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InfoBae (ex diario)
12/10/18

En Argentina los ministros de Educación duran menos de 2 años en el cargo

Surge de un nuevo informe. Desde el retorno de la democracia hubo 18 funcionarios a cargo de la cartera educativa. Claudia Romero, directora del Área de Educación de la Escuela de Gobierno UTDT, señaló al respecto: "La rotación de ministros no obedece a mejoras en la gestión educativa. Suelen dejar el cargo porque 'saltan' a otros cargos políticos, o porque se desgastan en internas o conflictos sectoriales o porque tienen causas judiciales".

Por Maximiliano Fernández
El Palacio Sarmiento, sede del Ministerio de Educación nacional

Los ministros de Educación de Argentina permanecen un promedio de 1,9 años en su cargo. El registro surge de los 18 funcionarios que condujeron la cartera educativa desde el retorno de la democracia, en 1983. La cifra es menor al promedio latinoamericano que se ubica en 2,3 años.

Los datos surgen de un nuevo informe del Observatorio Argentinos por la Educación y no son casuales. Es que los expertos asocian la volatilidad en el liderazgo del ministerio nacional con la imposibilidad de desarrollar políticas educativas de largo plazo, con un impacto real en los aprendizajes de los estudiantes.

"La permanente circulación de ministros rompe la posibilidad de construcción de equipos de trabajo sólidos y por supuesto impacta sobre la calidad de los proyectos y el seguimiento de los mismos", le dijo a Infobae Guillermina Tiramonti, investigadora de FLACSO y profesora de la Universidad de La Plata.

"Los impactos sobre la escolaridad y su calidad son indirectos, pero sin duda existenen la medida en que las escuelas y las aulas sufren las incongruencias de la política. Sobre todo coopera en la resistencia a los cambios de las instituciones, en que nada cambie en las escuelas", agregó.


En el plano nacional, el promedio de duración de 1,9 años es superior al de los ministerios de Economía (1,3), Defensa (1,7) y Salud (1,8), pero inferior al de los ministerios de Relaciones Exteriores y Justicia (que permanecen, en promedio, 2,3 años).

Claudia Romero, directora del Área de Educación de la UTDT, señaló a Infobae: "La alta rotación de ministros puede ser reflejo de la conflictividad política del sector, de la inestabilidad económica y política, pero también de la poca importancia que tiene la educación para los gobiernos. Los cambios de ministro no obedecen a necesidades de mejora de la gestión educativa. Los ministros suelen dejar el cargo porque 'saltan' a otros cargos políticos, o porque se desgastan en internas o conflictos sectoriales o porque tienen causas judiciales".

Desde 1983, el ministro de mayor permanencia en el cargo fue Alberto Sileoni, que estuvo seis años al frente de la cartera, en los dos mandatos de Cristina Kirchner. Las presidencias con mayor rotación de ministros fueron la de Raúl Alfonsín (4 en cinco años y medio) y la de Fernando De la Rúa (3 en dos años). Solo hubo dos mujeres en la función: Susana Decibe entre 1996 y 1999 y Graciela Giannetasio entre 2002 y 2003.


La cartera que conduce Alejandro Finocchiaro desde julio de 2017 hoy tiene en su órbita las Secretarías de Cultura y Ciencia y Tecnología. A lo largo de los años, cambió de nombre siete veces: Justicia y Deportes también formaron parte de su denominación.

El sistema educativo argentino está descentralizado. El Ministerio de Educación nacional no tiene escuelas ni docentes a su cargo, pero sí cumple una función clave: marcar rumbos y políticas macro, dar incentivos económicos, introducir innovaciones, desarrollar capacidades.

"Esto requiere coherencia y continuidad en la política educativa y solvencia en quienes ocupan los cargos de gestión. Tenemos ministros de corto plazo porque la educación como muchas otras cosas en Argentina es de corto plazo. Si bien la estabilidad de los ministros no garantiza éxito de las políticas, lo que sí es claro es que a menor estabilidad menor es la probabilidad de cambios profundos", sostuvo Romero.

En la misma línea, Ignacio Ibarzábal, director ejecutivo del Observatorio Argentino por la Educación, añadió: "Si bien la mayor duración de un ministro en el cargo no es garantía de mejores resultados educativos, sí resulta una condición favorable para implementar reformas y sostener la continuidad de las políticas".