Di Tella en los medios
Ámbito Financiero
14/09/10

Sin INDEC, más inflación

«No tener INDEC aumentó la inflación, generó conflictos sociales y otorgó mayor poder a los sindicatos». Así resume el economista de la Universidad Torcuato Di Tella Ernesto Schargrodsky lo que cree que es el mayor problema que tiene hoy la Argentina: la suba de precios y sus consecuencias. Schargrodsky se dedica desde hace años a la evaluación del impacto de políticas públicas a nivel microeconómico. Esos estudios, en parte, colaboraron para que la Nación le acabe de otorgar a Schargrodsky uno de los Premios Houssay, que se entregan a 16 investigadores sobresalientes del sistema científico nacional cada año.

Periodista: ¿La medición del impacto de las políticas públicas se usa con frecuencia en el país?

Ernesto Schargrodsky: No. Lamentablemente, la Argentina tiene un retraso espantoso en esta materia. En otros países como Colombia, Chile o México, el propio Congreso, cuando decide una ley, incluye la evaluación del impacto. Se utilizan metodologías que vienen de las ciencias duras, por ejemplo, la medicina. Se asigna a una población de individuos la política y luego se evalúan los resultados, como una droga o un protocolo médico.

P.: ¿Qué sucede cuando no se incluye esta evaluación?

E.S.: Se toman decisiones políticas sólo guiadas por lo que pasa en las tapas de los diarios. Por ejemplo, con Rafael Di Tella estudiamos la alternativa al encarcelamiento con el uso de brazaletes de monitoreo electrónico. En los diarios salió el caso de un hombre que tenía el brazalete y aun así masacró a una familia entera. Pero no salieron en los diarios todos aquellos que con el uso del brazalete lograron evitar pasar por la cárcel -con todos sus efectos de contagio por tratarse de un lugar violento-, todo el resto que tuvo mejor posibilidad de reinserción. Los resultados de nuestro estudio demuestran que el uso del brazalete es positivo, pero si la decisión de política está sólo guiada por lo que pasa en las tapas de los diarios, un sistema que era bueno como éste se interrumpe a contramano de la historia. En el resto de los países hoy se amplía este sistema con tecnología nueva. Lo mismo sucede con la idea de volver al servicio militar obligatorio que surge cuando crece la inseguridad. Podría sonar lógico porque se saca de la calle a muchos chicos y se les da alguna formación. Pero también ese ejercicio retrasa el ingreso en el mercado laboral, interrumpe el estudio. Se demostró que quienes pasaron por el servicio militar obligatorio tienen más propensión al desempleo, ingresos menores y mayor propensión a haber sido procesados o sentenciados por un delito.

P.: ¿Por qué no se utilizan estos métodos?

E.S.: En primer lugar, porque el Gobierno, el Congreso y las legislaturas no reciben académicos. La semana pasada se implementó la ley de restringir el uso de motos en el microcentro. Debería decir qué organismo va a evaluar el resultado, porque quizás los delincuentes cambian la modalidad o se trasladan y aumenta ese delito en el conurbano. Hay que evaluar hasta dónde es una buena idea, pero hay resistencia en brindar la información.

P.: ¿Cuál cree que es hoy el principal problema que tiene el país?

E.S.: La inflación. Estamos jugando con fuego. Hoy los indicadores privados hablan del 22%, 25% o del 28%. Aunque con diferencias, lo que muestran es una inflación alta. Esto genera mucho conflicto social y una dinámica política con gran poder de los sindicatos que habían perdido poder en los 90, no tanto por políticas implementadas, sino por un fenómeno económico. Desapareció la inflación y los sindicatos también. En los 80, la inflación era alta y los sindicatos muy poderosos, porque los trabajadores los necesitan. Las consecuencias son: una distorsión del normal funcionamiento democrático y la dificultad de la actividad económica, porque hay que dedicar mucho tiempo a la puja redistributiva en vez de a la generación de ingresos. No se puede entrar en contratos de largo plazo, no se pueden realizar algunas transacciones porque la vida cotidiana se complica. El próximo Gobierno va a tener que atacar este tema.

P.: ¿Cómo debería atacarla?

E.S.: Siempre digo que no es recesivo atacar la inflación. Lo primero que hay que hacer es recuperar el INDEC. Necesitamos una medida del problema. El Gobierno se equivocó. No tener el INDEC aumentó la inflación. El organismo ponía un número fijo para definir aumentos. Si decía que la inflación era del 12%, los empleados pedían ese porcentaje de mejora. Ahora, si en el diario dice que la inflación está entre el 9% y el 15%, los empleados piden aumento de sueldo del 15% y, si no se los dan porque el empresario cree en el 9%, sienten que los están estafando. La normalización del INDEC va a reducir la conflictividad, porque nos va a dar un número en el que podemos focalizarnos. Después, el Gobierno tiene que anunciar que la inflación es un problema y alinear la política monetaria y fiscal sentando a empresarios y sindicatos para coordinar expectativas. No hace falta un plan de ajuste.

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