Celebrando el Bicentenario. Un homenaje a la Gazeta de Buenos-Ayres

Por Lucas Luchilo (Centro REDES) y Fernando Rocchi (Torcuato Di Tella)

El 7 de junio de 1810 se publicó el primer número de la Gazeta de Buenos-Ayres. Nacida pocos días después de la constitución de la Revolución de mayo, su fundación fue una de-cisión de la Primera Junta. Nació y continuó siendo una publicación gubernamental hasta 1821, por lo que su línea editorial varió de acuerdo a los cambios políticos. La selección de notas que se presenta en esta edición comprende el primer año de la Revolución. Hasta fines de 1810 Moreno es el responsable editorial; después de su ocaso político, en los meses siguientes el semanario quedó bajo el control de sus adversarios. Más adelante otros ilustres patriotas —como Bernardo Monteagudo– tuvieron la responsabilidad editorial. La Gazeta tenía una frecuencia semanal, pero a menudo se publicaban suplementos extraordinarios que ampliaban las noticias de las ediciones de los jueves o informaban acerca de asuntosde interés urgente.

La Gazeta tuvo entre sus objetivos la difusión de las acciones del gobierno, así como la formación de una conciencia revolucionaria; en el primer número que aquí se reproduce, el propio Moreno escribe sobre el significado y la razón de ser de la publicación, como se puede leer en el artículo de apertura. Por un lado, el periódico debía informar sobre las iniciativas del gobierno, así como de los hechos internos y externos que se consideraban dignos de la información al público. Por otro, debía convertirse en el lugar de encuentro de artículos de mentes ilustradas que atenderían a la tarea pedagógica de formar al ciudadano. Esta tarea fue emprendida en los primeros meses por el propio Moreno, que asignó una importancia decisiva a su papel como redactor y escribió constantemente en el periódico.

Entre otras muchas cosas, la Gazeta fue el vehículo privile-giado para la expresión del pensamiento de Moreno. Moreno le daba al periodismo –un periodismo en el que la polémica y la confrontación eran el canal para la expresión de las diferentes ideas– un papel fundamental en el proceso revolucionario iniciado en mayo. El 21 de junio de 1810 escribió en la Gazeta una pieza titulada "Sobre la libertad de escribir", en la cual asociaba el derecho de expresión con la creación de una sociedad real-mente libre.

La exposición de motivos de la creación de la Gazeta es clara. Los primeros párrafos de la presentación reflejan las preocupaciones políticas que condujeron a la Junta a crear el nuevo semanario. Para la Junta, la comunicación franca de sus propósitos políticos, de sus debates, de su obra de gobierno y de los problemas y obstáculos que encuentra en su camino era la base del vínculo con el pueblo.

Los textos que se presentan a lo largo de esta edición intentan dar cuenta de la los principales de problemas, debates y decisiones adoptadas a lo largo del primer año de gobierno. Pero además procura mostrar la variedad de temas y tipos de textos que la Gazeta comprendía. Esta variedad formaba parte de las previsiones iniciales del semanario, en el que se recogerían por igual "las discusiones oficiales dela Junta con los demás jefes y gobiernos, el estado de la Real Hacienda y medidas económicas, para su mejora; y una franca comunicación de los motivos que influyan en sus principales providencias". De acuerdo con esta idea, en las páginas de la Gazeta conviven densos artículos de opinión, resoluciones de la Junta sobre cuestiones de muy diferente importancia, comunicaciones sobre la marcha de los asuntos militares, reseñas sobre la situación internacional, comunicaciones de la Junta a otros organismos, precisos análisis de la coyuntura política, transcripción de canciones patrióticas, y muchos otros temas.

Así, por ejemplo, en los prime-ros números de la Gazeta, la in-trincada querella entre la Junta, la Audiencia de Buenos Aires y, luego, entre la Junta y el Cabildo de Montevideo sobre la legitimidad del Consejo de Regencia y la validez de la convocatoria a las Cortes, coexiste con disposiciones sobre aranceles, comunicaciones de particulares sobre noticias del exterior, la reseña sobre la asunción de la Junta o el notable artículo de Mariano Moreno sobre la libertad de escribir. Esta heterogeneidad de noticias que los editores consideran dignas de ser difundidas junto con la franqueza con la que se discuten los problemas del momento convierten a la Gazeta en una representación extraordinariamente rica y vivaz del curso de la política de la revolución.

La Gaceta tuvo entre sus objetivos la difusión de las acciones del gobierno, así como la formación de una conciencia revolucionaria. Entre otras muchas cosas, la Gaceta fue el vehículo privilegiado para la expresión del pensamiento de Moreno. Moreno le daba al periodismo —un periodismo en el que la polémica y la confrontación eran el canal para la expresión de las diferentes ideas— un papel fundamental en el proceso revolucionario iniciado en mayo.
Para la Junta, la comunicación franca de sus propósitos políticos, de sus debates, de su obra de gobierno y de los problemas y obstáculos que encuentra en su camino era la base del vínculo con el pueblo.

Entre el conjunto de artículos del primer año de la Gazeta, en esta edición se han seleccionado algunos que versan sobre aspectos críticos de la política revolucionaria y ejemplifican los desafíos políticos que el gobierno revolucionario debió encarar: el curso de la guerra, la afirmación y difusión de las ideas revolucionarias, los proyectos de moderniza,,los problemas económicos y fiscales, los conflictos entre las facciones del gobierno, las relaciones entre Buenos Aires y el Interior, las definiciones sobre una sociedad igualitaria y los proyectos constitucionales.
Sobre lo segundo, Moreno y otros patriotas se expresaron con vigor y claridad. El estado de ánimo se trasluce en el tono con el que los redactores presentan la sucesión vertiginosa de acontecimientos, conflictos y discusiones que atraviesan las páginas del periódico. Casi sin haberlo pensado, el núcleo dirigente de Mayo —y con ellos buena parte de la sociedad del antiguo virreinato— se vieron lanzados a una vida política que los obligó a tomar decisiones muy importan-tes y costosas, de manera casi cotidiana. Al final del primer año revolucionario, el mundo en el que se habían formado parecía parte de un pasado lejano.

"Rará temporum felicitate, ubi sentire que velis et que sentias, dicere licet."

Tacito lib= 1. Hist. "Tiempos de rara felicidad, aquellos en los cuales se puede sentir lo que se desea y es lícito decirlo", La cita de Tácito que encabezaba las ediciones de la Gaceta fue a la vez la expresión de un estado de ánimo y de un principio político.