En los medios

Clarín
10/09/17

Cómo conseguir que el PBI crezca años y no morir en el intento

"El déficit fiscal es tan alto que no hace falta ajustar sino reformas”, opinó Eduardo Levy Yeyati, decano de la Escuela de Gobierno de la UTDT.

Por Ezequiel Burgo
La baja de la inflación, las perspectivas de crecimiento tras haber dejado atrás la recesión, la calma cambiaria y el buen resultado electoral de Cambiemos en las Paso, animan al Gobierno a estirar el horizonte de la economía más allá de octubre. Aparecen así proyectos como los de la reforma tri- butaria, la previsional, el plan de obras de infraestructura y, más allá, la posibilidad de crecer en 2018 y los años siguientes. Un lustro, una década, incluso. ¿Pero, será posible? ¿Qué necesita el país para algo así? Según Fausto Spotorno la capacidad de crecimiento de la economía hoy es de 2%”.

A continuación, 6 puntos a tener en cuenta. 

La receta para crecer

Los factores reconocidos para el crecimiento de una economía son tres. Uno, la acumulación de capital físico en general, esto es el incremento de instalaciones, equipos de producción y máquinas. Otro, la calificación de la fuerza de trabajo, lo que los economistas denominan capital humano. Finalmente, el incremento de la productividad de los recursos de la economía. Esto hace que el sistema tenga en su conjunto mayor capacidad para generar bienes y servicios en el mismo tiempo. Los economistas coinciden que una condición necesaria, aunque no suficiente, para el crecimiento sostenido es que exista estabilidad macroeconómica. Si por ejemplo hay un déficit muy alto, en general, ello inhibe inversiones y sube el costo financiero. Y si existen ciclos de recesión y expansión cada dos años, eso genera reacciones defensivas en los políticos y empresarios.

Qué pueden hacer los Gobiernos 

Eduardo Levy Yeyati, decano de la Escuela de Gobierno de la UTDT, señala que el Estado “tiene que promover la acumulación de capital humano útil y esto no es años de escolaridad sino la formación de capacidades que serán demandadas en el futuro y buscar o fomentar la aparición de esa tecnología que permita la organización de los ingredientes que dan la receta para el crecimiento”. Por su parte, Daniel Heymann, economista de la UBA y Udesa, insiste hace unos años que Argentina debe pensar que muchas personas que se incorporarán al mercado de trabajo en el futuro cercano vendrán de años de vivir en condiciones de pobreza durante su infancia y la juventud y que por lo tanto probablemente no las haga aptos para empleos de alta calificación. “Deben pensarse políticas para unir el crecimiento de un sector que genere divisas, otro tecnología y cuáles darán trabajo a aquellas personas sin calificación”.

Cómo conseguir que Argentina crezca una década y no morir en el intento

Aumentar el volúmen de exportaciones, clave I

Para Fernando Navajas, economista de Fiel, un factor clave que se relaciona con el crecimiento a mediano plazo es el aumento del volúmen de las exportaciones. ¿El motivo? Muchos creen que en Argentina el crecimiento ha sido interrumpido frecuentemente y de ahí que piensen que un saldo exportador favorable sea fundamental para crecer de manera sostenida.

Pero como se mostró difícil reducir el peso de las importaciones, el crecimiento de las exportaciones resulta clave para financiar el capital que se necesitan para la producción.

Actualmente Argentina vende al exterior un volúmen de bienes y servicios similar que hace una década.
Una presentación de Heymann enfatiza por ejemplo el hecho de que la década en la que más crecieron los volúmenes de exportaciones en los últimos 100 años fue en los noventa, de la mano del cambio tecnológico (que incorporó el campo con la siembra directa), el empuje de Brasil y la baja de la inflación.

Por su parte, las exportaciones de servicos basados en la tecnología están estancadas en los últimos cinco años.
“Si quisiera duplicar la participación argentina en ese mundo tenés que duplicar la cantidad de personas que trabajan en ese sector”, dice Andrés López, economista de la UBA que sigue estos temas. “El país perdió participación en el mercado mundial en los últimos dos o tres años. Hay espacio para crecer, pero se necesita más gente que trabaje en ese sector y que el mercado mundial crezca”.

Eliminar el déficit fiscal, clave II

Un déficit fiscal como el que tiene y tuvo Argentina en los últimos años es un condicionamiento fuerte del crecimiento por tres motivos. Primero, porque el sector público termina pidiendo, tarde o temprano, recursos al sector privado y que el Estado termina sin devolver. Segundo, cuando se habla de ciclos de crecimiento de un lustro, una década o más, la disponibilidad de financimiento del sector público se trata en definitiva de ‘una ventana’. Y economistas que estudiaron las crisis financieras mundiales como Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, encontraron evidencia suficiente que las oportunidades que los mercados brindan o no tienen larga duración o suelen cerrarse de manera abrupta. O sea, los desequilibrios externos y fiscales tienen un límite para ser financiados. Finalmente, en tercer lugar, la mayoría de los economistas cree que corregir el déficit fiscal en condiciones que no sean expansivas es difícil, por no decirle, no realista. En el Gobierno, por caso, creen que una economía en crecimiento para la Argentina es una condición muy importante para hacer factible el ciere de las cuentas públicas. Y que hacer un ajuste fiscal en recesión, y al mismo tiempo bajando la inflación, es extremadamente difícil.

Por qué hacen falta reformas para crecer 10 años

Tyler Cowen explica en su último libro -‘La clase complaciente’- por qué la sociedad americana se resiste a cambios y señala por ejemplo la incapacidad de los dirigentes políticos para ofrecer soluciones al electorado.

Marca que muchas veces ello ocurre por culpa del funcionamiento de las propias instituciones. Por ejem- plo una proporción cada vez mayor del gasto público en EE.UU. es inflexible a la baja porque está sujeto a normas y leyes. Y sólo el 20% del gasto en EE.UU., dice Cowen, está sujeto a libre reasignación. En Argentina ocurre una historia similar porque la mayor parte del gasto público son salarios y prestaciones sociales. De ahí que expertos en finanzas públicas recomienden una reforma tributaria y otra previsional para equilibrar las cuentas fiscales. La OCDE estima que el PBI per cápita podría subir 15% en 10 años si Argentina hace las reformas fiscal, laboral, comercial y de apertura al mundo.

La productividad

Un componente esencia de la productividad es la innovación y la inversión. Hoy Argentina invierte 16 puntos de su PBI. Es una cifra baja. Según Ariel Coremberg, de la UBA, el crecimiento del PBI entre 1991 y 1998 estuvo casi todo explicado por el aumento de la productividad. Pero no fue así entre 1999 y 2014.

LA DISTRIBUCION DEL INGRESO

¿El crecimiento alcanza para todos los argentinos?

Está aceptado generalmente que un PBI más alto significa que las relaciones económicas marchan sobre rueda. Sin embargo, esto no siempre ocurre. La economía puede crecer, y hacerlo varios años de manera sostenida, pero aún así perdurar condiciones sociables que no son las deseables. “La distribución del ingreso que se genera a partir de ese crecimiento puede no ser la más aceptable para los segmentos más pobres de la población y por lo tanto el cuidado de las condiciones macroeconómicos y microeconómicas del crecimiento tiene que tener en cuenta la cuestión distributiva”, dice Daniel Heymann, profesor de la UBA y Udesa.

“Si somos hábiles en adaptar las nuevas tecnologías, y que hasta ahora no lo hemos hecho porque nuestra penetración tecnológica es demasiado modesta, Argentina podría crecer más y aún así tener una mala distribución de ese crecimiento”, opina por su parte Eduardo Levy Yeyati, de la UTDT. “El Estado tiene que pensar una red de protección, un régimen laboral, un sistema de beneficios, adaptado a una nueva realidad con más trabajadores pero también más de ellos como cuentapropistas. Sino es fácil crecer y que eso no sea percibido por la mayoría”.