar un mensaje positivo hacia la Argentina y no de utilizar el proceso eleccionario para llevar el agua a su propio molino.

-¿Hay margen para plantear un esquema totalmente contrapuesto a lo que está haciendo el Gobierno?
-No hay margen para nada y a mí me resulta muy desalentador escuchar a algunos candidatos que plantean la necesidad de renegociar el programa con el Fondo. Me da la sensación de que son aseveraciones que muestran que no tienen el conocimiento de las instituciones, ni el conocimiento de las personas, ni el conocimiento de la realidad.

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