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El Cronista
6/11/18

Crece la exposición de la deuda al riesgo cambiario: 83% es en dólares

"El fuerte salto del dólar y su impacto luego en la inflación y las tasas de interés generó distintos desbalances y tuvo un impacto directo en la deuda pública", indicó el profesor de la Maestría en Finanzas de la Di Tella.

Por Julián Yosovitch
El fuerte salto del dólar y su impacto luego en la inflación y las tasas de interés generó distintos desbalances y tuvo un impacto directo en la deuda pública, provocando un aumento de 30 puntos porcentuales en el ratio deuda (bruta) sobre PBI respecto de 2017, que hoy llega a un nivel del 79,7%. De todos modos, restando a ese stock las tenencias correspondientes a organismos del sector público, el ratio es del 53% del PIB.
Crece la exposición de la deuda al riesgo cambiario: 83% es en dólares
Pero otro de los aspectos preocupa es la mayor exposición al riesgo cambiario. Las proyecciones en cuanto a la moneda en que está nominada esa deuda indican que cerrará el año con el 83,6% del total en dólares y un 16,4% en moneda local.

Así surge de datos provistos por los analistas de Delphos Investment, según los cuales el volumen de deuda se encuentra distribuido prácticamente en partes iguales entre tenedores locales y extranjeros, con fuerte preponderancia de la participación del Banco Central (BCRA) en la plaza interna, y agentes no bancarios desde el exterior. El 49,1% de la deuda es con tenedores extranjeros y el 50,9% con nacionales.

“La deuda pública presenta una exposición significativa al riesgo cambiario. La proporción de la misma denominada en moneda extranjera alcanza el 83%. Para 2019, si bien favorecido por una tasa preferencial del 4,8% en dólares gracias al acuerdo con el FMI, el sector público vería aumentar de todas maneras su ratio de deuda (neta)/PIB en 4,8 puntos porcentuales a 57,8%”, explican en Delphos.

“En el largo plazo se requeriría un superávit primario de al menos 1,2% del PIB para estabilizar el ratio, aunque encontramos más probable una necesidad de 2,5% PIB de superávit primario. Es así que las proyecciones de superávit fiscal primario en el presupuesto 2019 no serían suficientes para estabilizar la relación deuda PIB”, advirtieron los analistas.

Christian Reos, Head of Research de Allaria Ledesma, sostuvo que la sustentabilidad de la deuda va a depender del éxito del actual plan del Gobierno, de que también se logre superávit primario creciente en los próximos años, así como también de que no haya una nueva depreciación de la moneda tan abrupta como hubo este año.

“Se va a necesitar tempo para ver cuál es el devenir de la economía argentina y a partir de ahí ver qué tan sustentable es. El mismo FMI dijo que es sustentable pero con algunos signos de interrogación. También juegan otros factores como el electoral y esta incertidumbre se ve reflejada en las tasas de los bonos de los bonos”, agregó.

En este sentido y haciendo referencia a los comentarios del FMI, desde Grupo SBS resaltaron los comentarios del organismo de crédito internacional respecto de la deuda argentina y subrayaron que el FMI estimó que el ajuste fiscal propuesto alcanzaría para que la deuda pública ingrese en una firme trayectoria descendente que la llevaría desde 81,2% del PBI este año hasta 59,3% en 2023.

No obstante, destacaron que hay “riesgos significativos a la sostenibilidad de la deuda” como el tamaño de las necesidades financieras en un escenario de estrés, el alto porcentaje de deuda en moneda extranjera y el hecho de que la consolidación fiscal propuesta es “ambiciosa”, todos factores que explican la necesidad de financiar por completo el programa del Gobierno.

Con todo, los técnicos del FMI volvieron a considerar que ‘”la deuda es sostenible, pero no con alta probabilidad”. No tan tranquilizador.

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