En los medios

Clarín
13/11/16

El impacto en las tasas de largo plazo cambia el foco

Para el graduado de la Maestría en Finanzas, "las bolsas de mercados emergentes sufrieron por la aversión al riesgo y la devaluación en sus monedas"

Por Javier Frachi
Dicen que los mercados ponen en sus precios un nuevo escenario económico y expectativas, por tanto resulta interesante repasar cómo los mercados interpretaron en estas horas la llegada inesperada de Donald Trump a la Casa Blanca.
El bono a 2 años antes del conteo de votos estaba en 0,86% mientras que la tasa del bono a 10 años era de 1,86%. Al inicio del conteo Trump lideraba los comicios y el mercado comenzó a generar un escenario de aversión al riesgo. Le tenían pánico.
La tasa de 2 años bajó a 0,72% y la de 10 años a 1,73%, el yen y euro comenzaron a apreciarse frente al dólar en promedio un 3%.
Cerca de las tres de la mañana de Argentina, Donald Trump dio su primer discurso en donde se mostró conciliador. Esto le gustó al mercado y cambió su humor: la tasa del bono de 2 años pasó de 0,72% a 0,91% y la de 10 años pasó de 1,73% a 2%.
La historia detrás de estos valores es que Trump comenzará un proyecto de obra pública entre 500 billones y 1 trillón de dólares, lo cual impulsará el crecimiento del PBI (hoy en 2,5%), mayor inflación y posiblemente mayor déficit fiscal a futuro (hoy en –3,5% sobre PBI). Al día siguiente la tasa de 10 años tocó 2,11% y la de 2 años 1%.
La curva argentina en dólares sufrió una caída de precios como hacía tiempo no se veía. En términos de tasa, hoy la parte corta de la curva rinde 5%, la media 6,65% y la parte larga 7,35%.
Las monedas, a su vez, siguen el desenvolvimiento entre el diferencial de las tasas de interés locales e internacionales y las expectativas futuras. Las monedas de fondeo al comienzo del conteo se apreciaron frente al dólar. Ya confirmado como ganador, cambió la mirada del mercado: comenzó una fuerte apreciación del dólar frente a todas las monedas. La historia detrás es que posiblemente EE.UU. sea una aspiradora de dólares.
El peso mexicano se devaluó en una noche –12%, terminando al día siguiente en -8%, producto de que el mercado cree que la economía mexicana sufrirá la presidencia de Trump. El real brasileño fue víctima de los cierre de carry, estos son inversores que armaron plazo fijo o compraron bonos en reales, decidieron cerrarlo y pasarse a dólares.
El miércoles el real se devaluó un 3,4% y el jueves un 5%. Mientras que el peso colombiano se devaluó 5,62% y el peso argentino apenas se devaluó 0,30% en estas 48 horas.
El mercado de acciones americano apenas se enteró que el republicano había ganado, interpretó que después de todo no sería tan malo.
La baja de impuestos corporativos del 35% al 15% aumentaría las ganancias netas de las empresas y los dividendos a repartir, el plan de infraestructura sería positivo para la mayoría de los sectores, el comentario en campaña de querer eliminar gran parte de las regulaciones hacia las financieras generó retornos espectaculares en ese sector y la quita de presión del Estado en el precio de los medicamentos implica, según el mercado, un mejor trato que haberla tenido a Hillary Clinton en la Casa Blanca.
Concretamente, el índice de acciones americano, pese a las predicciones de catástrofe, en dos días dio un retorno de 1,82%, mientras que el sector financiero otorgó un retorno de +8,7%, el industrial +5%, el de salud +4,5%, energía +2,2%. Ahora bien, los sectores menos beneficiados fueron el tecnológico, que otorgó un retorno negativo de -2,5%, producto de que la ley migratoria afectará el capital intangible del sector, el de real estate -4,3%, debido a que el mercado cree que la suba de la tasa de 10 años encarece el costo de fondeo y crédito a la vivienda.
Las bolsas de mercados emergentes sufrieron por la aversión al riesgo y la devaluación en sus monedas.
Concretamente, las acciones de estos mercados perdieron un 5,5% de su valor, a cuyo retorno debe sumarse la pérdida por la devaluación totalizando una pérdida de 8%. En números absolutos en dos días se fueron US$1.350 millones de dólares que estaban invertidos en acciones de países emergentes.