Al celebrarse el segundo centenario de la Revolución de Mayo, quiero saludar a toda la comunidad ditelliana y proponer un brindis por nuestro país y un redoblado compromiso para labrar su futuro.

La Argentina se fue construyendo a lo largo de estos dos siglos bajo la orientación de distintas ideas sobre el país posible y el país real que en cada momento histórico cobraron vigencia, por cierto que en medio de conflictos y luchas fraticidas, pero sobre todo gracias al esfuerzo, el trabajo y el espíritu innovador y creativo de personas de todas las condiciones sociales, de las más diversas capacidades y de muy distintos orígenes geográficos y nacionales. El extraordinario producto resultante de esos múltiples factores es el país que hoy somos.

Propongo que este bicentenario sea una oportunidad para renovar el compromiso, seguir pensando el país, deponer la desafortunada capacidad de generar conflictos que hemos heredado de nuestro pasado y aunar voluntades para generar consensos más sólidos y para potenciar el fruto del trabajo y la innovación de los millones de personas que conformamos la Argentina de 2010.

Comparto con todos la aspiración a que seamos capaces de estar dando inicio, este 25 de mayo, a un siglo de prosperidad y de paz. Que nos sintamos inspirados por el preámbulo de nuestra primera Constitución Nacional para “asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino”.

Felicidades,

Manuel Mora y Araujo
Rector