Varias ONG piden que se instrumente la boleta única

Un día después de que el Gobierno dijera que la boleta única que reclama la oposición es "impracticable" y la calificara como "un curro", especialistas en el tema y organizaciones dedicadas a la transparencia defendieron la iniciativa y contradijeron los argumentos oficiales.

Concretamente, la oposición propuso que cada votante recibiera una boleta única de manos del presidente de mesa, y dentro del cuarto oscuro marque con una cruz o tilde al candidato (señalizados con escudos partidarios, fotos y nombres) que vota para cada cargo por elegir.

"En los países desarrollados la boleta única es una conquista de fines del siglo XIX", explicó Ana María Mustapic, especialista en sistemas electorales de la Universidad Torcuato Di Tella.

Para Mustapic, la boleta única tiene dos enormes ventajas: el reparto y control de las boletas ya no depende del aparato partidario que tenga cada agrupación y el mecanismo está menos sujeto a prácticas clientelares, porque no hay posibilidades de manipulaciones previas de las boletas. "Garantiza mejor el derecho de elegir y ser elegido", opinó.

El politólogo Daniel Zovatto, director del Instituto para Desarrollo de la Democracia y Sistema Electoral, coincidió con ella. "La boleta única es una necesidad absoluta, porque resolvería la desaparición de boletas del cuarto oscuro que vimos en la última elección", sostuvo.

Zovatto, titular de la comisión de expertos que recomendó y logró que en Córdoba se implementara la boleta única en diciembre pasado, consideró que "aunque no resuelve todos los problemas, aporta más seguridad y transparencia".

Y añadió: "Las boletas serían impresas por la justicia electoral, en un papel especial, con códigos de seguridad y una serie de requisitos en su manejo que van a garantizar mayores niveles de transparencia".

"En la Argentina estamos atrasados 25 años con la boleta única", se sumó Laura Alonso, directora ejecutiva de Poder Ciudadano.

Esa fundación, capítulo argentino de Transparencia Internacional, cree que la boleta única haría económicamente más pareja la competencia electoral (los partidos ya no se ocuparían de imprimirlas y repartirlas), dificultaría las trampas en los comicios y ahorraría millones de pesos en impresión, igual que toneladas de papel.

Los especialistas mencionaron la reciente elección de Barack Obama en Estados Unidos como un caso paradigmático del uso de boleta única. En algunos estados sirvió no sólo para elegir presidente y congresistas, sino también jueces, y para plebiscitar temas de interés público. "En algunos distritos, los norteamericanos tomaron 73 decisiones en el cuarto oscuro, acá, renovando todos los cargos, se tomarían como máximo ocho", graficó Alonso.

El proyecto opositor también propone que la organización y el control de los comicios deje de depender del Ministerio del Interior y pase a la justicia electoral, y la designación de docentes y personal judicial como autoridades de mesa.