12/03/9
Susana, con poco apoyo: sólo el 2,6% de personas quiere pena de muerte
<P align=left> </P>
Por: María Iglesia
Hace dos semanas, Susana Giménez sentenció que «el que mata tiene que morir», frase que levantó un revuelo de opiniones, algunas a favor, otras en contra, acerca de la pena de muerte en la Argentina. Sin embargo, según una encuesta privada, sólo el 2,6% personas cree que la mejor forma de combatir la inseguridad es quitándole la vida a quien haya cometido un delito grave.
Desde que la inseguridad se convirtió en una de las principales preocupaciones de los argentinos, mucho se habló y se continúa haciendo, pero son pocos los números que muestran estadísticas sobre esta materia. En febrero, tres de cada diez hogares fueron víctimas de algún delito, un 1,3% por encima del promedio registrado entre marzo y diciembre, aunque 0,3 de punto porcentual por debajo del de enero.
Los datos surgen de una encuesta hecha a 1.200 personas en 40 centros urbanos del país realizada por el Laboratorio de Investigaciones sobre Crimen, Instituciones y Políticas (LICIP) de la Universidad Torcuato Di Tella.
De este estudio surge que sólo el 2,6% de los encuestados sostiene que la mejor manera para combatir el delito es la pena de muerte. En cambio, la gran mayoría (un 41,9%) cree que más presencia policial o una mayor capacitación de la Policía podría reducirlo. A su vez, dos de cada diez piensan que con una mayor inclusión social disminuiría el crimen, y para el 19%, las penas tendrían que ser más severas.
Las ciudades donde el crimen es mayor son Tucumán, Rosario, Córdoba y Mendoza (el 34,4% de la población sufrió algún tipo de delito), seguido por el Gran Buenos Aires (30,1%) y Capital Federal (27,9%). Además, en otro tipo de análisis de los datos del estudio se evidencia que en los lugares en donde viven entre 100.000 y 500.000 habitantes se producen más hechos delictivos (31,6%) que en las ciudades más grandes, de más de 500.000 (29,3%). Por supuesto, en las más chicas (de entre 10.000 hasta 100.000), el delito es menor, en torno al 20%.
Cuando la diva de la televisión puso sobre el tapete una vez más el tema de la inseguridad, generó tanto impacto, que desde los programas de chimentos hasta en el Gobierno se habló sobre qué hacer, y hasta una ONG está organizando una nueva marcha a Plaza de Mayo, al estilo de las que lideró Juan Carlos Blumberg, para el miércoles de la semana próxima, a la que Susana piensa asistir. Sin embargo, más allá de los hechos que se conocen a través de los medios, no existen estadísticas oficiales sobre qué tipo de delitos ocurren con mayor frecuencia, principalmente si no son denunciados a la Policía.
Del relevamiento del LICIP surge que casi todos los delitos cometidos (un 42,1% del total) son robos con violencia, seguido por hurto de objetos personales (23,6%), robo de viviendas (12,4%), de autos (4,7%) y hurto de objetos dentro del auto (3,1%).
El LICIP surgió luego de que los economistas Rafael Di Tella y Ernesto Schargrodsky (directores del instituto) hicieron un estudio acerca de la incidencia de la presencia policial en las calles en relación con el delito. Sobre la base de un estudio de campo (originado en la mayor disposición de seguridad en las cercanías de las instituciones judías, luego del atentado de la AMIA).
Desde que la inseguridad se convirtió en una de las principales preocupaciones de los argentinos, mucho se habló y se continúa haciendo, pero son pocos los números que muestran estadísticas sobre esta materia. En febrero, tres de cada diez hogares fueron víctimas de algún delito, un 1,3% por encima del promedio registrado entre marzo y diciembre, aunque 0,3 de punto porcentual por debajo del de enero.
Los datos surgen de una encuesta hecha a 1.200 personas en 40 centros urbanos del país realizada por el Laboratorio de Investigaciones sobre Crimen, Instituciones y Políticas (LICIP) de la Universidad Torcuato Di Tella.
De este estudio surge que sólo el 2,6% de los encuestados sostiene que la mejor manera para combatir el delito es la pena de muerte. En cambio, la gran mayoría (un 41,9%) cree que más presencia policial o una mayor capacitación de la Policía podría reducirlo. A su vez, dos de cada diez piensan que con una mayor inclusión social disminuiría el crimen, y para el 19%, las penas tendrían que ser más severas.
Las ciudades donde el crimen es mayor son Tucumán, Rosario, Córdoba y Mendoza (el 34,4% de la población sufrió algún tipo de delito), seguido por el Gran Buenos Aires (30,1%) y Capital Federal (27,9%). Además, en otro tipo de análisis de los datos del estudio se evidencia que en los lugares en donde viven entre 100.000 y 500.000 habitantes se producen más hechos delictivos (31,6%) que en las ciudades más grandes, de más de 500.000 (29,3%). Por supuesto, en las más chicas (de entre 10.000 hasta 100.000), el delito es menor, en torno al 20%.
Cuando la diva de la televisión puso sobre el tapete una vez más el tema de la inseguridad, generó tanto impacto, que desde los programas de chimentos hasta en el Gobierno se habló sobre qué hacer, y hasta una ONG está organizando una nueva marcha a Plaza de Mayo, al estilo de las que lideró Juan Carlos Blumberg, para el miércoles de la semana próxima, a la que Susana piensa asistir. Sin embargo, más allá de los hechos que se conocen a través de los medios, no existen estadísticas oficiales sobre qué tipo de delitos ocurren con mayor frecuencia, principalmente si no son denunciados a la Policía.
Del relevamiento del LICIP surge que casi todos los delitos cometidos (un 42,1% del total) son robos con violencia, seguido por hurto de objetos personales (23,6%), robo de viviendas (12,4%), de autos (4,7%) y hurto de objetos dentro del auto (3,1%).
El LICIP surgió luego de que los economistas Rafael Di Tella y Ernesto Schargrodsky (directores del instituto) hicieron un estudio acerca de la incidencia de la presencia policial en las calles en relación con el delito. Sobre la base de un estudio de campo (originado en la mayor disposición de seguridad en las cercanías de las instituciones judías, luego del atentado de la AMIA).