La inflación esperada por la población para los próximos doce meses subió cinco puntos porcentuales a 25%, informó ayer el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella. El avance se dio en un marco donde la expectativa de inflación para el 2018 en el REM ya superó el 20% (en el reporte de este mes se ubicó en un 20,3%) y donde el Gobierno está teniendo problemas para contener el avance de la suba de precios, principalmente por el traslado a precios de la suba del dólar en los primeros meses del año, por los diversos aumentos de tarifas y por la fuerte expansión de la base monetaria en términos reales.

La última vez que el indicador se había posado sobre este nivel fue en marzo del año pasado, con una costo de vida que estaba bajando desde niveles sumamente elevados (en 2016, el nivel general de precios subió un 36,4%, según el INDEC). En los últimos cuatro años, la mediana de la inflación esperada fue del 25% en 12 meses, mayor a este nivel en 20 meses y menor en 16 meses. Esto se dio principalmente por el proceso de desinflación en el cual se embarcó el Banco Central para regresar a cifrase de un dígito para 2019 (tras el cambio de metas de diciembre, esta proyección fue postergada para 2020).

En este marco, en la distribución regional, se vieron incrementos del indicador en todas las regiones del país. Las expectativas aumentaron tanto en la Capital Federal (a 21%) como en el Interior del país (a 25%) y en el Gran Buenos Aires (a 30%) en relación a marzo. Por otra parte, aproximando por el nivel educativo alcanzado, el indicador aumentó al 25% para los sectores de ingresos más bajos, mientras que disminuyó al 22% para el sector de mayor poder adquisitivo.