Por Luz Carou García, para LED

Iara Banchik llama a la puerta de la Coordinación de la Licenciatura en Diseño (LED) a las 13:00 horas, en punto. Entra a la oficina con decisión, con su mochila sujeta al hombro, un par de anteojos de sol cruzados sobre su cabeza, tipo vincha, y una sonrisa inmensa. Tiene 23 años recién cumplidos, la energía de una flamante diseñadora que, no da sus primeros pasos, sino que atraviesa la vida de a zancadas, y ansía -o así lo transpira su ser- comerse el mundo. O la empresa IBM y los Países Bajos, como plato entrante, por lo menos.

Los primeros pasos en UTDT

Iara inició sus estudios en la Universidad Torcuato Di Tella en 2018, en Ciencias Sociales, porque era “lo lógico” tras haber terminado el secundario en el Liceo Franco-Argentino Jean Mermoz. “A los cinco días de haber empezado, me di cuenta de que eso no era lo mío, y dije: ‘tengo que cambiar de carrera’”, recuerda seria. A Iara, a quien desde muy pequeña le ha gustado el arte, le tocaba descubrir a sus 18 años que lo suyo no era leer y escribir todo el día. “Quería hacer cosas. Entonces me pregunté cuál era el aspecto social de hacer cosas y cómo podía transmitir socialmente en imágenes lo que quería. Y así surgió el diseño en mí”, cuenta.

Consultó todas las opciones a su alcance para comenzar a estudiar Diseño. Así, Iara asistía en 2018 como oyente a clases de distintas universidades, se sentaba como si fuese una estudiante más y observaba la cursada. “Y me encantaba”, recuerda con el mismo entusiasmo en la mirada que, acaso, habrá sentido entonces en su cuerpo, en su ser completo. En una de aquellas clases a las que asistía Iara a modo de investigación personal, un profesor invitaba a sus alumnos a salir del aula y recorrer la universidad, sacar fotos y regresar con el material registrado para llevar a cabo una actividad creativa. Fue en ese preciso instante cuando Iara sintió el llamado: "Esto es lo que quiero hacer. Quiero cursar materias así, en un taller, con la gente sentada en el piso o sobre las mesas; no todos derechos, leyendo un libro y comentándolo", se dijo a sí misma.

Con la misma convicción con la que supo que quería ser diseñadora, Iara le pidió entonces una entrevista al director de la LED, Enrique Longinotti, para saber más sobre la inminente nueva carrera que comenzaría en 2019 en la Universidad Torcuato Di Tella. “Me citó, me explicó en detalle la propuesta, y me contó lo que, más adelante, terminaría experimentando en la carrera”, recuerda Iara, quien sostiene que la LED es una propuesta innovadora para convertirse en diseñadoras y diseñadores interdisciplinarios, integrales, que pueden hablar un montón de lenguajes interconectados. “Es algo que actualmente se busca en el mundo laboral”, subraya.

La vida de una diseñadora después de UTDT

A principios de 2022, Iara recibió un mail de la LED con información sobre el programa Blue Journey, de IBM. “Apliqué y me olvidé”, apunta. En diciembre de 2022, Iara culminaba el plan de estudios de la Licenciatura en Diseño y, mientras navegaba entre entregas de trabajos finales y la tesis, IBM la contactaba para informarle que su perfil había sido preseleccionado.

¿Qué es Blue Journey?

Es un programa de pasantías profesionales desarrollado por la mega empresa tecnológica International Business Machines Corporation (IBM), y su objetivo es fomentar el desarrollo de los estudiantes a través de experiencias prácticas. Año a año convoca a estudiantes avanzados de distintas carreras para aprender nuevas tecnologías e industrias en formato “hands-on”.

La entrevista en la que participó Iara en IBM fue grupal. Allí, a ella y a su equipo se les planteó un problema que debían intentar resolver de modo creativo: el planeta está contaminado y debemos mudar a sus integrantes a Marte.

“En medio de las entregas finales para la LED, recibí esta oportunidad y, sin dudar, me puse a pensar y planteé varios pasos: cómo conseguir agua, energía, etc. Yo cursaba entonces Diseño de Interactividad y trabajábamos en el desarrollo de una app sobre hábitos saludables en adultos mayores; ya estábamos en la etapa de prototipado, probándola con usuarios. Y a IBM le encantó. En la carrera tuve un montón de contacto con la tecnología, y eso me ayudó y ayuda mucho, ahora, en esta pasantía”, subraya Iara, quien, con la misma energía con la que encara su nueva responsabilidad, también acaba de postularse para realizar el MA in Fine Art and Design, programme Scenography, en la Hogeschool voor de Kunsten Utrecht (HKU), de Países Bajos.

“Son cinco meses; empecé el 26 de diciembre y se extiende hasta el 30 de mayo. Son 4 horas por día, y te dan a elegir por la mañana o por la tarde. Es híbrido: se va una vez por semana a la oficina. Trabajo de 9 a 13, y es muy tranquilo. Tuve que hacer unos cursos sobre bots, y ahora diseño uno yo misma en base a consignas que nos pasan. Estoy haciendo prácticas. Al final de la pasantía, si te fue bien, existe la posibilidad de que trabajes con ellos. Ahora, para mí, es como estudiar de nuevo”, explica la ex alumna de la LED.

Los sueños de Iara

El máster en Utrecht al que ha aplicado Iara tiene una duración de dos años. Iara sueña con los ojos bien abiertos. No disimula el deseo. “Siempre, a todos mis proyectos, los llevo a un plano espacial. Ocupo el espacio y me gusta responder la pregunta sobre cómo ocuparlo. Sé cómo transmitir lo que quiero. Ahora necesito entender cómo transmitir esa idea en un espacio chiquito, ya sea en una muestra artística, en un teatro, o a través de experiencias inmersivas. El lugar desde donde abordo al diseño es el de comunicar mensajes que aporten a la sociedad”, sostiene.

La huella de la LED

Ante la pregunta sobre qué rescata de sus años en la LED, resuelta, Iara explica que ahora sabe cosas de diseño industrial, de objetos 3D y de pantallas. Agrega que sabe usar Rhino, Illustrator, After Effects y Reaper, programas “de mundos muy diferentes, pero que entiendo cómo conectarlos”, confirma. “Estos conocimientos me vinieron perfecto para lo que se busca hoy en día en el mercado laboral. Si solamente supiese diseño industrial o diseño gráfico, no alcanzaría”, precisa.

Sobre este ejemplo, Iara profundiza: “En IBM, el otro día, teníamos que hacer un trabajo de programación. Yo la había pasado muy mal en Programación Orientada al Diseño, la materia de la LED, pero en este caso pude entender de qué me hablaban. Si bien me costó la materia, y no sé programar ni me interesa, puedo entender de qué se trata cuando me hablan”, reconoce.

Iara agradece a la LED la posibilidad de saber hablar muchos idiomas de diseño. También sabe cómo encarar un proyecto, cómo empezarlo, llevarlo a cabo y terminarlo. “En la LED nos enseñan a poder responder la pregunta que debemos resolver, sobre la problemática que tenemos entre manos.

La pregunta está en nosotros. En mi caso, las preguntas que quiero hacerme van más por el lado de la cultura, el arte, el teatro. Pero gracias a la LED estamos capacitados para hacer cualquier proyecto que querramos”, finaliza Iara, antes de cerrar el diálogo con la misma inmensa sonrisa que con la que lo había iniciado.