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Forbes
24/04/18

Metamorfosis MBA

Sebastián Auguste, Director de MBA de la Universidad Torcuato Di Tella, es consultado sobre la importancia de los MBAs hoy en día y cómo estos revolucionaron el mercado laboral.

Por Franco Spinetta

El profundo cambio que atraviesa la sociedad en materia de tecnología, con el avance cada vez más asentado de los procesos de digitalización, está repercutiendo en el ámbito de la formación ejecutiva de manera directa con la transformación de los planes de estudio de los MBA. Así lo explican los directores de los masters más importantes de Argentina: la reconversión tecnológica no es una moda, llegó para quedarse.

En términos generales, la evaluación que hacen en los claustros universitarios es que la velocidad del cambio que se está produciendo en todos los niveles y rubros empuja a una veloz adecuación de la formación que brindan los MBA. Y, claro, además empiezan a percibir un cambio generacional: los millennials ya están llegando a las aulas y están haciendo notar su presencia.

Alberto Willi, director académico de MBA del IAE Business School, asegura que la tendencia en el mundo es acortar los programas de estudio y partirlos en dos: una parte obligatoria y otra optativa. La reformulación es clara: hace apenas diez años, la cursada era toda obligatoria. "Hay un viraje hacia las herramientas blandas, cómo implementamos procesos de cambio en las organizaciones: manejo de emociones, capacidad para influir, hacer una trazabilidad de competencias, que haya feedback entre el equipo.

El programa te da una plataforma para despegar, no tanto con enfoque en las cuestiones técnicas, sino en las humanas", añade Willi.

Sebastián Auguste, Director de MBA de la Universidad Di Tella, concuerda con el análisis de Willi: "Es probable que esta nueva generalización también esté relacionada con la velocidad del cambio tecnológico: si la formación es muy especialista y técnica, probablemente se vuelva obsoleta más rápido". En ese sentido, evalúa Auguste, los MBA van hacia una mayor flexibilidad curricular, mayor interés por experiencias internacionales, mayor uso de tecnología en el proceso de aprendizaje, la capacitación continua y el fortalecimiento de las habilidades blandas (interpersonales y estratégicas). "En la Di Tella, cuatro años atrás, subimos la cantidad de materias electivas y redujimos las obligatorias.
Además, expandimos fuertemente la cantidad de electivas que brindamos, de 52 a 14. En las materias más clásicas y troncales, actualizamos contenidos y casos de estudio permanentemente", dice Auguste.

La internacionalización es otro de los aspectos que se instalaron para quedarse. "Tenemos cada vez más oferta de viajes afuera: China, Silicon Valley, Israel, Boston, Nueva York; estamos viendo si abrimos India y algo de Africa", indica Willi. En la Di Tella, por caso, se triplicó la oferta de programas cortos en el exterior (programas de dos a tres semanas en una temática puntual). Esto llevó a que el flujo de alumnos de intercambio (que se van y vienen) se haya cuadruplicado en cinco años. "Para facilitar el intercambio, estamos impartiendo materias en inglés, y hemos creado un summer camp en el cual dictamos cuatro materias en inglés para alumnos de todo el mundo, programa que en dos años ha sido un éxito", agrega Auguste.

Y, así como todo cambia, algunas cuestiones se mantienen incólumes. Paula Bianchi, directora de Gestión del Conocimiento y la Innovación del Centro de Educación Empresaria de la Universidad de San Andrés, afirma que hay dos temas que los MBA todavía tienen que asegurar en su enseñanza y que, a pesar de los cambios, están allí como trasfondo de toda organización.

"Visión global del negocio para una toma de decisiones integral y también la capacidad de liderazgo", señala Bianchi, y añade: "Se revaloriza el rol del liderazgo porque estamos en una etapa de profundo cambio cultural. En los últimos años, el impacto de la transformación digital en las distintas industrias fue desparejo, pero ninguna es ajena. Hay un montórí de empresas que se suman, pero no saben qué-'significa. Qué es la transformación digital, cómo impacta en los procesos:/tenemos que preparar a la gente para un cambio que no va a ser inmediato, pero que va a suceder.
Por eso aparece mucha oferta al respecto, pero no creo que sea una moda pasajera: los negocios van a ser, en su mayoría, digitales. El tiempo depende de los distintos tipos de industrias".

Este nuevo panorama fue reconvirtiendo los planes de estudio, sobre todo en sus segmentos optativos, donde cada director evalúa los cambios constantes y las nuevas tendencias para reformular contenidos, retocar la curricula, innovar en los procesos, abrir las puertas de la universidad para que las experiencias se filtren y enseñen de manera directa.
"Las materias electivas, tales como Arts & Management, Design Thinking, Innovation Management, Marketing Sensorial y Critical Thinking, no son estáticas: casi la mitad de ellas rotan cada dos años para dejar espacio a nuevas materias. Y en las materias más clásicas y troncales actualizamos contenidos y casos de estudio permanentemente", indica Auguste.

Es la idea del aprendizaje centrado en el participante: construir a partir de lo que el alumno trae. "Hay simuladores, realidad virtual, talleres, laboratorio de innovación, etcétera. La idea era que la gente practicara y se equivocara, y las materias electivas nos permitieron hacer esta innovación de bajo costo: probamos materias y, si no andan, jas cambiamos. Es un 30% del programa que se puede ir modificando", agrega Willi.

Carina Marqués, directora del MBA virtual de Siglo 21, aporta que se ha profundizado la posibilidad de "aprender en el aula simulando situaciones reales y complejas y tomando decisiones en tiempo real. A su vez, en Siglo 21 fían apostado también a las participaciones testimoniales: "Empresarios y profesionales que compartan sus experiencias y tienen un mane a mano con los alumnos; estas charlas son cada vez más numerosas", indica Marqués. Willi destaca que la última gran modificación del IAE fue el año pasado, cuando lanzaron un hackatón para todos los másters que duró 48 horas. "Les dimos problemas para solucionar, había gente de la industria, Wolox, Globant. "Tuvieron que crear su propio emprendimiento en dos días, durmieron en la universidad. Fue una experiencia reveladora", asegura.

La oferta académica no fue lo único que sufrió transformaciones en el universo de los MBA: también cambió profundamente el perfil de los alumnos y de las empresas que deci- den enviar a sus empleados para profundizar conocimientos del mundo de los negocios. Si antes se percibía cierta homogeneidad en los cursantes (el aspirante a un ascenso o u n cambio de sector en su empresa), ahora resulta cada vez más marcada la interdisciplinariedad en los cursos de MBA y una creciente llegada de emprendedores y directivos de PyMEs.

Si bien cerca del 80% (en el caso del IAE) sigue llegando a las aulas desde el mundo empresario, ya no se trata solo del mundo de la empresa clásica, tradicional, sino del mundo de las organizaciones, las ONG, el emprendedorísimo, incluso del Estado.

Marqués apunta que otra tendencia que se replica en el aula es lo que sucede en las organizaciones, donde se da la coexistencia de participantes de diferentes edades: "Ya no todos son de 35 o 40 como años atrás, sino que cada vez más jóvenes entre 25 y 35 años participan de esta formación habiendo transitado un recorrido profesional interesante, y muchos de ellos ejerciendo posiciones de gran responsabilidad dentro de las empresas librando sus propios emprendimientós. En este marco, a la interdisciplinariedad se le suma la creciente intergeneracion'alidad, que genera un debate más interesante aún".

"Los alumnos son cada vez más rápidos", insiste Willi. "Se quejan de que el programa es muy largo, queman etapas. Cada vez más gente se paga su propio MBA, hay un tema de autonomía. Los pibes quieren ser libres, no quieren que sus compañías les paguen el máster. El valor de la autonomía y la libertad es lo que está primando. Y vienen muchas pymes, donde hay un proceso de profesionalización.

"La generalización del MBA está relacionada con la velocidad del cambio tecnológico: si la formación es muy especialista y técnica, se vuelve obsoleta más rápido". - Sebastián Auguste, director de MBA de la Universidad Di Tella

Muchas empresas de familias. Antes se daba, pero no tanto como ahora", amplía. En Siglo 21, la extensión del universo de aspirantes a los MBA fue muy clara. Algunos años atrás, informa Marqués, la mayoría de los alumnos provenían del área de las ciencias económicas y eran por lo general perfiles gerenciales con gran trayectoria profesional en empresas que venían en busca de una actualización de la disciplina, o bien para ampliar la visión del negocio y tener una mirada más estratégica y general de la empresa. Sin embargo, en los últimos años, la formación se amplió a una gama de profesiones, tales como abogados, médicos, bioquímicos e ingenieros, entre otros.

Además, en todos los casos, no solo son perfiles que trabajan en empresas en relación de dependencia o en empresas familiares. El universo de los emprendedores también está llegando) a las aulas de los MBA, con la idea de desarrollar su propio negocio (quienes aún no lo tienen), y también están aquellos que quieren hacerlo crecer d£ manera profesional, ordenada, con el enriquecimiento de compartir experiencias,' con profesionales de diversas áreas.
Así las cosas, los MBA siguen siendo el espacio donde lo que se busca es afianzar las competencias para crecer profesionalmente en el terreno de los negocios. Los cambios culturales no son ajenos a los planes de estudio y, como suele decirse, la inteligencia es la capacidad de adaptación.

De alguna manera, lo que está cambiando es la "gestión de la experiencia", algo que se aprendió de las neurociencias: cómo hacer para que, a través de gestionar mejor la experiencia de aprendizaje, los alumnos se lleven más y mejores herramientas.